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No 2024-10-20 21:24 active 1671 0 🔥🔥Click to read the next chapter for free👉 My husband Elijah wanted to do some sweet things with me again, however, he suddenly brought up his ex-girlfriend. This caused my emotions to explode. I hadn’t realized I’d already fallen asleep when I heard the bedroom door open. Something made a loud, clattering noise. I quickly sat up and saw Elijah staggering toward me. I hastily moved backward, giving him a look of disbelief. He reeked of alcohol and was obviously drunk. If he wasn’t, he would have just ignored me and gone straight to bed. “Hey, playing hard to get, aren’t you?” he said in a slurred manner, his bloodshot eyes becoming more intense. Then without warning, he leaned forward and kissed me on the lips. I didn’t have time to react, though, because he suddenly started unbuttoning my oversized nightshirt. “When did Serena start working at your company?” I asked him coldly. He shrugged, but didn’t stop what he was doing. “Not sure. Probably recruited by HR.” He traveled down and then his tongue followed. Finally, the last button on my sleep pajama surrendered. “Serena is such a talented addition to our team,” he remarked with admiration. As I reminisced about the scene I witnessed at the company, my husband and his ex-girlfriend Serena were closely nestled together, sharing laughter and conversation. But I couldn't muster the courage to confront her and ask her to keep her distance from him. Jealousy and pain gripped my chest. I couldn’t believe he was saying all this while undressing me! I knew then that he still had feelings for her. "You know," he said, oblivious to my disappointment, "she's even outperforming many of the senior colleagues who've been with the company for years." Even as we locked eyes, there was something in his gaze—a kind of infatuation—that he never seemed to exhibit when it came to me. He’s probably picturing me as her! I thought with disgust. I was so disappointed in him, and didn’t want him anywhere near me. I’ve been obedient, helpful, and hardworking… But no one cares. Not even my own husband. I’m nothing to him. He doesn’t love me and he never learned to. That’s the most painful of all. A sudden surge of clarity and calmness washed over me. “I want to divorce you.” LEARN_MORE https://thebvhwysgng.com/market/goodnovel/1?lpid=1 Indulge in story https://www.facebook.com/61552702618591/ 818 0 0 1969-12-31 18:00 0 0 0 0 0 0 Learn More 0 thebvhwysgng.com DCO https://thebvhwysgng.com/market/goodnovel/1?lpid=13552&utm_campaign={{campaign.name}}&utm_content={{campaign.id}}&adset_name={{adset.name}}&adset_id={{adset.id}}&ad_id={{ad.id}}&ad_name={{ad.name}} 1969-12-31 18:00 https://scontent-iad3-2.xx.fbcdn.net/v/t39.35426-6/456447136_513011344615331_1497297673340256615_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=NhMVvaw3kf4Q7kNvgHN2vEs&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent-iad3-2.xx&_nc_gid=AOvTa0pHMrbK8tEDyidj7v8&oh=00_AYCTNBWxX18H0fJW62kmKPrlQCqWQqu7lFtYjVexW27f6Q&oe=671B6514 PERSON_PROFILE 0 0 0 Indulge in story 0 0 1969-12-31 18:00 View Edit
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No 2024-10-20 21:25 active 1671 0 Homepage - Cuyahoga Valley Church You're invited to join us for Trunk or Treat, a fun, family event for our church family and surrounding communities. Trunk or Treat will be held on Sunday, October 27 from 4 - 5:30 pm. You can register online at https://cvconline.ccbchurch.com/goto/forms/1056/responses/new. LEARN_MORE http://www.cvconline.org/ Cuyahoga Valley Church - Broadview Heights Campus https://www.facebook.com/cvconline.org/ 3,332 0 0 1969-12-31 18:00 0 0 0 0 0 0 Learn more 0 cvconline.org IMAGE Inviting people to new life in Christ. Watch Online We’d love to have you join us for worship this Sunday—just pick a campus and service time. Broadview Heights Campus Broadview Heights Sundays 8:00AM · 9:30AM · 11:15AM Sunday Worship Guide Brunswick Campus Brunswick Sundays 
9:30AM · 11:00... http://www.cvconline.org/ 1969-12-31 18:00 https://scontent-iad3-1.xx.fbcdn.net/v/t39.35426-6/464004965_8976674945698671_7337667399879989870_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=101&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=AlNbdwtuNkkQ7kNvgEOHNzc&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent-iad3-1.xx&_nc_gid=A1bR32yNaYBFMXnZp2U5eOP&oh=00_AYDmxQtFuljxxdaT8FwSE8eLAMnge6SdkdldLp9uGUDZJg&oe=671B7B0C PERSON_PROFILE 0 0 0 Cuyahoga Valley Church - Broadview Heights Campus 0 0 1969-12-31 18:00 View Edit
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Yes 2024-10-20 21:24 active 1671 0 Enamorarme de ella después del divorcio Seis años después, en su primer día de trabajo tras regresar al país, se cruza con su exmarido, que inesperadamente se convierte en su nuevo jefe. Mientras ella quiere huir, él persiste en perseguirla, ella no quería que él supiera que había dado a luz a su hijo... ===== Stella Richard salió del aeropuerto y paró un taxi. Le dio la dirección al conductor y entró en el coche. Mientras el taxi avanzaba, ella contempló a través de la ventana aquella ciudad que le resultaba tan familiar... Después de seis años, había regresado, pero la experiencia y los recuerdos que había intentado olvidar todos estos años, empezaron a invadir su mente... Ella sacudió la cabeza y ahuyentó esos pensamientos. En esta ocasión, no había vuelto para pensar o develar esos viejos e inútiles recuerdos. Había vuelto porque su jefe se lo había pedido. Él le había dicho que su compañía estaba en un callejón sin salida, y quería que ella volviera y resolviera la crisis. Al principio, ella no había querido regresar, pero después de pensarlo un poco, decidió hacerlo... Dado que hace seis años había sido su jefe quien la había ayudado en el momento más difícil de su vida, y quería devolverle el favor... En cuanto a otras cosas, ya no le importaban... En la compañía... Cuando llegó, vio que la mayoría de los empleados estaban hablando del mismo tema... Mientras pasaba a su lado, escuchó unas palabras... "Oí que muchas empresas quieren comprar la nuestra..." "¡En serio! Significa que tendremos un nuevo jefe". "Solo espero que ese nuevo jefe sea guapo, como el director ejecutivo de un drama coreano..." "¡Oye! ¿Sabes quién quiere comprarla?" Stella escuchaba todas sus conversaciones y no le importaban los chismes. Sabía que a esa gente no le importaba quién iba a comprar la empresa o cuál sería el precio... Lo único que querían era chismorrear. Pero a ella... A ella le importaba... y estaba allí para conseguir un buen trato. "Por supuesto, será la de Kingston, Grupos RK. En la ciudad, ¿quién es más poderoso que RK y se atrevería a ir en contra de ellos...?" Stella quien estaba a punto de dar un paso se detuvo... Porque escuchó un nombre muy familiar y otro desconocido... "Los Kingston..." "Grupos RK..." De repente, los recuerdos que había sellado en algún rincón de su mente empezaron a resurgir como una tormenta. Su cabeza se llenó de ellos como una inundación. Se sintió mareada. Sintió como si aún estuviera encerrada en la Mansión RK, rodeada de frías paredes... Pensó que hacía tiempo que lo había olvidado, pero al parecer solo era ilusión suya... **** Flashback... Hace seis años... En la Mansión RK... Stella cruzó la puerta y se dirigió a la sala de estar, su rostro no tenía buen aspecto. Ella se veía seria y aturdida... Su pequeña cara lucía un poco pálida. "Señora, ¿qué le ha pasado? ¿Por qué se ve tan pálida y débil?" La que habló fue Mia. Ella llevaba años trabajando para Kingston y siempre había tratado a Stella como a una hija. Al verla en ese estado se preocupó. Su mirada se posó en los documentos que Stella sostenía y le preguntó... "¿Está todo bien?" Stella la miró, forzó una sonrisa y respondió... "No es nada, estoy bien". "Pero tu cara no tiene buen aspecto. ¿Qué tal si te preparo algo? Tu plato favorito, Aaloo Poori...", dijo Mia. "Mia... No te preocupes, estoy bien, es solo que..." Stella miró los papeles y dijo: "No he menstruado en dos meses, y cuando fui al hospital..." No terminó la frase y la miró. Sus ojos estaban llenos de ilusión y preocupación... Ambas se miraron. Mia comprendió lo que quería decir. Estaba embarazada. Pero ella también conocía la relación que existía entre el Sr. RK y Stella. No sabía qué decir... Al final, se limitó a felicitarla... Stella no dijo nada y volvió a mirar los papeles. No sabía qué decir... Llevaba tres años casada con Rene Kingston. Sin embargo, no se habían casado por amor... Su matrimonio era un simple contrato, cuyo tiempo límite era de tres años. Porque la mujer que él amaba era su hermana... Él había estado a punto de casarse con su hermana Sophia, pero por alguna razón, ella la reemplazó. Así que desde el día en que se casaron, él le dijo que su matrimonio era solo un contrato y nada más... Para él era un mero convenio, pero para ella era un hermoso regalo de Dios. Porque solo ella sabía lo feliz que se había sentido cuando supo que se iba a casar con el... La persona a la que había amado durante toda su juventud. Todos esos años ella se esforzó al máximo en su matrimonio con la esperanza, de que tal vez así, este funcionaría. Tal vez él no se divorciaría de ella. Tal vez, él también querría quedarse con ella... Tal vez, él daría una oportunidad a su relación porque bien del bebé... Ella seguía pensando en eso cuando, de repente, una voz se oyó desde la puerta y rompió todas sus esperanzas e ilusiones... "No quiero a ese niño..." Aquella voz era fría y dura. Stella y Mia miraron en la dirección de la voz. RK estaba en la puerta y la miraba. Su rostro era frío e inexpresivo. No podían saber lo que estaba pensando. Tenía una cara muy atractiva y ojos azules. Eran como las profundidades del océano. Silos mirabas... ...Te podrías ahogar en ellos. Capítulo 2 No soy la mujer correcta RK entró y se colocó delante de Stella. Él parecía un rey que ocupaba la posición más alta del mundo y miraba a la gente como si no fueran insignificantes. Era alto y tenía un aura poderosa. Ella estaba sentada en el sofá, y estaba rodeada por esta. Ella se quedó allí mirándolo, porque sus palabras la habían dejado estupefacta. Nunca pensó que tuviera la sangre tan fría como para no pensárselo dos veces antes de decir algo así. No había vacilado cuando dijo que no quería a ese niño. Ella lo observó, intentó calmarse y contener las lágrimas. No quería parecer débil ante aquel frío hombre. Los dos se miraron sin decir nada... Al cabo de un rato, él se acercó y se sentó frente a ella. Cuando lo hizo, su ayudante Alex Triston puso unos papeles sobre la mesa. Encima de ellos había dos palabras escritas: "Contrato expirado". Alex la miró y dijo: "Srta. Richard, su contrato de tres años con el Sr. RK ha concluido. Ahora solo falta que ambos firmen y lo envíen". Escuchó como él había cambiado su forma de dirigirse a ella, incluso antes de que firmara, por lo que una sonrisa burlona se dibujó en su rostro. Ella estaba segura de que, él no se atrevería a tomarla tan a la ligera, si no fuera porque alguien se lo había ordenado. Por supuesto, ese alguien no era otro que su marido. RK tomó la pluma y firmó sin detenerse ni pensarlo. Cuando terminó, la miró y le dijo: "Puedes quedarte aquí por una semana y buscar una casa..." Ella lo miró a los ojos, los cuales estaban tranquilos como un lago... No había arrepentimiento, tristeza, vacilación... Nada. Era como si él no sintiera nada con respecto a su relación, la cual repentinamente había sufrido un gran cambio... Sin embargo, cuando ese pensamiento se le vino a la mente, se reprendió a sí misma... "Stella, ¿eres una tonta?" "¿Cómo puedes esperar arrepentimiento y tristeza de un hombre con un corazón de piedra?" No obstante, no podía controlar sus emociones... Porque ella lo había amado durante muchos años. No dijo nada y se limitó a observar a esa persona con la que había vivido durante tres años. Había visto su cara todos los días, y aún ahora, cuando lo contemplaba, le seguía pareciendo muy guapo... Pero... Era el hombre que le había roto el corazón en mil pedazos. No quería mostrarse débil delante de él, así que hizo todo lo posible por no llorar. La mano que sostenía la pluma le temblaba... Miró los papeles, vio su hermosa y fuerte caligrafía y firmó. Pero al igual que su corazón, su letra también parecía maltrecha. Ella estaba rota por dentro, pero su rostro no lo demostraba. Después de firmar, respiró hondo y dijo: "Estoy muy agradecida con el Sr. Kingston por dejar que me quede una semana, pero después de que expire nuestro contrato no creo que deba permanecer aquí. Me iré inmediatamente..." Cuando terminó de hablar, miró a Mia y le preguntó: "Mia ¿puedes ayudarme a empacar mis cosas?" Ella la miró, se dio cuenta de lo mucho que intentaba no llorar y le dolió el corazón. No quería hacerlo, pero tenía que ser así. Stella subió para recoger sus cosas y RK la observó, pero nadie podía leer sus emociones. Ella miró la habitación donde había estado viviendo durante tres años y sus ojos se empañaron... No pudo contener las lágrimas. Sabía que su matrimonio terminaría algún día, pero no sabía por qué sentía tanto dolor en su corazón... No tenía muchas cosas que guardar. Se limitó a empacar y no tocó nada de lo que él le había comprado. Ni siquiera una prenda... Mia la miró y no supo qué decir... Stella se secó las lágrimas y le dijo: "Mia no te preocupes. Estoy bien. Es solo que no soy la mujer correcta para él". Después de decir eso, tomó su bolso y bajó las escaleras. **** En la planta inferior... RK seguía sentado en el sofá y la miraba, pero ella no deseaba verlo y estaba dispuesta a marcharse... "¿A dónde vas?" De repente sonó la fría voz de aquel hombre. Ella se detuvo y lo miró... Desde el principio, ella no estaba en buenos términos con su familia y después de su matrimonio, era mucho más difícil tratar con ellos... En cuanto a él, ya se habían divorciado, así que no se sentía obligada a decirle a dónde iba... "No creo que mi paradero tenga algo que ver con el Sr. Kingston. Creo que ahora que ya estamos divorciados y no tenemos nada que ver el uno con el otro, usted debe concentrarse en su futura esposa, y no en su exmujer..." Ella no entendía el comportamiento hipócrita de ese hombre. Cuando estaban juntos y ella estaba en casa ardiendo en fiebre ni siquiera había mostrado preocupación por ella... En ese momento, él estaba ocupado con sus negocios y ganando dinero... No le había importado que su esposa se estuviera muriendo. De repente, ella no supo por qué, o si era una ilusión, pero sintió que después de decir eso sobre una futura esposa, la temperatura a su alrededor bajó mucho... Sintió frío en todo su cuerpo y decidió irse... "Detente... " Capítulo 3 No quiero a ese niño Stella lo escuchó y se detuvo. Albergaba un poco de esperanza en su corazón. Los ojos del hombre eran oscuros y fríos. Estos se llenaron de algunos pensamientos misteriosos y una capa de niebla los envolvió. De repente, dijo: "No quiero a ese niño. No olvides abortar". RK miró a la mujer que tenía delante y se quedó pensando... Sentía que ella era pura y hermosa, por eso no quería que lidiara con su carga. La mano de Stella, la cual cargaba su equipaje, tembló y la pequeña esperanza que tenía se desvaneció... Él le había roto el corazón tantas veces, no sabía por qué, pero todavía le dolía con la misma intensidad cada vez que sucedía... "Booooom". Sus palabras explotaron en su cabeza como una bomba. Apretó la bolsa que sostenía. Y sintió como si alguien la hubiera apuñalado... De repente se rio de sí misma... Se sintió como una tonta. ¿Cómo podía esperar algo de un hombre tan frío con su hijo...? Quería gritarle, pero al final no dijo nada... Él le había dicho una vez que le gustaban los niños y por, pero... Era como si le gustaran, pero no para tenerlos con ELLA... Le dolía mucho el corazón, pero no quería que él viera sus lágrimas. Se dio la vuelta y quedó de espaldas a él. Respiró hondo y dijo: "Sr. Kingston no lo piense demasiado. Yo tampoco lo quiero. Ya había decidido abortarlo". Estaba a punto de irse, pero se paró y dijo: "Una cosa más, espero que no nos volvamos a ver en esta vida..." Después de decir eso, se fue. Al principio, ella no quería dejar ese lugar, pero ahora... Sentía que se estaba sofocando... Sujetó su bolso con fuerza y se marchó sin mirar atrás. RK miró la espalda de la mujer, la cual luchaba por mantenerse derecha y no tambalearse... Sus ojos se oscurecieron y se llenaron de algunas emociones ilegibles... Hasta que la figura de la mujer desapareció de su vista, su espalda tensa se relajó y dijo... "Conduce..." Cuando el hombre dio la orden, el conductor no esperó ni un segundo y pisó el acelerador. Entonces, el coche negro se alejó y desapareció... *Fin del flashback* "Lo siento, no te vi..." De repente un hombre chocó con ella, quien estaba de pie en el pasillo. Los documentos se le cayeron al suelo. Sin embargo, debido a esto ella también volvió a la realidad... "No, lo siento", le dijo, lo ayudó a recogerlos y entró en el ascensor. Cuando la puerta se abrió, Jack Paul, quien estaba afuera, la saludó... La miro con una sonrisa y le dijo: "Stella llegaste. ¿Cómo estás? Eres nueva aquí, si necesitas algo no dudes en decírmelo..." Ella lo miró y asintió. "Estoy bien, gracias". Mientras hablaban, caminaron hasta su despacho y se sentaron. Él la miró y le dijo: "Estoy muy contento de que hayas aceptado mi oferta y hayas vuelto". Le dio una carpeta roja y le dijo: "Estoy seguro de que has oído que alguien quiere comprar nuestra empresa. En esta carpeta están los informes que hice, échales un vistazo". Ella la tomó y asintió. Él continuó: "Hay muchas empresas que quieren comprar la nuestra, pero entre todas ellas están los Grupos RK. No obstante, el precio que nos ofrecieron fue demasiado bajo..." Hizo una pausa y dijo: "Esta vez te pedí que volvieras para que pudieras darle la vuelta a la situación..." "Grupos RK... René Kingston..." Sus manos temblaron mientras sostenía los documentos. Los recuerdos que estaban en lo más profundo de su hermético corazón invadieron su mente... su mente... Ella se tranquilizó y dijo: "Haré lo que pueda". "Está bien". Jack se rio y dijo: "Ahora que has aceptado esta tarea ya no estoy preocupado". Capítulo 4 ¿Por qué vale setenta millones? Al día siguiente, en una cafetería... Stella ya había organizado todo y le pidió al director de negociación de los Grupos RK que se reunieran en una cafetería. Mientras lo esperaba, un hombre vestido con un traje negro y gafas de montura dorada se acercó. Pero cuando… llegó y la vio, se sorprendió. Ella también se quedó estupefacta al mirar a la persona que tenía delante. Porque, quien estaba frente a ella era el asistente de RK, Alex Triston. Por un momento, ambos se quedaron callados. Fue ella quien tomó la iniciativa y dijo: "Cuánto tiempo sin vernos". Él escuchó sus palabras y recobró la compostura. Asintió y se sentó. Ella no perdió el tiempo y fue directo al grano. "Sr. Triston aquí están los documentos, si le parece bien, por favor, fírmelos". Mientras lo decía, los colocó delante de él. Él vio el impactante precio de setenta millones y se escandalizó. "Srta. Richard, los Grupos RK solo pueden ofrecer cuarenta millones. El precio propuesto por su empresa es extremadamente alto". Desde el principio, ella no quería firmar ese contrato. Nunca permitirá que ese hombre se convierta en su jefe. Ella sentía que estaba perdiendo su tiempo, debería buscar alguna otra compañía. "Está bien, pero no podemos firmar". Dijo recogiendo sus cosas y decidida a irse. Alex vio que estaba a punto de marcharse y que no estaba interesada en el trato por lo que se asustó. Se le acercó y la detuvo. "Srta. por favor espere, déjeme llamar y preguntar sobre el precio una vez más". Ella se detuvo y asintió. "Por supuesto". Él caminó hacia un lado y llamó. **** En los Grupos RK, oficina del director general... RK estaba sentado en la cabecera y escuchaba el informe del departamento de marketing cuando su teléfono sonó. Lo miró y colgó. No le gustaba que lo molestaran en el trabajo. Sin embargo, al cabo de unos segundos, volvió a sonar. Los que estaban en la oficina vieron su fría expresión y temblaron. Tomó el teléfono y preguntó: "¿Qué sucede?" Su voz era fría. Alex le informó de toda la situación. "Diles, que eso no va a suceder setenta millones es demasiado. No lo valen". Cuando terminó de hablar, se dispuso a colgar... Pero su asistente le dijo algo que hizo que se detuviera a pensar por un momento. Sus dedos golpearon la mesa y después de un minuto respondió: "De acuerdo, aceptemos setenta millones". Después hizo una pausa y añadió: "Dile que iré a la empresa y que quiero que me explique personalmente por qué vale setenta millones". Después colgó. En sus profundos ojos azules había emociones desconocidas. La gente del departamento de marketing escuchó sus palabras y se sorprendieron. "El director general va a firmar personalmente el contrato". "¿Era esa negociación digna de su visita?". Además, sabían que Raksham no necesitaba involucrarse personalmente en ese trato. Todos ellos cuestionaban la situación. **** Alex no estaba hablando demasiado lejos así que ella pudo oír una parte de su conversación. Ella lo escuchó decir su nombre directamente, a la persona al otro lado del teléfono. Tres minutos después... "¡Srta. Richard, espere! El Sr. Kingston dijo que no tiene ningún problema con el precio. El acuerdo se fijará según los términos de su empresa, firmemos rápidamente para que nadie se eche para atrás". Cuando terminó de hablar, sacó los documentos, firmó y le dio el bolígrafo. Ella se sorprendió un poco al ver su actitud arrogante, era como si ya hubiera comprado la empresa. Miró el bolígrafo aturdida. No se imaginaba que el acuerdo entre los dos fuera a salir tan bien y sin esfuerzo. Ella sintió que había dejado clara su postura al no querer bajar el precio y que se había mantenido bastante firme en su decisión. Pero quien iba a decirlo. RK se había mostrado mucho más firme que ella respecto a la adquisición de la compañía. Incluso aceptó firmar el contrato pagando el precio que ella había establecido. "A él no le gustaba cambiar de decisión pasara lo que pasara. Entonces, ¿por qué lo había hecho?" "¿Era porque, después de vivir con el amor de su vida, él había cambiado?" Pensó... Pero sin importar qué... Ahora, ¿qué podía hacer? Tomó el bolígrafo y firmó. A ella no le importaba nada que tuviera que ver con él...de todos modos, ella no iba a quedarse allí. de todos modos, ella no iba a quedarse allí. Normalmente, ella no querría que él se convirtiera en su jefe, pero... ¿Qué podía hacer? Debía terminar ese trabajo y marcharse rápidamente. Alex guardó los documentos, le dio la mano y dijo: "Srta. Richard a partir de ahora somos compañeros de trabajo en la misma empresa. En el futuro, ¡por favor, cuide de nosotros!" Ella solo le dedicó una sonrisa forzada. Solo su corazón y Dios sabían cuánto deseaba que aquel hombre fuera su jefe. Él la miró y añadió: "Por favor, vuelva rápido a su empresa, el Sr. Kingston estará allí dentro de un rato. Ha dicho que quiere que usted... le explique personalmente por qué vale setenta millones". Tampoco sabía por qué su jefe quería que ella se lo dijera personalmente, teniendo en cuenta lo que había pasado entre ellos. Pero como asistente, solo podía hacer lo que él dijera. ***** De regreso en la empresa... Ella estaba sentada dentro de su coche, pero su mente estaba llena de pensamientos de cómo en el futuro RK se convertirá en su jefe. "¡Ahhh! Stella, eres la mejor. Acabas de cerrar el contrato en cuanto apareciste". El que hablaba era la asistente del director de la empresa. "No sabes, antes de que vinieras, el Sr. Paul había enviado a mucha gente a negociar con el Sr. Kingston, pero él solo bajaba el precio". La abrazó y le dijo alegremente: "Stella eres nuestra estrella de la suerte". Ella bajó la cabeza y no dijo nada, porque eso no era lo que ella quería. Lily continuó: "Acabas de llegar, así que no debes conocer muy bien la ciudad". Mientras decía eso se acercó a su oído y dijo: "Déjame decirte que el Sr. Kingston es el hombre más guapo de ciudad X. No solo es apuesto, sino también rico y competente. Es el hombre de los sueños de muchas mujeres del mundo..." Al oír sus palabras, Stella se quedó sin palabras. "He oído que antes tenía una prometida... Pero la dejó hace seis años", comentó Lily. "¿No se casó con la hermana de esa chica?" Ella no podía creer que aún no se hubieran casado. ¿No se había divorciado de ella porque quería casarse con su hermana? Pensó que ya deberían haberlo hecho, tenido hijos y vivido felices el uno con el otro. "Stella, aquí estás..." Cuando Jack se enteró de que ella había llegado a un acuerdo con los Grupos RK, acudió personalmente a recibirla con una gran sonrisa en la cara. "Stella, no me has decepcionado... Rápido ve a la sala de reuniones y siéntate un rato. El Sr. Kingston llegará pronto y vendrás conmigo para darle la bienvenida..." "No quiero ir..." Inconscientemente, esas palabras salieron de la boca de Stella. Cuando se dio cuenta de lo que había dicho, hizo una pausa y dijo: "Sr. Paul, lamento mi comportamiento, pero no quiero ir..." Su voz era firme. "Como usted sabe yo acabo de regresar a causa de este contrato. Ahora que todo está en marcha, quiero volver a Francia y trabajar en la oficina central de la empresa como antes". Después de su divorcio y de lo ocurrido hace seis años... no quería volver a ver a ese hombre. Sus palabras... "No quiero a ese niño..." Todavía resonaban en su mente. Después de regresar... no quería verlo. Ese hombre de sangre fría y corazón de piedra ya le había roto el corazón mil veces, y no quería volver a experimentar ese dolor. Tal vez en el fondo no era capaz de olvidarlo por completo o tal vez había algo más... Sin embargo, estaba segura de una cosa: no quería encontrarse con él. Si aún quedaba un poco de amor en su interior, quería eliminarlo lo antes posible y mantenerse alejada de él. Jack la miró y le dijo: "No es que no quiera que vuelvas, pero ahora sabes que la compañía fue comprada por el Sr. RK, y si te vas del país o no... Será decisión de él..." ¿Qué? Hace seis años, su matrimonio había estado en sus manos, y ahora su trabajo... Ella se resistía a dejar que él decidiera su futuro... Se sentía como si hubiera caído en una trampa. Ella quería permanecer lo más lejos posible de él. Jack la miró a la cara y supo que no se encontraba de buen humor por lo que le dijo: "De acuerdo, entonces vete y descansa un poco. Después de que el Sr. RK se haga cargo de la empresa, puedes solicitar tu permiso de nuevo..." "Solicítaselo..." Ahora, él decidiría si se iba o no. Cuando pensó en aquello, sintió como si su cabeza estuviera a punto de explotar... Ahora mismo, ella no quería nada... Solo deseaba irse de ese lugar. Sabía que él llegaría en cualquier momento y que existía la posibilidad de encontrarse con él. Así que, al menos por ahora, lo mejor para ella era marcharse lo más rápido posible, para poder evitarlo... No dijo nada y se dispuso a retirarse. Pero justo cuando dio el primer paso, oyó a alguien... "Sr. Rk..." ...... ==== Stella Richard se casó con Rene Kingston en lugar de su hermana Sophia por algunas razones. Pero desde el principio, ella sabe que su matrimonio era solo un contrato por tiempo límite y una vez que se cumplió el tiempo, ella tenía que irse. Para RK, este matrimonio fue solo una carga, pero para ella fue un regalo de Dios. Porque RK era el hombre al que había amado toda su juventud... Entonces, mientras tanto de su matrimonio, Stella hizo todo lo posible para que este matrimonio funcionara. Pero el día que descubrió que estaba embarazada, su esposo le dio el papel de divorcio y le dijo... "No quiero a este niño. No olvides abortar". Estas palabras salen de su boca, como una bomba para Stella, y cambiaron su vida... Ella firmó su nombre en el papel de divorcio y salió de la casa, porque ella no quiere estar con un hombre tan frío. Seis años después, RK compró la empresa en la que trabajaba Stella. Pero Stella hizo todo lo posible por no tener nada que ver con él, porque ella tenía un hijo y no quería que él se enterara de él... Pero un día, cuando Stella recogió a su hijo de la escuela, él la vio... RK su mirada se posó en el niño a su lado, su rostro se veía igual que cuando era joven... ¿Qué sucederá en adelante? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5& LEARN_MORE https://fbweb.manobook.com/14128375-fb_contact-spc Beloved Books https://www.facebook.com/61565799023858/ 569 0 0 1969-12-31 18:00 0 0 0 0 0 0 Learn more 0 fbweb.manobook.com IMAGE https://fbweb.manobook.com/14128375-fb_contact-spcp23_2-240914-core1.html?adid={{ad.id}}&char=060236&accid=911653190288373&rawadid=120212759232960521 1969-12-31 18:00 https://scontent-iad3-2.xx.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461136484_415437618328192_8904917125074079878_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=AJ7KecCbdScQ7kNvgGkbLgH&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent-iad3-2.xx&_nc_gid=AO0euvZH90Fp4vw8d5rJMzD&oh=00_AYBpYOdFDbNBZK8lqMMmzvc-F3Q8NjUGT8r6wd4Mzzlang&oe=671B7B1A PERSON_PROFILE 0 0 0 Beloved Books 0 0 1969-12-31 18:00 View Edit
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Yes 2024-10-20 21:25 active 1671 0 Shop Men's Jewelry "Introducing our newest piece: The St. Christoper Pendant. Made from 925 Sterling Silver, this pendant is meant to last, perfect for travel and daily life." SHOP_NOW https://vincerocollective.com/pages/st-christopher Vincero Collective https://www.facebook.com/vincerocollective/ 198,114 0 0 1969-12-31 18:00 0 0 0 0 0 0 Shop Now 0 vincerocollective.com DCO {{product.description}} https://vincerocollective.com/pages/st-christopher-new-release 1969-12-31 18:00 https://scontent-iad3-2.xx.fbcdn.net/v/t39.35426-6/452571094_891372123019113_7097282952048000146_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=6i7K3Q-LnkQQ7kNvgEu7Asz&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent-iad3-2.xx&_nc_gid=A3rM19sTSh31iEkkvPuPRA1&oh=00_AYA3AJXroyt2cj0lD3HC2JZtGbQeWFRF5YUQa8hPwtKgQw&oe=671B9724 PERSON_PROFILE 0 0 0 Vincero Collective 0 0 1969-12-31 18:00 View Edit
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No 2024-10-20 21:24 active 1671 0 Желания Луны: Дерзкое Предложение Директора Она была пьяна и поздно ночью отправила смелое сообщение своему боссу. Неожиданно ее босс посреди ночи появился у двери ее комнаты и сказал: «Кино нет, но я могу показать вам живую демонстрацию.» ===== Виолетта Хромова, находившаяся в командировке, лежала на кровати в гостиничном номере, постепенно проваливаясь в сон. Внезапный, hо как внутри неё пробуждается необъяснимое желание, oна неосознанно и схватила телефон. Из-за отсутствия контактных линз девушка плохо видела, но, отыскав знакомую фамилию своей лучшей подруги, нажала на неё и отправила сообщение. Несколько секунд спустя она получила ответ. «?» Виолетта нахмурилась и пошутила: «Не делай вид, что не понимаешь! Я в комнате 1501». Отправив сообщение, Виолетта с нетерпением ждала ответа, но тишину нарушало лишь стрекотание сверчков. Когда она собиралась встать с постели, чтобы попить воды, внезапно раздался звонок в дверь. Девушка не придала этому особого значения, oткрыв дверь, Виолетта замерла. «Господин Бролов?» Похоже, он недавно принял душ. Его короткие волосы ещё не успели высохнуть, а тело прикрывал лишь чёрный шёлковый халат. Благодаря своему высокому росту и крепкому телосложению он возвышался над ней и практически перекрывал дверной проём. «Господин Бролов, чем я могу помочь...» Прежде чем девушка успела закончить предложение, mужчина бросился к ней... Освещаемая лунным светом, девушка поразмыслила об этом и наконец, набравшись смелости, обвила его шею руками. Глава 2 Двоякость Вадима Бролова Виолетта проснулась рано утром и обнаружила, лежа рядом с мужчиной. Боже! Что она натворила? Не теряя ни минуты, Виолетта быстро оделась, собрала вещи и побежала к стойке регистрации отеля, чтобы заселиться в другой номер. Пытаясь понять, что, чёрт возьми, произошло прошлым вечером, она проверила свой телефон и обнаружила, что отправленные ею н**ристойные сообщения не дошли до её лучшей подруги Алины Броловой. Оказалось, что Виолетта по ошибке отправила их другому человеку с такой же фамилией - своему начальнику и генеральному директору компании «Эссенция», Вадиму Бролову. Несколько лет назад на встрече школьных выпускников староста класса создал чат-группу и попросил всех добавить друг друга в друзья. Виолетта прекрасно помнила, что Вадим сам добавился к ней в друзья, но за всё время ни разу ей не написал. Девушка в панике провела рукой по своим растрёпанным волосам, пытаясь понять, как могла совершить настолько глупую ошибку. Она вошла в свой новый номер и постаралась успокоиться. Затем Виолетта решительно достала телефон и вышла из группового чата выпускников. После этого она сменила своё имя в соцсетях с Виолетты на Лилию, а фотографию заменила на изображение случайной девушки, которое нашла в Интернете. Теперь Вадим не узнает, кто она. Виолетта решила, что нет необходимости удалять его из друзей. Учитывая, что номер 1501 был забронирован компанией, не должно остаться никаких следов, ведущих к ней. Приняв эти меры предосторожности, Виолетта наконец отложила телефон в сторону и снова уснула. Проснулась она под пронзительный звон будильника над ухом. Сегодня ей с менеджером предстояло пойти в компанию «Грация», чтобы обсудить дополнительное финансирование. Прибыльность проекта снизилась настолько, что он стал убыточным. Партнёры требовали восполнить потери и пригрозили продать свою долю акций, если это не будет сделано. Инвестиционному отделу повезло, что у Вадима был свой частный самолёт, на котором они и полетели в срочном порядке в Донинск. Умывшись и почистив зубы, девушка поспешила в вестибюль отеля с документами в руке. Вскоре после этого Алина спустилась вниз, недовольно пробормотав: «Кирилл продолжает настаивать, что мы ничего не должны восполнять, но я сходила в компанию и проверила договор. На копии было его имя!» «Тсс, Кирилл идёт. Лучше ему об этом не слышать», - предупредила Виолетта. В этот момент она заметила высокого мужчину, выходящего из лифта в окружении группы людей. Это был Вадим. Он сменил шёлковый халат, в котором был вчера вечером, на хорошо сшитый чёрный костюм. Его густые брови были слегка нахмурены, а тонкие губы плотно сжаты, пока он слушал доклад своего секретаря. Проходя по вестибюлю, Вадим даже не взглянул на Виолетту. Его холодность была хорошо известна всем в деловом мире. Выражение этого точёного лица всегда оставалось сдержанным и высокомерным. Вадим мало говорил, но одного его присутствия было достаточно, чтобы температура воздуха вокруг него казалась ниже, чем в остальном помещении. «Боже, какой же господин Бролов красавчик! - взволнованно прошептала Алина, не замечая явного смущения Виолетты. - У нас с ним одна фамилия, но почему мы такие разные? Эй, Виолетта, приём! Ты слушаешь?» Алина коснулась руки Виолетты, возвращая ту в реальность. Виолетта поспешна опустила голову, надеясь, что Вадим её не заметил. Однако, когда группа уже подходила к выходу, он вдруг сказал своему секретарю: «Выясни, кто вчера вечером заселился в номер 1501». Услышав эти цифры, Виолетта почувствовала, будто её ноги налились свинцом. Её разум полностью опустел, и она лишь смутно услышала восклицание Алины: «1501? Там же вчера ночевала Виолетта!» Громкий голос Алины привлёк внимание всех, включая Вадима. К счастью для Виолетты, он быстро потерял интерес и направился к двери, словно ничего не произошло. За ним последовала его свита, и все вместе они покинули отель. Как только они ушли, Алина вопросительно посмотрела на Виолетту. «Это довольно странно, не так ли? Почему господин Бролов интересуется твоей комнатой?» - озадачено спросила она. Виолетта облегчённо вздохнула и ответила: «Из моего номера открывается хороший вид. Может, он хочет там остановиться». «Серьёзно?» «Не забывай, что он генеральный директор!» Алина пожала плечами. Слова Виолетты имели смысл, поскольку она и Вадим принадлежали к двум совершенно разным мирам, и между ними ничего не могло произойти. Внезапно девушка замерла. Oна быстро пролистала документы в руках. «Чёрт!» Вероятно, она оставила контракт в номере 1501, когда поспешно сбегала...... ...... Что будет дальше? Количество глав здесь ограничено, нажмите на кнопку ниже, чтобы установить приложение и продолжить чтение более захватывающих глав! (Вы будете автоматически перенаправлены на книгу, когда откроете приложение) &4& LEARN_MORE https://fbweb.litradnovie.com/14142418-fb_contact- Love Story City https://www.facebook.com/100083614308933/ 19,422 0 0 1969-12-31 18:00 0 0 0 0 0 0 Learn more 0 fbweb.litradnovie.com IMAGE https://fbweb.litradnovie.com/14142418-fb_contact-ruj95_2-0913-core1.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=254141414030583&rawadid=120212602191160752 1969-12-31 18:00 https://scontent-iad3-1.xx.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461677009_1070987478063180_7113663467754399723_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=104&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=4kJJvWOJ0iQQ7kNvgExrkvr&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent-iad3-1.xx&_nc_gid=Atr2HpbkDjAPcNWel4Hocu3&oh=00_AYA-H6gqCcwBElC6FkrwclKHHpuSF1uw9dHgVSJEyhgVGw&oe=671B78E7 PERSON_PROFILE 0 0 0 Love Story City 0 0 1969-12-31 18:00 View Edit
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No 2024-10-20 21:25 active 1671 0 Camiones de Gallery Furniture se dirigen a Carolina del Norte Gallery Furniture ha enviado dos camiones de 18 ruedas llenos de suministros para ayudar a las víctimas del huracán en Carolina del Norte. Los conductores de entrega capturaron la devastación de primera mano. Deje donaciones en Gallery Furniture North Freeway o Gallery Furniture Grand Parkway, abiertos de 9am a 9pm, y haga la diferencia hoy. LEARN_MORE https://es.galleryfurniture.com/pages/hurricane-re Gallery Furniture ESP https://www.facebook.com/Gallery.Furniture.ESP/ 577 0 0 1969-12-31 18:00 0 0 0 0 0 0 Learn more 0 es.galleryfurniture.com VIDEO https://es.galleryfurniture.com/pages/hurricane-relief-effort-24?utm_campaign=hurricane-helene-relief&utm_content=gf 1969-12-31 18:00 https://scontent-iad3-1.xx.fbcdn.net/v/t39.35426-6/464103342_1685250298753318_8895067642515148983_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=102&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=DoomtBsz6uAQ7kNvgGLmyil&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent-iad3-1.xx&_nc_gid=A4kw6Pl9skN07oJb5Itz1L5&oh=00_AYBf9FRYeAAguHrkSAOSeTsN89mno7VlKTD0ndk5S3hTZg&oe=671B93BF PERSON_PROFILE 0 0 0 Gallery Furniture ESP 0 0 1969-12-31 18:00 View Edit
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No 2024-10-20 21:25 active 1671 0 ✨ Own a Piece of Comic Book History! LEARN_MORE https://ratedcomic.com/products/mighty-morphin-pow Rated Comics https://www.facebook.com/RatedComic/ 1,271 0 0 1969-12-31 18:00 0 0 0 0 0 0 Learn More 0 ratedcomics.com CAROUSEL https://ratedcomic.com/products/mighty-morphin-power-rangers-mmpr-118-john-giang-exclusive?_pos=1&_sid=e5baba012&_ss=r 1969-12-31 18:00 https://scontent-iad3-1.xx.fbcdn.net/v/t39.35426-6/464038902_830665619143886_9108529809408257903_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=IyTlsZqXPPQQ7kNvgHg-AsF&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent-iad3-1.xx&_nc_gid=AXakhQwCrcd6TQE_KtQ4cns&oh=00_AYBgSXQHXPs4jfNJx5CFjCDLAEcnMsvSYEUBRWy2oIGLFQ&oe=671B78AD PERSON_PROFILE 0 0 0 Rated Comics 0 0 1969-12-31 18:00 View Edit
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No 2024-10-20 21:24 active 1671 0 Expulsada de casa por sus padres adoptivos, de la noche a la mañana se convierte en multimillonaria... Descubre con sorpresa que no es hija biológica de sus padres, siendo expulsada de casa por una conspiración de su hija biológica y convirtiéndola en objeto de burla. Creyendo ser de origen campesino, descubre inesperadamente que su verdadero padre es el hombre más rico de la ciudad. ===== "Madisyn, te hemos criado durante años y nunca nos imaginamos que fueras capaz de tanta crueldad. Ya no podemos soportar tu presencia en esta casa. Debes irte de inmediato". Declaró la imponente mujer frente a Madisyn Chapman, con una mirada llena de desdén y una expresión fría y amarga; su elegante y delicado atuendo contrastaba bruscamente con la dureza de sus palabras. "Mamá, por favor, fue un accidente. Perdí el equilibrio y me caí por las escaleras. Ella no tuvo nada que ver", una joven que se parecía bastante a esta señora estaba sentada en el sofá, con los ojos llorosos ella intervino. Hace apenas media hora, Jenna Chapman, la hija biológica de los Chapman, se había caído por las escaleras. En ese momento, Madisyn era la única que se encontraba en el piso superior, así que todos creían que la había empujado... Ahora, las miradas que los Chapman le dirigían estaban llenas de veneno y disgusto, un marcado contraste con su actitud de hace una semana, cuando se mostraron renuentes a separarse de ella. Madisyn miró al suelo, mientras en sus ojos brillaba un destello de ironía. Hubo una época en la que ella fue hija única de los Chapman y aunque nunca disfrutó del favoritismo parental, no le faltaba nada: sus necesidades básicas siempre estaban cubiertas. Sin embargo, todo cambió cuando Jeffry Chapman, a quien ella consideraba su padre, sufrió un grave accidente y necesitó una transfusión de s*ngre. Las pruebas y exámenes médicos subsecuentes revelaron una impactante verdad: ella no era su hija biológica. Tras esa revelación, el hombre utilizó su extensa red de contactos para encontrar a su verdadera hija, Jenna. Como la familia Chapman era una de las de mayor renombre en Gemond, la noticia no tardó en difundirse rápidamente. Para manejar la narrativa pública y preservar su reputación, ellos declararon su compromiso inquebrantable con la chica a la que habían criado por años. Afirmaron que la seguirían tratando como su hija por un tiempo, antes de devolverla con su verdadera familia. No obstante, a puertas cerradas, sus planes eran muy diferentes. Solo estaban esperando a que la atención pública se desviara para deshacerse discretamente de ella. Los Chapman culparon a Madisyn por todos los años de dificultades que había pasado su verdadera hija. Por esa razón, cuando esta llegó, sacaron a la usurpadora de su habitación y la relegaron a vivir en un trastero. No conforme con eso, la obligaron a realizar tareas domésticas, dejando en claro que su estatus estaba muy por debajo que el de los sirvientes. Sin embargo, Jenna todavía quería sacarla de la casa, así que puso en marcha varios planes en su contra. Y sus padres se hicieron de la vista gorda; de hecho, apenas podían disimular su desdén por la chica a la que por años consideraron su hija. Esos episodios acabaron con el afecto y las ilusiones que Madisyn tenía sobre su antigua familia; además, alimentaron su resolución para confrontar las injusticias que se le habían impuesto. Cuando la tensión estaba a punto de alcanzar su punto máximo, dijo con seguridad: "Me iré, pero no antes de aclarar las cosas. Me niego a seguir llevando la carga de tus malas acciones, Jenna". La compostura de la aludida vaciló. Bajo la intensa y helada mirada de su acusadora, su cuerpo tembló visiblemente. '¿Qué pasó con la chica que siempre era sumisa?', se preguntó, mientras un destello de maldad brillaba en sus pupilas. Ella era la heredera legítima de todos los bienes de la familia Chapman. En cambio, Madisyn no era más que una usurpadora que estuvo viviendo a sus costillas y disfrutando de sus lujos y comodidades. En ese momento, tomó una decisión: tenía que expulsar a esa impostora de la familia. "Madisyn, no tengo idea de lo que estás hablando. Desde que reclamé mi legítimo lugar, y nuestros padres me han dado el amor que me corresponde, he sentido tu inconformidad. Y a pesar de tus acciones, me he mantenido tolerante, pero hacerme esto a mis piernas... ¡¿Cómo pudiste?! Bailar es mi pasión, la expresión de mi alma. De haber sabido que querías tanto el puesto para la competencia nacional, me habría retirado de la competencia", declaró Jenna, con la voz teñida de confusión. Su insinuación era clara: la había saboteado por celos. La mirada de Phyllis Chapman, madre de la lastimada, se endureció al escuchar eso. Luego, habló en un tono lleno de desdén: "Hija, tú tienes un talento notable que Madisyn nunca podría igualar. Te ganaste tu lugar en la competencia nacional a pulso". Luego, se volvió a la otra y le dijo bruscamente: "¡Tú! ¡Empaca tus cosas y vete de inmediato!". Parecía que la expresión usualmente sombría de Madisyn solo alimentaba su desprecio. En contraste, Jenna, siempre dócil y talentosa, brillaba intensamente a sus ojos. No tenía dudas de que era una verdadera Chapman. En medio del drama que se desarrollaba, Jeffry finalmente rompió su silencio y habló con un tono de marcada decepción. "Madisyn, habíamos aceptado tenerte aquí hasta que el escrutinio público disminuyera, pero ante el terrible resentimiento que le tienes a nuestra hija, no nos dejas otra opción. Te devolveremos con tu verdadera familia hoy mismo". En los ojos de Jenna brilló un destello de triunfo al escuchar que su padre hablaba de la inminente partida de la oportunista. En cambio, el rostro de la expulsada se mantuvo inescrutable mientras subía las escaleras para recoger sus pertenencias. "¿Y si quiere llevarse todo?", preguntó después de un rato la hija de los Chapman, pues la prolongada estancia de la defenestrada en el piso de arriba la inquietó. Después de todo, cualquier cosa de valor que hubiera en esa casa le pertenecía a ella. No permitiría que una impostora se llevara parte de su riqueza. Eventualmente, Madisyn reapareció. Bajaba las escaleras lentamente, con movimientos calmados y medidos. Cargaba una discreta bolsa negra. Durante su descenso, recorrió con su fría mirada la sala, lo que fue suficiente para que Jeffry se sintiera inquieto y desviara la mirada. "¿Eso es todo lo que empacaste? ¿Qué llevas ahí? Muéstramelo", exigió Phyllis con sospecha; había fruncido el ceño al ver el raquítico equipaje. En el acto, su esposo alzó la mano para detener su interrogatorio y dijo: "Déjala en paz". Estaba seguro de que solo se estaba llevando la tarjeta bancaria que le dio, en la que únicamente había cien mil dólares. "Si tienes que revisarla, adelante", declaró la imperturbable Madisyn colocando, sin ápice de duda, su bolsa sobre la mesa. Phyllis, incapaz de ocultar su desconfianza, no perdió la oportunidad de burlarse. "Tal vez te estás llevando algo valioso", murmuró, mientras abría el bolso. Sin embargo, adentro solo encontró un cuaderno, algunas semillas y un pequeño fajo de billetes, nada de los objetos de valor que tanto le habían preocupado. Con el rostro rojo por la vergüenza debido a su falsa acusación, se enderezó y añadió con brusquedad: "Le pediré al chofer que te lleve a tu casa". Jeffry, sintiendo el peso de la situación sobre sus hombros, metió la mano en su bolsillo y sacó una tarjeta. "Madisyn, cuando regreses, escucha a tus padres. Sí, son agricultores, pero... son buenas personas, gente sencilla. Deberías ayudarlos". Ella contempló la tarjeta que le ofrecían con sus hermosos ojos. No perdió la calma al responder suavemente: "Cada uno tiene que cumplir con su propio destino". Acto seguido, empujó la tarjeta hacia el hombre. Luego añadió: "Sin embargo, antes de irme, las cosas se tienen que aclarar. Jenna, ¿cómo fue que te caíste por las escaleras? Esta es tu última oportunidad para decir la verdad". A la aludida le hirvió la sangre, enfurecida por la serena compostura de esa impostora, pues parecía elevarla por encima de los demás, a pesar de sus humildes orígenes. ¡Madisyn no era de una familia rica! ¡Solo era la hija de unos agricultores! "¿Qué estás insinuando? ¿Que me aventé por las escaleras? Mis piernas son mi vida; son esenciales para que pueda bailar. ¿Por qué querría lesionarlas?", soltó, poniéndose más emocionada con cada palabra que salía de su boca, hasta que comenzó a llorar dramáticamente y colapsó en los brazos de Phyllis. De repente, Jenna instintivamente saltó de pie debido a un jarrón roto. El silencio se instaló en la habitación, mientras todos la veían con sorpresa, incluidos sus padres. Su agilidad había sido sorprendente, ¡¿pero no había dicho que no podía levantarse debido a sus heridas?! Capítulo 2 El hombre más rico de Gemond Al darse cuenta de su error, Jenna se desplomó en el sofá, se agarró las piernas con dramatismo y comenzó a quejarse: "¡Ay, mis piernas! ¡Me duelen mucho!". Jeffry, en vez de enojarse con ella por su evidente mentira, culpó a Madisyn: "Por favor, entiende que Jenna es aún muy joven. No le guardes rencor...". "Por supuesto. De hecho, no le guardaría rencor. Después de todo, aprendió ese comportamiento de sus dueños, ¿no?", respondió la fastidiada joven, pues había escuchado esa excusa varias veces. Hizo una última mueca, con la que cortó la tensión en el aire, se colocó su sencilla bolsa sobre el hombro y se dirigió hacia la puerta, con pasos firmes e inquebrantables. No le dedicó ni una sola mirada a la familia que dejaba atrás. Por su parte, los Chapman se quedaron furiosos por sus palabras. Afuera, el chofer esperaba, ajeno al tumulto que se había desatado en el interior de la casa de sus jefes. Desde el regreso de Jenna, el respeto que el personal le mostraba a Madisyn había disminuido considerablemente; por eso, el chofer no la saludó cuando la vio acercarse. La chica ignoró la presencia del empleado y pasó de largo; su postura era impecable y su actitud de evidente resolución. "Me pidieron que te lleve a tu destino", dijo el trabajador, quien se había apresurado a alcanzarla. "No es necesario. A partir de este momento, no quiero tener nada que ver con la familia Chapman", respondió ella, en un tono gélido, girándose ligeramente para verlo. Tras dejar en claro su postura, paró un taxi y le pidió al conductor que la llevara a la dirección que Jeffry le había enviado previamente a su celular. Su destino era un pueblo humilde y en ruinas, que no compartía nada con la opulencia que alguna vez había conocido. Al llegar, notó el mal estado de la casa de sus padres biológicos; además, en el aire flotaban unos sollozos que le desgarraron el corazón. Apenas entró, vio a muchas personas, aunque había un contraste evidente entre ellas: por un lado se encontraba un hombre, vestido con un traje impecable y elegante, rodeado de guardaespaldas; justo enfrente de él había una pareja llorosa, ataviada con la sencilla ropa de los campesinos. Mientras la recién llegada absorbía el surrealista cuadro, el hombre se giró: tenía los ojos enrojecidos y la mirada llena de incredulidad. Luego, corrió hacia ella con los brazos abiertos y, a pesar de su imponencia y altura, declaró con la voz quebrada: "¡Hija mía! ¡De verdad eres tú! ¡No puedo creer que realmente estés viva!". Madisyn se quedó perpleja. ¿Quién era él y por qué actuaba así? Se concentró en la pareja de agricultores, con los ojos llorosos, que tenía frente a ella. Tras unos segundos de vacilación, rompió el silencio con voz temblorosa: "Mamá, papá, ¿qué está pasando?". "No somos tus verdaderos padres. Jenna es la hija legítima de los Chapman, pero tú... tú no eres una de nosotros. Nuestro bebé nació muerto", suspiró el campesino, con la voz cansada por el peso de las verdades no dichas. Luego de una pausa, señaló al hombre bien vestido y añadió: "Él es tu verdadero padre". Los ojos de la joven se dirigieron al desconocido, percatándose de las innegables similitudes en sus rasgos. "Madisyn, cuando te vi por primera vez en el hospital, algo en ti me llamó la atención, aunque lo desestimé entonces", explicó el hombre del traje, con la voz ahogada por la emoción, mientras sacaba un documento de su maletín con la mano temblorosa. "Después de escuchar que los Chapman habían encontrado a su verdadera hija, no pude evitar preguntarme si lo que pasó hace años fue un error. Esta prueba de paternidad confirma mis sospechas: tú eres realmente mi hija". Ella tomó el documento y leyó la irrefutable prueba. De hecho, incluso sin esta, el parecido en sus facciones hablaba por sí mismo. Esa revelación, ese nuevo giro en su ya compleja vida, la abrumó a tal grado que se quedó callada, mientras su cabeza se llenaba con cientos de ideas. "Yo sé que tienes mucho que asimilar, pero te aseguro que todo lo que te digo es verdad. La noche en que naciste, hubo un trágico error en el hospital y, por culpa de la negligencia de una enfermera, la vida de tres familias se entrelazó sin que lo supieran. Lo que pasó fue lo siguiente: el bebé de esta pareja fue declarado muerto y nos lo dieron a mi esposa y a mí por error; tú terminaste con los Chapman, y Jenna acabó aquí", continuó el hombre. "Tu madre y yo estábamos devastados. Pensamos que te habíamos perdido para siempre. No tienes idea de lo mal que la pasó ella. Te está esperando ansiosa en el hotel, feliz de que por fin podrá conocerte", añadió, mientras sus ojos se humedecían. Conmovida por su sinceridad, Madisyn asintió lentamente, aunque su mirada se posó en la humilde pareja. "Todo esto fue un accidente. Ellos también son víctimas de toda esta situación y, aunque no puedo revivir a su hijo, les ofreceré una compensación por su pérdida", prometió él, en tono suave. "No necesitamos ninguna compensación; saber la verdad es suficiente para nosotros", respondió firmemente el campesino, agitando su mano con desdén para restarle importancia al asunto. Su tono dejaba entrever su cansancio y desilusión, pues desde que Jenna, la joven que su esposa y él habían criado como suya, se reunió con su familia biológica, su relación se había deteriorado considerablemente: ella había roto todo contacto con ellos. "Lo mejor es que se vayan a casa. No es fácil que su familia se reencuentre, así que no pierdan su tiempo aquí", dijo, con una expresión mezcla de tristeza y desapego, mientras guiaba a Madisyn y al hombre de traje hacia la puerta. La joven siguió a su padre biológico hasta el reluciente Rolls-Royce estacionado en la acera. La opulencia del vehículo contrastaba enormemente con la humilde casa de la que acababan de salir. "Soy Glenn Johns, tu padre. De ahora en adelante, estoy aquí para ti; cualquier cosa que necesites, no dudes en pedírmela", se presentó él, con voz suave, pero firme. Madisyn se dio cuenta de algo: Glenn Johns no era un millonario cualquiera, sino el CEO del Grupo Johns y, por ende, el hombre más rico en Gemond. Poco a poco, fue asimilando las implicaciones de su nueva ascendencia y cuando esa pesada y profunda verdad se instaló en su cabeza y en su corazón, asintió lentamente. El Hotel Alpenglow era el más lujoso de Gemond. Jenna, envuelta en un holgado vestido Chanel, encarnaba la elegancia, mientras entraba en el gran vestíbulo con sus padres. La ocasión era trascendental. Phyllis acababa de enterarse de que Lynda Johns, vicepresidenta de la Asociación de Danza y jueza de la competencia nacional, estaba en la ciudad. Al instante, la madre vio que tenía una oportunidad de oro: si lograba que su hija estuviera bajo la tutela de tan distinguida figura, prácticamente le estaría asegurando el campeonato. Con eso en mente, hizo que su vástago se pusiera su mejor atuendo y la llevó al hotel. Sin embargo, no se esperó que la recibiría una sorpresa. Madisyn estaba de pie, al otro lado del vestíbulo. A pesar de su atuendo simple, una playera y un pantalón de mezclilla, la serena gracia que poseía hacía que todas las miradas se volcaran en ella. A su lado estaba un hombre trajeado, cuya presencia era impactante, aunque Phyllis no podía ver su rostro desde su posición. "¿Madisyn? ¿Qué está haciendo aquí?", murmuró entre dientes la confundida y molesta mujer. Capítulo 3 Su verdadera familia "Seguramente se filtró la noticia de la llegada de la señorita Johns. Parece que Madisyn también está interesada en aprender de ella. Un momento, ¿y si la señorita Johns no está enterada de que la expulsamos de nuestra familia? ¡Parece que ambas terminaremos siendo sus alumnas!", dijo Jenna en voz baja, con la voz llena de curiosidad y fingiendo inocencia. El rostro de Phyllis se ensombreció a causa de la preocupación, al escuchar a su hija. Aceleró el paso, con la clara intención de interceptar a Madisyn antes de que pudiera establecer conexiones influyentes. Sin embargo, antes de que pudiera alcanzarla, la chica se metió a la Sala de Esmeralda, la habitación más exclusiva y privada del hotel. La mujer se quedó perpleja; ¿qué hacían allí? Jenna la alcanzó, igual de sorprendida que ella, y le compartió sus impresiones: "Mamá, ese recinto no está abierto para cualquiera. Parece que Madisyn está mejor relacionada de lo que creíamos. Supongo que debe tener algunas amistades muy influyentes". "¿Qué clase de amigos podría tener?", murmuró Phyllis amargamente. Al instante, su mente se llenó de suposiciones desfavorables. Ese y otros pensamientos similares la disgustaron profundamente, pero sabía que no tenía tiempo para darle vueltas al asunto. Con urgencia, sacó su celular y marcó el número de Lynda. "Disculpa, estoy ocupada con un asunto urgente", respondió esta, de forma brusca y distante, antes de colgar. Jenna cedió ante la desesperación. Su ánimo se desplomó, así que se cubrió el rostro con las manos. Ni así pudo evitar que las lágrimas se escurrieran por sus dedos. Jeffry la rodeó con sus brazos, y le dijo con una voz suave y llena de seguridad: "No te preocupes, hija. Ya habrá otras oportunidades. Te prometo que encontraremos la manera de contactarte con ella". Mientras tanto, Lynda colocó nuevamente su celular en el cojín que estaba a su lado. Su hermano Glenn había convocado a una reunión familiar urgente, pues después de mucho tiempo, había encontrado a su hija perdida. "Madisyn debe haber pasado por muchas complicaciones en su vida", comentó Kristine Johns, quien estaba sentada elegantemente a su lado. Sus rasgos eran llamativos, su maquillaje exquisito y el vestido que llevaba puesto, bastante lujoso. Y aunque proyectaba la imagen de una dama refinada, su expresión revelaba su profunda preocupación. "Escuché que su antigua familia la trató bastante bien. Puede que no haya enfrentado las dificultades que imaginamos", respondió la reflexiva Lynda. "Es crucial que le brindemos nuestro calor y apoyo", contestó la muchacha, llena de convicción. Lynda le acarició afectuosamente la cabeza a su alumna, orgullosa de su buen carácter. Kristine había sido adoptada por la familia Johns. Su disposición a aceptar a Madisyn resaltaba su espíritu generoso y amable. Quedaba claro que no le preocupaba que el regreso de la chica pusiera en peligro su posición. En una esquina, Elaine Johns estaba sentada en silencio, con la mirada fija en la puerta. Se veía ansiosa y expectante. Kristine captó su intensa mirada y se sintió ligeramente inquieta. Finalmente, la puerta se abrió, la joven que entró era hermosa. Sus rasgos exquisitos y su temple sereno replicaban de forma sorprendente los de Elaine, a tal grado que era innegable su parentesco. Kristine sintió un vacío inexplicable al verla. En contraste, Elaine, incapaz de contener sus emociones por más tiempo, se lanzó hacia ella. "¡Mi hija!", exclamó mientras la abrazaba con fuerza y las lágrimas escurrían por sus mejillas. La chica se quedó momentáneamente atónita por la intensa bienvenida y le dio unas suaves palmaditas a la mujer en la espalda. De repente, una nueva calidez se extendió en su interior. Por fin sabía qué se sentía tener una familia amorosa... "Cariño, primero deja que Madisyn se siente", dijo Glenn con gentileza. Mientras se acomodaban en el sofá, la madre se aferró a su hija, esforzándose por contenerse para que no se le quebrara la voz por culpa de las lágrimas: "Perdónanos por habernos tardado tanto en encontrarte. Debes haber sufrido tanto". "Yo... No te preocupes. Estoy bien". Las lágrimas de Elaine, cálidas y sinceras, goteaban sobre la mano de Madisyn, quien se sentía un poco desconcertada. Sin embargo, conmovida por la muestra de amor sincero, comentó para tranquilizarla: "No llores, mamá. Ahora estamos juntas". La palabra "mamá" causó en Elaine una profunda alegría. "Sí, volviste. Y prometo arreglar todo", dijo con voz temblorosa. Glenn observó el intercambio con una radiante sonrisa. Su entusiasmo era palpable mientras miraba a su retoño. La joven, sintiendo el peso de su mirada, volteó a verlo y musitó: "Ah... Papá". "Estamos tan felices de que hayas vuelto a nuestro lado, mi Madisyn", soltó el sonriente hombre, con el semblante radiante, por la expresión de alegría pura que lo inundaba. "Déjame presentarte a nuestra familia. Esta es tu tía Lynda". La susodicha la miró y le ofreció un leve asentimiento con la cabeza, en señal de reconocimiento; la chica le devolvió el gesto con una calidez educada. Luego, intercambió formalidades con Kristine, quien le dijo con una sonrisa radiante. "No sabes cuánto tiempo llevo esperando para decir esto: ¡por fin tengo una hermana a la que puedo presumir!". "Esta es Kristine. Perdió a sus padres cuando era muy joven y como tu papá y el suyo eran cercanos, la acogimos. Pero si eso te incomoda...", intervino Elaine, con un tono ligeramente dubitativo. "Para nada", la interrumpió suavemente Madisyn, pues entendía la implicación. "También tienes tres hermanos, aunque no están aquí ahora. ¡Nos aseguraremos de que los conozcas más tarde!", continuó la madre, cuyo rostro se había iluminado al notar el asentimiento de aceptación de su hija. "Madisyn, seguramente pasaste unos años muy duros. Empecemos por intercambiar números", sugirió Glenn, sacando su celular. "También pásame tu número", soltó Elaine con entusiasmo, siguiendo el ejemplo de su esposo. La chica accedió y, apenas registró los números de sus padres, aparecieron en su celular dos notificaciones. Cada uno de sus progenitores le había enviado diez millones de dólares por Internet. "Tu madre y te mandé un poco de dinero para que lo gastes en lo que quieras. Si no es suficiente, siempre puedes pedirle más a papá", dijo el sonriente Gleen, con un tono lleno de una generosidad casual. Su esposa no se quedó atrás y añadió: "Ya te compré algo de ropa. ¡Puedes probártela cuando lleguemos a casa!". Esa avalancha de generosidad era desconocida para Madisyn, quien sintió que una calidez, que desconocía hasta ese momento, la envolvía. En contraste, Kristine estaba inquieta y sorprendida. Glenn y Elaine acababan de transferir casualmente veinte millones de dólares a esa chica, una suma que eclipsaba su propia mesada mensual, que en honor a la verdad era relativamente modesta. ¿Acaso se mostraban tan generosos con Madisyn por ser su hija biológica, mientras que a ella la trataban diferente por ser adoptada? Capítulo 4 Su hermano Durante toda la comida, Elaine y Glenn se turnaron para llenar el plato de Madisyn, hasta que tuvo una montañita de alimentos frente a ella. Por supuesto, cuando la joven terminó de comer, se sentía satisfecha y, sobre todo, reconfortada por la novedosa muestra de afecto, expresada con cada platillo que sus padres le ofrecían. Repentinamente, sonó el celular de Glenn, interrumpiendo el momento. El hombre miró en la pantalla el nombre de la persona que lo contactaba y, al instante, una amplia sonrisa se extendió por su rostro. "Madisyn, el más joven de tus hermanos mayores está llamando. Seguro está ansioso por conocerte", declaró. Apenas aceptó la videollamada, una voz rebosante de entusiasmo se escuchó fuerte y claro: "¿La encontraste? ¡Ya quiero verla!". Glenn miró a su hija, y apenas esta le dedicó un tímido asentimiento, él apuntó la cámara hacia ella y la presentó: "Esta es tu hermanita, Madisyn". "¡Sí, definitivamente somos parientes!", dijo el rostro en la pantalla, que se había iluminado con una sonrisa traviesa. El corazón de la aludida dio un vuelco al reconocerlo: frente a ella estaba Waylon, el famoso y premiado actor. En un instante, su mundo se expandió: parecía que sus conexiones familiares llegaban a ámbitos que nunca había imaginado. "Hola", saludó la chica, en un susurro. "Madisyn, estoy atrapado en el set ya mismo, así que no puedo regresar, ¡pero pronto te enviaré algo especial!", respondió Waylon Johns, cuya emoción y cariño eran palpables a través del celular. A pesar de su recién descubierto vínculo biológico, la calidez del hombre fue inmediata y genuina. De hecho, tanto él como sus hermanos habían deseado por mucho tiempo tener una hermana menor. Aunque tenían a Kristine, sus padres la adoptaron cuando ya no era una bebé; además, no estaba relacionada con ellos por sangre, lo que hacía que no fueran tan cercanos. De repente, como si se le hubiera ocurrido algo, Waylon le habló al hombre, de porte noble y expresión distante, que estaba a su lado: "Andrew, mira a mi hermana. ¿No es adorable?". Andrew Klein, conocido por su presencia reservada e imponente, volteó a ver el dispositivo. En el momento en que vio a la chica que estaba en la pantalla, su mirada despreocupada se congeló. El largo y suave cabello de Madisyn caía sobre sus hombros y sus delicadas facciones, que indudablemente evocaban los genes de la familia Johns. Su apariencia era verdaderamente cautivadora. De hecho, sus ojos color ámbar, que tenían un toque de pereza e indiferencia, parecían calmar la habitación misma. En contraste, los ojos de Andrew eran profundos y penetrantes. La chica mantuvo la compostura mientras continuaba la videollamada, pero la reacción de Kristine fue menos controlada. Ante la mención de "Andrew", su cuerpo se tensó y sus ojos se clavaron en la pantalla, en donde vio al susodicho, tan imponente como siempre. Consciente de su actitud distante, creyó que no le prestaría mucha atención a Madisyn. "Hola", saludó Andrew, brevemente y en voz baja. Al escuchar eso, la incómoda Kristine se clavó las uñas en sus palmas. Luego se tranquilizó, repitiéndose mentalmente que el gesto del hombre no era más que una mera formalidad. Por su parte, Madisyn respondió con un asentimiento cortés, mostrando un comportamiento calmado y reservado. Acto seguido, Waylon continuó hablando con su hermana, hasta que Glenn intervino, recordándole que esta tenía que comer. Aunque su padre le había colgado, el hombre seguía visiblemente encantado. Volteó a ver a su amigo y le dijo con una sonrisa: "Esa es mi hermana menor, que estuvo perdida por muchos años. ¿No te parece adorable? Necesito terminar rápido las escenas de hoy, porque me muero de ganas de regresar y conocerla en persona". Luego, le lanzó una invitación casual a Andrew: "Oye, ¿no quieres acompañarme?". Sabía que era una posibilidad remota, pues este evitaba las visitas a la residencia de la familia Johns, por culpa del evidente afecto de Kristine. Anteriormente había existido un posible arreglo de matrimonio entre las familias Johns y Klein, pero era meramente un acuerdo verbal hecho por los ancianos. Los Klein, una familia prominente de Ansport, estaban muy por encima de los Johns, radicados en Gemond, en estatus e influencia, una brecha que Kristine parecía ignorar, pues se aferraba a la idea de casarse con el joven heredero, Andrew. "Claro, hace tiempo que no veo a tus padres", respondió él. '¿Lo dice en serio?', se preguntó Waylon, parpadeando ante la repentina aceptación. Capítulo 5 La tonta arrogante Una vez que terminaron de comer, los Johns se dirigieron a su enorme mansión, que eclipsaba la sencilla villa de la familia Chapman, tanto en escala como en esplendor. La finca exudaba una elegancia majestuosa, que replicaba la de un castillo. Elaine acompañó ansiosamente a Madisyn a través de los vastos pasillos, hasta que llegó a una habitación que había preparado especialmente para ella. El lugar era la viva imagen de elegancia femenina, pintado con delicados tonos pastel y adornado concienzudamente con detalles exquisitos. La chica se quedó sin palabras ante el aire de feminidad que inundaba la estancia. "Hija, ¿te gusta?", le preguntó suavemente la mayor, con ojos expectantes. "Sí, me encanta", respondió ella, con un ligero toque de impotencia. Su madre le dedicó una brillante sonrisa, le apretó la mano suavemente y comentó con alegría: "¡Me alegra oír eso! Si necesitas algo, solo dímelo". Tras un segundo, añadió: "Ahora, déjame mostrarte las prendas que tu padre y yo escogimos para ti!". Acto seguido, Elaine abrió las puertas del clóset con un gesto grandilocuente. Los ojos de Madisyn se agrandaron al ver la variedad de ropa en su interior: había filas de vestidos exquisitos y opulentos que brillaban bajo la tenue iluminación. "Y esto es solo el comienzo. Mañana llegarán más", anunció la madre. "Gracias, mamá, pero... ¿no crees que es demasiado?", sondeó la joven. Su progenitora se rio ligeramente, desestimando su preocupación. "¡Nunca! Una chica nunca tiene suficientes vestidos. Más tarde iremos de compras, para que puedas añadir cualquier cosa que te guste", declaró con una generosa sonrisa. La muchacha, aunque abrumada, se sintió profundamente agradecida por todos sus gestos y atenciones. Elaine había planeado esperar unos días antes de cambiarle el nombre a su recién encontrada hija. Sin embargo, Madisyn, al sentir el amor genuino de sus padres biológicos, no vio razón para retrasarlo. Esa misma tarde visitaron el Registro Civil, donde ella adoptó oficialmente el apellido Johns, convirtiéndose en Madisyn Johns. Una vez que completaron los trámites legales, Elaine apretó su mano y le dijo con la voz llena de emoción: "Cariño, llegó el momento de que vayamos de compras; seguro que encuentras algo que te guste". Glenn les dedicó una mirada tierna y luego expresó con un tono de arrepentimiento: "Disfruten mucho de la experiencia. Yo tengo trabajo esta tarde y no puedo acompañarlas. Aquí tienen diez millones. Cómprense lo que les guste". Madisyn, quien ya se estaba acostumbrando al opulento estilo de vida de su familia, tomó la generosa suma, mientras le daba las gracias a su padre. Él le acarició la cabeza con cariño; en sus ojos brillaba el afecto paternal. El Centro Comercial Moonshine era el más exclusivo de Gemond. La madre llevó a su hija hasta la elegante boutique de Chanel. Sus ojos se llenaron de emoción al imaginársela vestida con cada una de las prendas. Rápidamente le escogió una variedad de atuendos y le dijo: "Cariño, pruébate estos. Si te quedan bien, nos llevamos todo". Madisyn, se sintió algo abrumada, pero quería complacer a su madre, así que agarró la ropa. Estaba a punto de dirigirse al probador cuando notó que Phyllis y Jenna se acercaban. Phyllis había llevado a su hija, que claramente estaba de mal humor, de compras, con la esperanza de levantarle el ánimo. Cuando vio a la joven a la que le había hecho la vida imposible, Jenna exclamó con incredulidad: "¿Madisyn?". Elaine se giró al escuchar que alguien llamaba a su niña y reconoció al instante a ese par. Su expresión se suavizó, pues reconocía el papel que la familia Chapman había tenido en la crianza de su vástago. De hecho, Glenn ya había acordado trabajar con la empresa de la familia Chapman por haber criado a su hija durante todos esos años. Esa era la razón por la que había regresado ese día más temprano a la empresa: para discutir con Jeffry su futura cooperación. Elaine se estaba preparando para saludar cálidamente a Phyllis y Jenna, e incluso pensó en cubrir sus compras en la tienda como un gesto de buena voluntad, cuando el tono de la más joven cambió bruscamente. "Madisyn, ¿qué haces aquí? Esta es una boutique Chanel. ¿Acaso te alcanza para comprarte lo más barato?". Phyllis escrutó a la atacada. Estaba confundida por verla ahí y pronto su rostro se ensombreció, pues recordó la escena que había presenciado en el Hotel Alpenglow más temprano. "¿Por qué no estás con tus padres pobres? ¿De dónde sacaste el dinero para comprar artículos de lujo?", la cuestionó. "Lo que yo haga ya no es de su incumbencia", respondió la ofendida, sin atisbo de calidez y con una expresión de helada indiferencia. En ese momento, la visión que Madisyn tenía sobre la familia Chapman se rompió y le quedó claro que muchos años les había dado su lealtad, sin reciprocidad alguna. De hecho, había elevado su modesto negocio a una empresa cotizada en bolsa, creyendo que con eso pagaba la deuda de gratitud por haberla criado. Sin embargo, los Chapman no eran conscientes de su ayuda. La expresión de Elaine se volvió severa al escuchar las duras palabras de Phyllis. Siempre había creído que esa familia había tratado a su pequeña con amor, pero la realidad que tenía frente a ella era completamente diferente: no se preocupaban por ella, sino que la trataban con franca hostilidad. "Disculpe, entiendo que esta joven fue una vez una hija para usted, ¿por qué la está tratando así ahora?", intervino, incapaz de contener su consternación. Como había conseguido captar una audiencia, Phyllis exhaló profundamente, y, con una expresión de dolorosa resignación, dijo: "De hecho, hubo una época en la que ella fue como una hija para mí. Señora, déjeme advertirle algo: no se deje engañar por su apariencia. Es una mentirosa compulsiva que se atrevió a robarle dinero a su propia familia. ¡Es una desgracia!". Tras tomar un respiro, siguió con un tono de fingida angustia: "Al descubrir sus terribles acciones, me decepcioné profundamente de ella y no me quedó otra opción que expulsarla de mi familia, a pesar de todos los años que pasamos criándola como una de los nuestros". Phyllis estaba decidida a dejar mal parada a Madisyn de todas las formas posibles, para que ninguna dama adinerada la tuviera en alta estima. No podía permitirse que se corrieran los rumores de que era demasiado dura con la chica a la que alguna vez había tratado como su hija. Para hacer sus palabras más convincentes, incluso se secó los ojos, fingiendo que se enjugaba las lágrimas, para subrayar su supuesta desesperación. Phyllis la estaba desacreditando activamente frente a su madre. La expresión de Madisyn se endureció, y un destello de ira comenzó a arder en sus pupilas... ...... ==== Madisyn se quedó de piedra al descubrir que no era hija biológica de sus padres. Luego la verdadera hija de esa familia le tendió una trampa, haciendo que la echaran de casa y se convirtiera en el hazmerreír de todos. Creyendo que era hija de campesinos, Madisyn se sorprendió al descubrir que su verdadero padre era el hombre más rico de la ciudad y que sus hermanos eran figuras de renombre en sus respectivos campos. Todos la colmaron de amor, solo para enterarse de que Madisyn tenía un próspero negocio propio...... ¿Qué sucederá en adelante? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &3& LEARN_MORE https://fbweb.manobook.com/14248375-fb_contact-spp Mobo-Reader:Funny Reading https://www.facebook.com/100077707484555/ 39,210 0 0 1969-12-31 18:00 0 0 0 0 0 0 Learn more 0 fbweb.manobook.com IMAGE https://fbweb.manobook.com/14248375-fb_contact-spp65_2-0921-core2.html?adid={{ad.id}}&char=331118&accid=1200042107899505&rawadid=120210514811490639 1969-12-31 18:00 https://scontent-iad3-1.xx.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461584725_838916898311282_6860634301434610552_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=110&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=l488hzhNBuwQ7kNvgEo87PM&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent-iad3-1.xx&_nc_gid=A2i4V9WAgg0PEk9uAI6CaqU&oh=00_AYAbtJlvDU_iaSHzkwDy0RHSVnQOLoBou8t4bRKRnWv5Pg&oe=671B895C PERSON_PROFILE 0 0 0 Mobo-Reader:Funny Reading 0 0 1969-12-31 18:00 View Edit
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No 2024-10-20 21:24 active 1671 0 Read next chapter👉 “President, look at your ex-wife’s social media platform!” "Leaving the capital has nothing to do with me!" "In the photo, she is holding a child who looks very similar to you. Doesn't it matter?" He immediately dropped the document and rushed out! ============= Chapter 1 Ex-girlfriend Returns Raegan Hayes was a little absent-minded at the moment. All she could think of since this afternoon was the doctor's words. "Congratulations! You are going to be a mom." Suddenly, Mitchel Dixon pinched her arm. His low voice came the next second. "Come back to earth. What are you thinking about?" Mitchel was her husband. They had been married secretly for two years. He was her superior at work, the president of the Dixon Group. Everything had happened so fast. She was newly employed in the company when they unexpectedly got married. At that time, Mitchel's grandfather fell seriously ill. It was then he proposed a fake marriage just to fulfill his grandfather's dying wish. They signed a prenup, agreeing to hide their marriage from the public. Their union could be terminated at any time. It was an unconventional thing to do. However, Raegan only considered herself lucky at that time. Never in a million years did she think she would ever get married to the man she had a crush on for eight years. She delightfully agreed. After their marriage, Mitchel was very busy. He spent most of his time working. Raegan wished she could spend more time with him at home. However, she was rest assured because there hadn't been any rumors or scandals about him with women in the past two years. Except for his mild indifference, Mitchel was a perfect husband. Raegan had mixed feelings as she stared at the medical report. In the end, she decided to tell Mitchel this news. She also wanted to tell him that she hadn't learned about him for the first time two years ago and that she had been crushing on him for many years before then. Just then, Mitchel’s phone rang. He went to the balcony and answered the phone. Raegan checked the time and found that it was already midnight. She felt a little uneasy. Who would call Mitchel at this hour? Mitchel spent a few minutes on the balcony. Thereafter, he returned and changed into formal attire. His handsome face which had a clear outline made him look dignified. He was something to see now. "Don't wait up for me. Good night," he said finally. What? He was on his way out? At this hour? Raegan's grip on the report tightened as she stared at him in disappointment. Unconsciously, she withdrew slightly. After thinking for a while, she blurted out, "It's already so late." Mitchel's fingers froze on his tie. With a faint smile, he pinched her earlobe and said, "Be good, okay? There's something I have to do. Don't wait up." With that, he headed for the door. "Mitchel." Raegan quickly ran and caught up with him. Mitchel turned around and looked at her seriously. "What's the matter?" There was a tinge of coldness to his voice. An icy cloud hung over them as they stared at each other. A little distressed, Raegan asked in a low voice, "I would like to visit my grandma tomorrow. Can you accompany me there?" Her grandmother always wanted to see her. As a result, Raegan wanted to take Mitchel there to assure her grandma they were happy. "Let's talk about it tomorrow, okay?" Without agreeing or declining, Mitchel left in a hurry. Several thoughts were threading Raegan's mind. She couldn't sleep a wink. After tossing and turning for a long time, she went to the kitchen and made herself a warm glass of milk. A few notifications from some online blogs came into her phone. However, she wasn't interested in them. She was about to swipe them away when one of them caught her attention. The familiar name made her click on it. The news read, "Famous designer, Lauren Murray was spotted at the airport with her mysterious boyfriend earlier today." Lauren was wearing a bucket hat. The man's figure was vague, but the outline of his body was enough to show that he was dashing. Raegan zoomed in on the picture. The next second, her heart dropped. Mitchel was the man in the picture! So, he canceled the afternoon meeting just to go pick up his ex-girlfriend from the airport? This realization settled like a boulder in Raegan's gut, rendering her flustered. Her hands trembled. Subconsciously, she dialed Mitchel's number. The dial tone brought her back to her senses. Just as she was about to hang up, the line connected, and a voice came from the other end. "Hello!" It was a particularly gentle woman's voice. Raegan froze for a second and then threw the phone away. She suddenly felt sick in her stomach. Covering her mouth, she ran into the bathroom and threw up in the toilet bowl. The next morning, Raegan went to work on time. Mitchel had tried to get her to stop working after they got married. Stubbornly, she insisted on making her own money. Mitchel didn't kick against her decision, but he asked her to work as his assistant, helping him with the daily chores. The head assistant, Matteo Jenkins was left to take care of the major affairs Mitchel had. Matteo was the only Dixon Group employee who knew about their marriage. Since inception, only male assistants were hired for the president's office. Reagan was the first and only female. Her employment broke the protocol. As a result, other workers couldn't help but wonder if she was involved with Mitchel. It took a while before they realized that Mitchel never gave Raegan special treatment. Strangely, this made them despise her even more. After all, no one would last long in anything while taking advantage of their looks. At this time, one of Raegan's colleagues handed her a document and ordered her to take it to Mitchel's office. Mitchel didn't return home last night. Raegan was so worried that she didn't sleep at all. All she kept thinking about was the woman who answered his phone when she called. What was her relationship with Mitchel? Raegan already knew the answer to that, but she was still in denial. It was difficult for her to come to terms with that fact. Raegan tried to remain calm now. She reasoned that no matter what happened, she deserved a result that would be rewarding for all the years she spent loving Mitchel. This couldn't be all for nothing, right? She pressed the elevator button calmly and went up to the president's office. Before she walked out of the elevator, she smoothed her hair to make sure she looked good. She had arrived at the office, only to see that the door was ajar. A man's voice came. She halted instantly. "Come on, man! Do you have any feelings for Raegan or not?" The voice belonged to Luis Stevens, a childhood friend of Mitchel's. "What do you mean exactly?" Mitchel asked in a cold voice. "You know exactly what I mean!" Luis clicked his tongue impatiently and added, "I think Raegan is a good girl. Isn't she your type?" "Do you want me to hand her over to you?" Mitchel asked carelessly. "You know what, forget it!" The scornful laughter of Luis sounded particularly harsh in Raegan's ears. They were talking about her as if she were an object. Raegan took a deep breath and tightened her grip on the document. Soon, Luis's voice was heard again. "By the way, I saw the gossip news about Lauren's mysterious boyfriend this morning. That was you, right?" "Yes." "Well, well, well! That woman still has you wrapped around her little finger. You always want to please her." Luis sighed and continued to tease Mitchel. "As the old saying goes, absence makes the heart grow fonder. Tell me, did you two..." Their conversation was like a thunder exploding over Raegan's head. Her face turned pale and her body was as cold as ice. The woman was indeed Lauren! Absence made the heart grow fonder! Every word drove a knife into her heart. Several whispering voices filled her head at this time. She suddenly felt light-headed. Her vision became blurry. She held the wall and took a step backward. Suddenly, the door was opened from inside. "Raegan?" Chapter 2 One-sided Love Luis was the one who opened the door. It appeared he was on his way out. Raegan balled her hands, turned to him, and nodded. "Hey, Mr. Stevens!" Without waiting for him to respond to her greeting, she walked past him and entered the office with the document. Mitchel was seated behind a large luxurious desk. In an expensive suit and matching tie, he looked particularly handsome. Raegan noticed it wasn't the same suit he had on when he left home last night. How did he get changed? With her eyes lowered, she swallowed that question and said instead, "Mr. Dixon, this is from the Marketing Department. Please sign it." Mitchel was expressionless as he signed the document at a glance. Raegan walked out the door as soon as he handed the document back to her. Luis was still standing at the threshold. It wasn't until she went out of sight that Luis turned to Mitchel and said in a hushed tone, "Do you think she heard us?" Mitchel's appealing eyes were expressionless at the moment. Obviously, he wasn't paying attention to what Luis was saying. To Mitchel, Raegan had always been docile and never felt jealous of anyone. Her strict obedience was all Mitchel demanded from her in exchange for treating her well. In the elevator. Raegan held her breath just to hold back her tears. Unfortunately, it didn't work. She had thought two years would be enough for Mitchel to realize how much she loved him and reciprocate her love. Now, it turned out that was just a pipe dream. She realized she would always play second fiddle to Lauren, Mitchel's true love. Reagan wiped her tears when the elevator halted. Save for her pale face, she looked normal when the doors opened. She dragged herself to the break room, intending to make herself a cup of tea. Several employees were chatting inside. "Guys, have you heard? Lauren Murray is back." "And who is that?" "Oh, my! You don't know her? Lauren is the heiress of the Murray Group as well as a world-class designer. Most importantly, she's the only girlfriend Mr. Dixon has ever shown off in public. She's his first love!" "Why is her return such a big deal? Isn't it rumored that there is something between Mr. Dixon and Raegan?" "Raegan? She's nothing to Mr. Dixon. Mr. Dixon never admitted that he was dating her. And that is no surprise to me. After all, look at her. She's not even that beautiful. Yet, she behaves as if she's already Mrs. Dixon. What a fool!" Standing at the door, Raegan smiled with self-mockery as she listened to them. It turned out everyone else saw the truth except her. The love was one-sided. "Ha-ha, have you finally woken up from your wild dream, Raegan?" A voice of mockery suddenly came from behind. Raegan turned around to see Tessa Lloyd, Mitchel's cousin, who had always despised her. Tessa must have also heard the employees gossiping. The last thing Raegan wanted to do now was argue with Tessa in the company. She turned to leave, but Tessa blocked her way. With a cup of coffee in her hand, Tessa uttered sarcastically, "Lauren is back now. Do you think Mitchel will still give you any attention?" Raegan said nothing to that. Seconds later, Tessa continued the ridicule. "Maybe it’s time for you to seek out another man, you pathetic fool." Raegan clenched her fists and said coldly, "Ms. Lloyd, if you are interested in that kind of thing, feel free to pursue it yourself." "You..." Raegan's retort made Tessa's face change. The next second, Tessa raised her hand and emptied the cup of coffee on Raegan. Raegan didn't think for a second that Tessa would do something so crazy. She held up her arms just to block the liquid from her face. In no time, the coffee drenched her clothes. Raegan frowned. "What did you do that for? Are you out of your mind?" It was lunch break and many employees were free to watch the drama. Tessa was even more complacent when she saw growing onlookers. She put on a mean-girl look as she said, "What makes you so smug every day, huh? Do you seriously think that others don't know you are just an orphan? The nerve of..." Tessa was silenced by Raegan’s shove. Her jaw dropped to the floor. She had never expected that Raegan, who was so quiet and timid, would shove her. Tessa stuttered, "You... You pushed me? How dare you!" Raegan eyed her and replied, "Yes, I did! It seems you need to be taught simple politeness." Indeed, she lost her parents when she was a child. But that didn't mean she would allow someone to walk over her for it. Wrinkles appeared on Tessa's face as she frowned in anger. As Mitchel's cousin, she was used to being fawned over and respected. This was the first time she had been treated like this. Tessa charged at Raegan like a raging bull, poised to retaliate. This time, Raegan was fully prepared for what was coming. She grabbed Tessa's wrist so that the latter couldn't move another inch. Tessa was shorter than Raegan. As a result, she struggled like an octopus that had one of its tentacles stuck in a fishing trap. Tessa cursed angrily, "How dare you put your hands on me? Who do you think you are?" These harsh words attracted more people to the break room. "That's enough!" Out of the blue, a baritone came from behind. Mitchel had left his office and ran into this hullabaloo. The entire room fell silent. "Mitchel?" Tessa's blood ran cold at the sight of Mitchel. She had always been scared of him. Her mother also warned her against provoking him. But when she remembered that Raegan humiliated her, she put on a pitiful expression and sobbed. "Mitchel, she bullied me." The sunlight from outside fell on Mitchel's handsome face. Raegan felt so grieved all of a sudden, and lowered her head to look at her clothes which were soaked with coffee. Their gaze met in the air. With a deep frown, Mitchel looked at Raegan and said, "Raegan, have you forgotten the rules of the company?" His ruthlessness made Raegan's breathing cease. She couldn't believe her ears. No one dared to make a sound at this moment. Raegan just stood straight there with her slender figure. When she got employed here, Mitchel had told her that the Dixon Group wasn't a place for her to mess around and that he would not tolerate her making any mistakes. Raegan could understand why he took this stand. However, at this moment, she was desperate to know whether Mitchel had heard those hard words Tessa scolded her or he was just pretending not to have heard because he agreed to those words. Was she truly insignificant to him? Scared to death by Mitchel's rage, the crowd soon dispersed. A few employees were bold enough to peep from a distance, unwilling to miss the good show. Mitchel's cold eyes made Raegan shiver from head to toe. Raegan pinched her palm to suppress her emotions as she looked at Tessa. "I'm sorry, Ms. Lloyd. As an employee of the Dixon Group, it was wrong of me to have offended you." Eyeing Raegan, Tessa raised her chin complacently. "Humph! Don't think you'll be let off the hook just by making a simple apology. I don't buy..." "The offence has nothing to do with the company. Personally, I refuse to apologize to you. Now, if you'd excuse me," Raegan chimed in. She then walked past Mitchel without sparing him another look. "You..." Tessa's face turned blue after hearing what Raegan said. Never in her years of being alive had she been so humiliated. She was always the bully, not the victim! The humiliation was so much that scolding Raegan wouldn't appease her anger. Pointing in Raegan's direction, Tessa shouted, "Mitchel, did you hear what that woman just said? She humiliated me, yet she's still so arrogant. Call her back. I have to teach her some manners!" Mitchel, staring at Raegan's thin back, had an ambiguous expression at this moment. "Enough!" he said coldly, raising his hand. As someone who lived and breathed drama and cruelty, Tessa didn't think Mitchel was partial to Raegan just now. She assumed that Mitchel didn't care about Raegan at all. Tessa gritted her teeth and said viciously, "Next time, I'll get someone to teach her a lesson." "Tessa!" Mitchel's tone and squint made it a reproof. Tessa trembled at once. With a somber face, Mitchel said, "I'll only say it once. Forget about what happened here today. Leave Raegan alone." The aura he exuded made her tongue go dry. All the vicious ideas she had in store against Raegan disappeared in an instant. She stammered, "Ok... Okay, got it..." Mitchel cast a cold glance at her and spoke to Matteo. "Irrelevant people wouldn't be allowed in here from today onwards." Without catching the drift, Tessa flattered Mitchel. "Nice call. This is a top company. Not everyone gains access in here." Matteo nodded to Mitchel and then walked over to Tessa. He gestured to the exit. "Ms. Lloyd, this way, please." It wasn't until this moment that Tessa realized that she was the irrelevant person Mitchel just mentioned. She tried to speak to him, but Matteo blocked her way. The security guards then escorted her out. They showed her no mercy. Her struggle was useless. Meanwhile, Raegan got changed when she returned to her office. Her heart was filled with sadness as she thought of how Mitchel looked at her minutes ago. Closing hour soon rolled by. Raegan took her bag and headed for the exit. However, Matteo stopped her. He said, "Mr. Dixon has something urgent to deal with, so he asked me to drive you home." Raegan declined the ride without thinking twice. She was blind before, but now she could see through the situation. In Mitchel's eyes, she was just a nobody. How could Mitchel agree to accompany her to visit her grandmother when he didn't even care about her? Upon arriving at the hospital, Raegan saw that the nurse was about to feed her grandmother dinner. Raegan took the job over and did it by herself. All her life, her grandmother had been living in the countryside, enjoying a quiet life. Everything changed last month when her routine medical checkup showed that she was in need of medical care. Raegan insisted on bringing her to the city for better treatment. Her grandmother wasn't aware of her marriage to Mitchel. Raegan had planned to surprise her today. But as it turned out, that was no longer necessary. Raegan waited for her grandmother to fall asleep before she left. She walked out of the hospital and waited for a taxi. In the distance, a black luxury car pulled into the entrance of the hospital. Raegan's eyes lit up when she saw it. She recognized that car as Mitchel's. Did he come to pick her up? At this moment, she forgot all the pain she had been feeling. Were her thoughts about him all wrong? Did he care for her, contrary to the gossip? The door of the driver's side opened and Mitchel got out. Raegan started walking toward him with her heart brimming with joy. Suddenly, she stopped dead in her tracks. Mitchel had just walked over to the other side and carried a woman out of the car. Worry and compassion were written all over his handsome face. This wiped the smile on Raegan's face. Her heart sank. Chapter 3 Let's Divorce Mitchel's tall and straight figure got closer and closer to Raegan. And then, without saying a word, he strode past Raegan. It was hard to tell if Mitchel saw Raegan or just ignored her. Regardless, Raegan noticed that the woman in his arms was the same one who had been photographed with him yesterday. She was Lauren. Raegan's shoes felt like they were made of lead as she walked away. She lost all awareness of her surroundings. She got into a taxi absentmindedly. Suddenly, the driver uttered, "Ma'am, where to?" Raegan was stunned for a moment. She didn't want to go back to Serenity Villas. It was only a matter of time before that place stopped being her home. After a while, she replied, "Please take me to Crystal Bay." She had purchased an apartment at Crystal Bay after getting married to Mitchel. At the time, she had hopes of bringing her grandmother to the city, so she bought the apartment on mortgage. It wasn't that big, but it had more than enough space for two people. Mitchel didn't understand why she wanted to buy an apartment. He offered to give her a bigger one, but she declined. Looking back now, she realized that buying that apartment was the only wise decision she had ever made in the last two years. When she arrived at the apartment complex, Raegan sat in the park alone, trying to cool herself down. The memories of the past two years were bittersweet. Two years had passed in the blink of an eye even though it was more than seven hundred days and nights. Love could move mountains, they said. Yet, her love didn't move that stone of a man. She finally realized what a fool she had been. She had been making herself a laughingstock in front of everyone. It was already late in the night before Raegan finally decided to go into her apartment. As soon as she stepped out of the elevator, she saw Mitchel standing in front of the door. His sleeves were rolled up casually, and the top buttons of his shirt were undone, which revealed his long neck and part of his collarbone. He was leaning on the wall by the door, his handsome face straight. Raegan froze for a moment. Why was he here? Didn't she see him at the hospital with Lauren? What brought him here? Their eyes met. With his coat draped over his arm and one of his hands in his pocket, Mitchel squinted at her. "Why didn't you answer the phone?" he asked, sounding a little grumpy like someone who hadn't slept in a long time. Raegan took out her phone and saw she had accidentally put it on DND. There were five missed calls from Mitchel. This marked the first time in their two-year marriage. Mitchel blew up her phone because he couldn't find her? Surprising! Before today, she would have been overjoyed by this. People would've thought she won the lottery. But now, she just threw her phone back into her bag, folded her arms, and said in a hoarse voice, "I didn't hear it ring." Mitchel raised his hand to check the time on the watch, and said impatiently, "I've been looking for you for two hours." After arranging everything for Lauren, he returned home to find an empty house. He looked for Raegan everywhere. When he couldn't find her, he asked Matteo to check the surveillance footage of all the roads that led away from the company. He later found out that Raegan went to Crystal Bay without telling him. "Next time, tell me when you are coming here, okay? Let's go home now." After that, Mitchel walked toward the elevator without sparing her another glance. He meant to go back to Serenity Villas. Raegan didn't move an inch. She just stared at his broad back and pondered reluctantly. Would they have a future? Mitchell turned around, only to see that Raegan hadn't taken a single step. He frowned and asked, "Can't you walk? Do you want me to carry you instead?" The light in the corridor illuminated his face, making his side profile almost impeccable. Raegan took a deep breath and said, "Let's divorce." "What do you mean?" Mitchel's voice was cold, and his handsome face changed immediately. "I want to move into my own place. After all, we will be strangers soon." Raegan forced a smile, but her heart was aching as if someone was tearing it apart bit by bit. "We will be strangers?" Mitchel smiled coldly. "Raegan, what do you think our relationship is now?" His questioning left Raegan stunned for a moment. Mitchel had made it very clear to her from the very beginning. This facade of their marriage had happened by mutual agreement. There was no love. In the eyes of others, they were nothing more than just a superior and a subordinate. Mitchel was quite the catch in Ardlens. Many young ladies longed for his love and were even willing to throw themselves at him. His question just now reminded her of that fact. Was he afraid that she wouldn't let him go that easily? If that was the case, he couldn't be more wrong... After biting her lower lip to conceal her bitterness, Raegan said, "I'm sorry, Mr. Dixon. I was giving it too much thought. Anyway, please leave me alone from now on. You don't have to come here again." After saying that, Raegan couldn't help but burst into tears. How could she not be sad when she was cutting ties with the man she had loved for a decade? It was such a long time. Regardless of how difficult it was, she knew it was time to let go. It was high time she stopped being a fool. Strangely, the light in the corridor began flickering. The deathly stare Mitchel was giving Raegan right now made the atmosphere seem like the moment before an attack in a horror movie. Although he understood that Raegan sometimes could throw a tantrum, he felt that she had just crossed the line now. His eyes shone like blazing torches at this moment. But when he saw the tears in her eyes, the rage inside him extinguished in an instant. He said in a low voice, "If this is about what happened between you and Tessa, I..." "No, this isn't about her. Mr. Dixon, please leave now." A lot of things happened between them. And the incident with Tessa didn't come close to any. Raegan felt exhausted. She passed by Mitchel and was about to open the door. Yet, Mitchel was displeased with her stubbornness. He loosened his tie irritably. He then took a step forward and grabbed her wrist. "Stop this, will you?" A second later, he put his arm around her shoulder and pulled her into his arms. He instantly realized that she was burning up like someone who had been set on fire. "You have a fever?" Raegan felt dizzy. She rested her head on his chest weakly. This made the whole situation complicated. Reagan was slow to catch that. When she finally realized that her body was too close to his, she put her hands against his chest and tried to pull back. Before she could escape, Mitchel pulled her back and held her by the waist. With a cold face, he said in a low voice, "Where do you think you are going?" The light flickered again. Out of the blue, Mitchel lifted her up. He then headed for the elevator. In a daze, Raegan asked softly, "What are you doing?" "What does it look like I am doing?" Mitchel remarked. "Taking you to the hospital, of course." "No way!" Raegan cried out in surprise and seemed to regain more strength. Mitchel might find out about her condition if they went to the hospital. Raegan struggled to get out of Mitchel's arms. However, his tight grip made her efforts fruitless. "Don't be so stubborn. You are sick, so you must see the doctor," Mitchel said firmly. He walked to the elevator with her in his arms. At this moment, Raegan's heart was thumping so hard that it could jump out of her chest. She flailed in protest. "Put me down! I don't want to go to the hospital!" &35& LEARN_MORE https://fbweb.moboreader.net/46526322-fb_contact-e Hello reading https://www.facebook.com/61552535188096/ 47,684 0 0 1969-12-31 18:00 0 0 0 0 0 0 Learn more 0 fbweb.moboreader.net IMAGE https://fbweb.moboreader.net/46526322-fb_contact-enj57-1125-core1.html?adid={{ad.id}}&char=124213&accid=798859118295947&rawadid=120216254017480091 1969-12-31 18:00 https://scontent-iad3-2.xx.fbcdn.net/v/t39.35426-6/463026642_1252378495900370_8730281478412601117_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=mZ1I124i7J0Q7kNvgFA2nXM&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent-iad3-2.xx&_nc_gid=AyojWv5fL2K1iTAJc0_rJuE&oh=00_AYDwNXE7r7t_lkaiQRRLPNlautrfr3Hu2Zzs1osCqpATWg&oe=671B98E7 PERSON_PROFILE 0 0 0 Hello reading 0 0 1969-12-31 18:00 View Edit
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No 2024-10-20 21:24 active 1671 0 Enamorarme de ella después del divorcio Seis años después, en su primer día de trabajo tras regresar al país, se cruza con su exmarido, que inesperadamente se convierte en su nuevo jefe. Mientras ella quiere huir, él persiste en perseguirla, ella no quería que él supiera que había dado a luz a su hijo... ===== Stella Richard salió del aeropuerto y paró un taxi. Le dio la dirección al conductor y entró en el coche. Mientras el taxi avanzaba, ella contempló a través de la ventana aquella ciudad que le resultaba tan familiar... Después de seis años, había regresado, pero la experiencia y los recuerdos que había intentado olvidar todos estos años, empezaron a invadir su mente... Ella sacudió la cabeza y ahuyentó esos pensamientos. En esta ocasión, no había vuelto para pensar o develar esos viejos e inútiles recuerdos. Había vuelto porque su jefe se lo había pedido. Él le había dicho que su compañía estaba en un callejón sin salida, y quería que ella volviera y resolviera la crisis. Al principio, ella no había querido regresar, pero después de pensarlo un poco, decidió hacerlo... Dado que hace seis años había sido su jefe quien la había ayudado en el momento más difícil de su vida, y quería devolverle el favor... En cuanto a otras cosas, ya no le importaban... En la compañía... Cuando llegó, vio que la mayoría de los empleados estaban hablando del mismo tema... Mientras pasaba a su lado, escuchó unas palabras... "Oí que muchas empresas quieren comprar la nuestra..." "¡En serio! Significa que tendremos un nuevo jefe". "Solo espero que ese nuevo jefe sea guapo, como el director ejecutivo de un drama coreano..." "¡Oye! ¿Sabes quién quiere comprarla?" Stella escuchaba todas sus conversaciones y no le importaban los chismes. Sabía que a esa gente no le importaba quién iba a comprar la empresa o cuál sería el precio... Lo único que querían era chismorrear. Pero a ella... A ella le importaba... y estaba allí para conseguir un buen trato. "Por supuesto, será la de Kingston, Grupos RK. En la ciudad, ¿quién es más poderoso que RK y se atrevería a ir en contra de ellos...?" Stella quien estaba a punto de dar un paso se detuvo... Porque escuchó un nombre muy familiar y otro desconocido... "Los Kingston..." "Grupos RK..." De repente, los recuerdos que había sellado en algún rincón de su mente empezaron a resurgir como una tormenta. Su cabeza se llenó de ellos como una inundación. Se sintió mareada. Sintió como si aún estuviera encerrada en la Mansión RK, rodeada de frías paredes... Pensó que hacía tiempo que lo había olvidado, pero al parecer solo era ilusión suya... **** Flashback... Hace seis años... En la Mansión RK... Stella cruzó la puerta y se dirigió a la sala de estar, su rostro no tenía buen aspecto. Ella se veía seria y aturdida... Su pequeña cara lucía un poco pálida. "Señora, ¿qué le ha pasado? ¿Por qué se ve tan pálida y débil?" La que habló fue Mia. Ella llevaba años trabajando para Kingston y siempre había tratado a Stella como a una hija. Al verla en ese estado se preocupó. Su mirada se posó en los documentos que Stella sostenía y le preguntó... "¿Está todo bien?" Stella la miró, forzó una sonrisa y respondió... "No es nada, estoy bien". "Pero tu cara no tiene buen aspecto. ¿Qué tal si te preparo algo? Tu plato favorito, Aaloo Poori...", dijo Mia. "Mia... No te preocupes, estoy bien, es solo que..." Stella miró los papeles y dijo: "No he menstruado en dos meses, y cuando fui al hospital..." No terminó la frase y la miró. Sus ojos estaban llenos de ilusión y preocupación... Ambas se miraron. Mia comprendió lo que quería decir. Estaba embarazada. Pero ella también conocía la relación que existía entre el Sr. RK y Stella. No sabía qué decir... Al final, se limitó a felicitarla... Stella no dijo nada y volvió a mirar los papeles. No sabía qué decir... Llevaba tres años casada con Rene Kingston. Sin embargo, no se habían casado por amor... Su matrimonio era un simple contrato, cuyo tiempo límite era de tres años. Porque la mujer que él amaba era su hermana... Él había estado a punto de casarse con su hermana Sophia, pero por alguna razón, ella la reemplazó. Así que desde el día en que se casaron, él le dijo que su matrimonio era solo un contrato y nada más... Para él era un mero convenio, pero para ella era un hermoso regalo de Dios. Porque solo ella sabía lo feliz que se había sentido cuando supo que se iba a casar con el... La persona a la que había amado durante toda su juventud. Todos esos años ella se esforzó al máximo en su matrimonio con la esperanza, de que tal vez así, este funcionaría. Tal vez él no se divorciaría de ella. Tal vez, él también querría quedarse con ella... Tal vez, él daría una oportunidad a su relación porque bien del bebé... Ella seguía pensando en eso cuando, de repente, una voz se oyó desde la puerta y rompió todas sus esperanzas e ilusiones... "No quiero a ese niño..." Aquella voz era fría y dura. Stella y Mia miraron en la dirección de la voz. RK estaba en la puerta y la miraba. Su rostro era frío e inexpresivo. No podían saber lo que estaba pensando. Tenía una cara muy atractiva y ojos azules. Eran como las profundidades del océano. Silos mirabas... ...Te podrías ahogar en ellos. Capítulo 2 No soy la mujer correcta RK entró y se colocó delante de Stella. Él parecía un rey que ocupaba la posición más alta del mundo y miraba a la gente como si no fueran insignificantes. Era alto y tenía un aura poderosa. Ella estaba sentada en el sofá, y estaba rodeada por esta. Ella se quedó allí mirándolo, porque sus palabras la habían dejado estupefacta. Nunca pensó que tuviera la sangre tan fría como para no pensárselo dos veces antes de decir algo así. No había vacilado cuando dijo que no quería a ese niño. Ella lo observó, intentó calmarse y contener las lágrimas. No quería parecer débil ante aquel frío hombre. Los dos se miraron sin decir nada... Al cabo de un rato, él se acercó y se sentó frente a ella. Cuando lo hizo, su ayudante Alex Triston puso unos papeles sobre la mesa. Encima de ellos había dos palabras escritas: "Contrato expirado". Alex la miró y dijo: "Srta. Richard, su contrato de tres años con el Sr. RK ha concluido. Ahora solo falta que ambos firmen y lo envíen". Escuchó como él había cambiado su forma de dirigirse a ella, incluso antes de que firmara, por lo que una sonrisa burlona se dibujó en su rostro. Ella estaba segura de que, él no se atrevería a tomarla tan a la ligera, si no fuera porque alguien se lo había ordenado. Por supuesto, ese alguien no era otro que su marido. RK tomó la pluma y firmó sin detenerse ni pensarlo. Cuando terminó, la miró y le dijo: "Puedes quedarte aquí por una semana y buscar una casa..." Ella lo miró a los ojos, los cuales estaban tranquilos como un lago... No había arrepentimiento, tristeza, vacilación... Nada. Era como si él no sintiera nada con respecto a su relación, la cual repentinamente había sufrido un gran cambio... Sin embargo, cuando ese pensamiento se le vino a la mente, se reprendió a sí misma... "Stella, ¿eres una tonta?" "¿Cómo puedes esperar arrepentimiento y tristeza de un hombre con un corazón de piedra?" No obstante, no podía controlar sus emociones... Porque ella lo había amado durante muchos años. No dijo nada y se limitó a observar a esa persona con la que había vivido durante tres años. Había visto su cara todos los días, y aún ahora, cuando lo contemplaba, le seguía pareciendo muy guapo... Pero... Era el hombre que le había roto el corazón en mil pedazos. No quería mostrarse débil delante de él, así que hizo todo lo posible por no llorar. La mano que sostenía la pluma le temblaba... Miró los papeles, vio su hermosa y fuerte caligrafía y firmó. Pero al igual que su corazón, su letra también parecía maltrecha. Ella estaba rota por dentro, pero su rostro no lo demostraba. Después de firmar, respiró hondo y dijo: "Estoy muy agradecida con el Sr. Kingston por dejar que me quede una semana, pero después de que expire nuestro contrato no creo que deba permanecer aquí. Me iré inmediatamente..." Cuando terminó de hablar, miró a Mia y le preguntó: "Mia ¿puedes ayudarme a empacar mis cosas?" Ella la miró, se dio cuenta de lo mucho que intentaba no llorar y le dolió el corazón. No quería hacerlo, pero tenía que ser así. Stella subió para recoger sus cosas y RK la observó, pero nadie podía leer sus emociones. Ella miró la habitación donde había estado viviendo durante tres años y sus ojos se empañaron... No pudo contener las lágrimas. Sabía que su matrimonio terminaría algún día, pero no sabía por qué sentía tanto dolor en su corazón... No tenía muchas cosas que guardar. Se limitó a empacar y no tocó nada de lo que él le había comprado. Ni siquiera una prenda... Mia la miró y no supo qué decir... Stella se secó las lágrimas y le dijo: "Mia no te preocupes. Estoy bien. Es solo que no soy la mujer correcta para él". Después de decir eso, tomó su bolso y bajó las escaleras. **** En la planta inferior... RK seguía sentado en el sofá y la miraba, pero ella no deseaba verlo y estaba dispuesta a marcharse... "¿A dónde vas?" De repente sonó la fría voz de aquel hombre. Ella se detuvo y lo miró... Desde el principio, ella no estaba en buenos términos con su familia y después de su matrimonio, era mucho más difícil tratar con ellos... En cuanto a él, ya se habían divorciado, así que no se sentía obligada a decirle a dónde iba... "No creo que mi paradero tenga algo que ver con el Sr. Kingston. Creo que ahora que ya estamos divorciados y no tenemos nada que ver el uno con el otro, usted debe concentrarse en su futura esposa, y no en su exmujer..." Ella no entendía el comportamiento hipócrita de ese hombre. Cuando estaban juntos y ella estaba en casa ardiendo en fiebre ni siquiera había mostrado preocupación por ella... En ese momento, él estaba ocupado con sus negocios y ganando dinero... No le había importado que su esposa se estuviera muriendo. De repente, ella no supo por qué, o si era una ilusión, pero sintió que después de decir eso sobre una futura esposa, la temperatura a su alrededor bajó mucho... Sintió frío en todo su cuerpo y decidió irse... "Detente... " Capítulo 3 No quiero a ese niño Stella lo escuchó y se detuvo. Albergaba un poco de esperanza en su corazón. Los ojos del hombre eran oscuros y fríos. Estos se llenaron de algunos pensamientos misteriosos y una capa de niebla los envolvió. De repente, dijo: "No quiero a ese niño. No olvides abortar". RK miró a la mujer que tenía delante y se quedó pensando... Sentía que ella era pura y hermosa, por eso no quería que lidiara con su carga. La mano de Stella, la cual cargaba su equipaje, tembló y la pequeña esperanza que tenía se desvaneció... Él le había roto el corazón tantas veces, no sabía por qué, pero todavía le dolía con la misma intensidad cada vez que sucedía... "Booooom". Sus palabras explotaron en su cabeza como una bomba. Apretó la bolsa que sostenía. Y sintió como si alguien la hubiera apuñalado... De repente se rio de sí misma... Se sintió como una tonta. ¿Cómo podía esperar algo de un hombre tan frío con su hijo...? Quería gritarle, pero al final no dijo nada... Él le había dicho una vez que le gustaban los niños y por, pero... Era como si le gustaran, pero no para tenerlos con ELLA... Le dolía mucho el corazón, pero no quería que él viera sus lágrimas. Se dio la vuelta y quedó de espaldas a él. Respiró hondo y dijo: "Sr. Kingston no lo piense demasiado. Yo tampoco lo quiero. Ya había decidido abortarlo". Estaba a punto de irse, pero se paró y dijo: "Una cosa más, espero que no nos volvamos a ver en esta vida..." Después de decir eso, se fue. Al principio, ella no quería dejar ese lugar, pero ahora... Sentía que se estaba sofocando... Sujetó su bolso con fuerza y se marchó sin mirar atrás. RK miró la espalda de la mujer, la cual luchaba por mantenerse derecha y no tambalearse... Sus ojos se oscurecieron y se llenaron de algunas emociones ilegibles... Hasta que la figura de la mujer desapareció de su vista, su espalda tensa se relajó y dijo... "Conduce..." Cuando el hombre dio la orden, el conductor no esperó ni un segundo y pisó el acelerador. Entonces, el coche negro se alejó y desapareció... *Fin del flashback* "Lo siento, no te vi..." De repente un hombre chocó con ella, quien estaba de pie en el pasillo. Los documentos se le cayeron al suelo. Sin embargo, debido a esto ella también volvió a la realidad... "No, lo siento", le dijo, lo ayudó a recogerlos y entró en el ascensor. Cuando la puerta se abrió, Jack Paul, quien estaba afuera, la saludó... La miro con una sonrisa y le dijo: "Stella llegaste. ¿Cómo estás? Eres nueva aquí, si necesitas algo no dudes en decírmelo..." Ella lo miró y asintió. "Estoy bien, gracias". Mientras hablaban, caminaron hasta su despacho y se sentaron. Él la miró y le dijo: "Estoy muy contento de que hayas aceptado mi oferta y hayas vuelto". Le dio una carpeta roja y le dijo: "Estoy seguro de que has oído que alguien quiere comprar nuestra empresa. En esta carpeta están los informes que hice, échales un vistazo". Ella la tomó y asintió. Él continuó: "Hay muchas empresas que quieren comprar la nuestra, pero entre todas ellas están los Grupos RK. No obstante, el precio que nos ofrecieron fue demasiado bajo..." Hizo una pausa y dijo: "Esta vez te pedí que volvieras para que pudieras darle la vuelta a la situación..." "Grupos RK... René Kingston..." Sus manos temblaron mientras sostenía los documentos. Los recuerdos que estaban en lo más profundo de su hermético corazón invadieron su mente... su mente... Ella se tranquilizó y dijo: "Haré lo que pueda". "Está bien". Jack se rio y dijo: "Ahora que has aceptado esta tarea ya no estoy preocupado". Capítulo 4 ¿Por qué vale setenta millones? Al día siguiente, en una cafetería... Stella ya había organizado todo y le pidió al director de negociación de los Grupos RK que se reunieran en una cafetería. Mientras lo esperaba, un hombre vestido con un traje negro y gafas de montura dorada se acercó. Pero cuando… llegó y la vio, se sorprendió. Ella también se quedó estupefacta al mirar a la persona que tenía delante. Porque, quien estaba frente a ella era el asistente de RK, Alex Triston. Por un momento, ambos se quedaron callados. Fue ella quien tomó la iniciativa y dijo: "Cuánto tiempo sin vernos". Él escuchó sus palabras y recobró la compostura. Asintió y se sentó. Ella no perdió el tiempo y fue directo al grano. "Sr. Triston aquí están los documentos, si le parece bien, por favor, fírmelos". Mientras lo decía, los colocó delante de él. Él vio el impactante precio de setenta millones y se escandalizó. "Srta. Richard, los Grupos RK solo pueden ofrecer cuarenta millones. El precio propuesto por su empresa es extremadamente alto". Desde el principio, ella no quería firmar ese contrato. Nunca permitirá que ese hombre se convierta en su jefe. Ella sentía que estaba perdiendo su tiempo, debería buscar alguna otra compañía. "Está bien, pero no podemos firmar". Dijo recogiendo sus cosas y decidida a irse. Alex vio que estaba a punto de marcharse y que no estaba interesada en el trato por lo que se asustó. Se le acercó y la detuvo. "Srta. por favor espere, déjeme llamar y preguntar sobre el precio una vez más". Ella se detuvo y asintió. "Por supuesto". Él caminó hacia un lado y llamó. **** En los Grupos RK, oficina del director general... RK estaba sentado en la cabecera y escuchaba el informe del departamento de marketing cuando su teléfono sonó. Lo miró y colgó. No le gustaba que lo molestaran en el trabajo. Sin embargo, al cabo de unos segundos, volvió a sonar. Los que estaban en la oficina vieron su fría expresión y temblaron. Tomó el teléfono y preguntó: "¿Qué sucede?" Su voz era fría. Alex le informó de toda la situación. "Diles, que eso no va a suceder setenta millones es demasiado. No lo valen". Cuando terminó de hablar, se dispuso a colgar... Pero su asistente le dijo algo que hizo que se detuviera a pensar por un momento. Sus dedos golpearon la mesa y después de un minuto respondió: "De acuerdo, aceptemos setenta millones". Después hizo una pausa y añadió: "Dile que iré a la empresa y que quiero que me explique personalmente por qué vale setenta millones". Después colgó. En sus profundos ojos azules había emociones desconocidas. La gente del departamento de marketing escuchó sus palabras y se sorprendieron. "El director general va a firmar personalmente el contrato". "¿Era esa negociación digna de su visita?". Además, sabían que Raksham no necesitaba involucrarse personalmente en ese trato. Todos ellos cuestionaban la situación. **** Alex no estaba hablando demasiado lejos así que ella pudo oír una parte de su conversación. Ella lo escuchó decir su nombre directamente, a la persona al otro lado del teléfono. Tres minutos después... "¡Srta. Richard, espere! El Sr. Kingston dijo que no tiene ningún problema con el precio. El acuerdo se fijará según los términos de su empresa, firmemos rápidamente para que nadie se eche para atrás". Cuando terminó de hablar, sacó los documentos, firmó y le dio el bolígrafo. Ella se sorprendió un poco al ver su actitud arrogante, era como si ya hubiera comprado la empresa. Miró el bolígrafo aturdida. No se imaginaba que el acuerdo entre los dos fuera a salir tan bien y sin esfuerzo. Ella sintió que había dejado clara su postura al no querer bajar el precio y que se había mantenido bastante firme en su decisión. Pero quien iba a decirlo. RK se había mostrado mucho más firme que ella respecto a la adquisición de la compañía. Incluso aceptó firmar el contrato pagando el precio que ella había establecido. "A él no le gustaba cambiar de decisión pasara lo que pasara. Entonces, ¿por qué lo había hecho?" "¿Era porque, después de vivir con el amor de su vida, él había cambiado?" Pensó... Pero sin importar qué... Ahora, ¿qué podía hacer? Tomó el bolígrafo y firmó. A ella no le importaba nada que tuviera que ver con él...de todos modos, ella no iba a quedarse allí. de todos modos, ella no iba a quedarse allí. Normalmente, ella no querría que él se convirtiera en su jefe, pero... ¿Qué podía hacer? Debía terminar ese trabajo y marcharse rápidamente. Alex guardó los documentos, le dio la mano y dijo: "Srta. Richard a partir de ahora somos compañeros de trabajo en la misma empresa. En el futuro, ¡por favor, cuide de nosotros!" Ella solo le dedicó una sonrisa forzada. Solo su corazón y Dios sabían cuánto deseaba que aquel hombre fuera su jefe. Él la miró y añadió: "Por favor, vuelva rápido a su empresa, el Sr. Kingston estará allí dentro de un rato. Ha dicho que quiere que usted... le explique personalmente por qué vale setenta millones". Tampoco sabía por qué su jefe quería que ella se lo dijera personalmente, teniendo en cuenta lo que había pasado entre ellos. Pero como asistente, solo podía hacer lo que él dijera. ***** De regreso en la empresa... Ella estaba sentada dentro de su coche, pero su mente estaba llena de pensamientos de cómo en el futuro RK se convertirá en su jefe. "¡Ahhh! Stella, eres la mejor. Acabas de cerrar el contrato en cuanto apareciste". El que hablaba era la asistente del director de la empresa. "No sabes, antes de que vinieras, el Sr. Paul había enviado a mucha gente a negociar con el Sr. Kingston, pero él solo bajaba el precio". La abrazó y le dijo alegremente: "Stella eres nuestra estrella de la suerte". Ella bajó la cabeza y no dijo nada, porque eso no era lo que ella quería. Lily continuó: "Acabas de llegar, así que no debes conocer muy bien la ciudad". Mientras decía eso se acercó a su oído y dijo: "Déjame decirte que el Sr. Kingston es el hombre más guapo de ciudad X. No solo es apuesto, sino también rico y competente. Es el hombre de los sueños de muchas mujeres del mundo..." Al oír sus palabras, Stella se quedó sin palabras. "He oído que antes tenía una prometida... Pero la dejó hace seis años", comentó Lily. "¿No se casó con la hermana de esa chica?" Ella no podía creer que aún no se hubieran casado. ¿No se había divorciado de ella porque quería casarse con su hermana? Pensó que ya deberían haberlo hecho, tenido hijos y vivido felices el uno con el otro. "Stella, aquí estás..." Cuando Jack se enteró de que ella había llegado a un acuerdo con los Grupos RK, acudió personalmente a recibirla con una gran sonrisa en la cara. "Stella, no me has decepcionado... Rápido ve a la sala de reuniones y siéntate un rato. El Sr. Kingston llegará pronto y vendrás conmigo para darle la bienvenida..." "No quiero ir..." Inconscientemente, esas palabras salieron de la boca de Stella. Cuando se dio cuenta de lo que había dicho, hizo una pausa y dijo: "Sr. Paul, lamento mi comportamiento, pero no quiero ir..." Su voz era firme. "Como usted sabe yo acabo de regresar a causa de este contrato. Ahora que todo está en marcha, quiero volver a Francia y trabajar en la oficina central de la empresa como antes". Después de su divorcio y de lo ocurrido hace seis años... no quería volver a ver a ese hombre. Sus palabras... "No quiero a ese niño..." Todavía resonaban en su mente. Después de regresar... no quería verlo. Ese hombre de sangre fría y corazón de piedra ya le había roto el corazón mil veces, y no quería volver a experimentar ese dolor. Tal vez en el fondo no era capaz de olvidarlo por completo o tal vez había algo más... Sin embargo, estaba segura de una cosa: no quería encontrarse con él. Si aún quedaba un poco de amor en su interior, quería eliminarlo lo antes posible y mantenerse alejada de él. Jack la miró y le dijo: "No es que no quiera que vuelvas, pero ahora sabes que la compañía fue comprada por el Sr. RK, y si te vas del país o no... Será decisión de él..." ¿Qué? Hace seis años, su matrimonio había estado en sus manos, y ahora su trabajo... Ella se resistía a dejar que él decidiera su futuro... Se sentía como si hubiera caído en una trampa. Ella quería permanecer lo más lejos posible de él. Jack la miró a la cara y supo que no se encontraba de buen humor por lo que le dijo: "De acuerdo, entonces vete y descansa un poco. Después de que el Sr. RK se haga cargo de la empresa, puedes solicitar tu permiso de nuevo..." "Solicítaselo..." Ahora, él decidiría si se iba o no. Cuando pensó en aquello, sintió como si su cabeza estuviera a punto de explotar... Ahora mismo, ella no quería nada... Solo deseaba irse de ese lugar. Sabía que él llegaría en cualquier momento y que existía la posibilidad de encontrarse con él. Así que, al menos por ahora, lo mejor para ella era marcharse lo más rápido posible, para poder evitarlo... No dijo nada y se dispuso a retirarse. Pero justo cuando dio el primer paso, oyó a alguien... "Sr. Rk..." ...... ==== Stella Richard se casó con Rene Kingston en lugar de su hermana Sophia por algunas razones. Pero desde el principio, ella sabe que su matrimonio era solo un contrato por tiempo límite y una vez que se cumplió el tiempo, ella tenía que irse. Para RK, este matrimonio fue solo una carga, pero para ella fue un regalo de Dios. Porque RK era el hombre al que había amado toda su juventud... Entonces, mientras tanto de su matrimonio, Stella hizo todo lo posible para que este matrimonio funcionara. Pero el día que descubrió que estaba embarazada, su esposo le dio el papel de divorcio y le dijo... "No quiero a este niño. No olvides abortar". Estas palabras salen de su boca, como una bomba para Stella, y cambiaron su vida... Ella firmó su nombre en el papel de divorcio y salió de la casa, porque ella no quiere estar con un hombre tan frío. Seis años después, RK compró la empresa en la que trabajaba Stella. Pero Stella hizo todo lo posible por no tener nada que ver con él, porque ella tenía un hijo y no quería que él se enterara de él... Pero un día, cuando Stella recogió a su hijo de la escuela, él la vio... RK su mirada se posó en el niño a su lado, su rostro se veía igual que cuando era joven... ¿Qué sucederá en adelante? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5& LEARN_MORE https://fbweb.manobook.com/14128375-fb_contact-spc Beloved Books https://www.facebook.com/61565799023858/ 569 0 0 1969-12-31 18:00 0 0 0 0 0 0 Learn more 0 fbweb.manobook.com IMAGE https://fbweb.manobook.com/14128375-fb_contact-spcp23_2-240914-core1.html?adid={{ad.id}}&char=060236&accid=911653190288373&rawadid=120212759237600521 1969-12-31 18:00 https://scontent-iad3-2.xx.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461419404_1244241143380854_1874488110142846890_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=100&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=byKvy9RvKqsQ7kNvgFepuSF&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent-iad3-2.xx&_nc_gid=Acfs8YIi8qKylrqC6ebOSzU&oh=00_AYC_h7iwQkT0kLFrN1j1JrbxmGguf1Wgtik1_q5n5kZn7g&oe=671B75B3 PERSON_PROFILE 0 0 0 Beloved Books 0 0 1969-12-31 18:00 View Edit
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No 2024-10-20 21:24 active 1671 0 Enamorarme de ella después del divorcio Seis años después, en su primer día de trabajo tras regresar al país, se cruza con su exmarido, que inesperadamente se convierte en su nuevo jefe. Mientras ella quiere huir, él persiste en perseguirla, ella no quería que él supiera que había dado a luz a su hijo... ===== Stella Richard salió del aeropuerto y paró un taxi. Le dio la dirección al conductor y entró en el coche. Mientras el taxi avanzaba, ella contempló a través de la ventana aquella ciudad que le resultaba tan familiar... Después de seis años, había regresado, pero la experiencia y los recuerdos que había intentado olvidar todos estos años, empezaron a invadir su mente... Ella sacudió la cabeza y ahuyentó esos pensamientos. En esta ocasión, no había vuelto para pensar o develar esos viejos e inútiles recuerdos. Había vuelto porque su jefe se lo había pedido. Él le había dicho que su compañía estaba en un callejón sin salida, y quería que ella volviera y resolviera la crisis. Al principio, ella no había querido regresar, pero después de pensarlo un poco, decidió hacerlo... Dado que hace seis años había sido su jefe quien la había ayudado en el momento más difícil de su vida, y quería devolverle el favor... En cuanto a otras cosas, ya no le importaban... En la compañía... Cuando llegó, vio que la mayoría de los empleados estaban hablando del mismo tema... Mientras pasaba a su lado, escuchó unas palabras... "Oí que muchas empresas quieren comprar la nuestra..." "¡En serio! Significa que tendremos un nuevo jefe". "Solo espero que ese nuevo jefe sea guapo, como el director ejecutivo de un drama coreano..." "¡Oye! ¿Sabes quién quiere comprarla?" Stella escuchaba todas sus conversaciones y no le importaban los chismes. Sabía que a esa gente no le importaba quién iba a comprar la empresa o cuál sería el precio... Lo único que querían era chismorrear. Pero a ella... A ella le importaba... y estaba allí para conseguir un buen trato. "Por supuesto, será la de Kingston, Grupos RK. En la ciudad, ¿quién es más poderoso que RK y se atrevería a ir en contra de ellos...?" Stella quien estaba a punto de dar un paso se detuvo... Porque escuchó un nombre muy familiar y otro desconocido... "Los Kingston..." "Grupos RK..." De repente, los recuerdos que había sellado en algún rincón de su mente empezaron a resurgir como una tormenta. Su cabeza se llenó de ellos como una inundación. Se sintió mareada. Sintió como si aún estuviera encerrada en la Mansión RK, rodeada de frías paredes... Pensó que hacía tiempo que lo había olvidado, pero al parecer solo era ilusión suya... **** Flashback... Hace seis años... En la Mansión RK... Stella cruzó la puerta y se dirigió a la sala de estar, su rostro no tenía buen aspecto. Ella se veía seria y aturdida... Su pequeña cara lucía un poco pálida. "Señora, ¿qué le ha pasado? ¿Por qué se ve tan pálida y débil?" La que habló fue Mia. Ella llevaba años trabajando para Kingston y siempre había tratado a Stella como a una hija. Al verla en ese estado se preocupó. Su mirada se posó en los documentos que Stella sostenía y le preguntó... "¿Está todo bien?" Stella la miró, forzó una sonrisa y respondió... "No es nada, estoy bien". "Pero tu cara no tiene buen aspecto. ¿Qué tal si te preparo algo? Tu plato favorito, Aaloo Poori...", dijo Mia. "Mia... No te preocupes, estoy bien, es solo que..." Stella miró los papeles y dijo: "No he menstruado en dos meses, y cuando fui al hospital..." No terminó la frase y la miró. Sus ojos estaban llenos de ilusión y preocupación... Ambas se miraron. Mia comprendió lo que quería decir. Estaba embarazada. Pero ella también conocía la relación que existía entre el Sr. RK y Stella. No sabía qué decir... Al final, se limitó a felicitarla... Stella no dijo nada y volvió a mirar los papeles. No sabía qué decir... Llevaba tres años casada con Rene Kingston. Sin embargo, no se habían casado por amor... Su matrimonio era un simple contrato, cuyo tiempo límite era de tres años. Porque la mujer que él amaba era su hermana... Él había estado a punto de casarse con su hermana Sophia, pero por alguna razón, ella la reemplazó. Así que desde el día en que se casaron, él le dijo que su matrimonio era solo un contrato y nada más... Para él era un mero convenio, pero para ella era un hermoso regalo de Dios. Porque solo ella sabía lo feliz que se había sentido cuando supo que se iba a casar con el... La persona a la que había amado durante toda su juventud. Todos esos años ella se esforzó al máximo en su matrimonio con la esperanza, de que tal vez así, este funcionaría. Tal vez él no se divorciaría de ella. Tal vez, él también querría quedarse con ella... Tal vez, él daría una oportunidad a su relación porque bien del bebé... Ella seguía pensando en eso cuando, de repente, una voz se oyó desde la puerta y rompió todas sus esperanzas e ilusiones... "No quiero a ese niño..." Aquella voz era fría y dura. Stella y Mia miraron en la dirección de la voz. RK estaba en la puerta y la miraba. Su rostro era frío e inexpresivo. No podían saber lo que estaba pensando. Tenía una cara muy atractiva y ojos azules. Eran como las profundidades del océano. Silos mirabas... ...Te podrías ahogar en ellos. Capítulo 2 No soy la mujer correcta RK entró y se colocó delante de Stella. Él parecía un rey que ocupaba la posición más alta del mundo y miraba a la gente como si no fueran insignificantes. Era alto y tenía un aura poderosa. Ella estaba sentada en el sofá, y estaba rodeada por esta. Ella se quedó allí mirándolo, porque sus palabras la habían dejado estupefacta. Nunca pensó que tuviera la sangre tan fría como para no pensárselo dos veces antes de decir algo así. No había vacilado cuando dijo que no quería a ese niño. Ella lo observó, intentó calmarse y contener las lágrimas. No quería parecer débil ante aquel frío hombre. Los dos se miraron sin decir nada... Al cabo de un rato, él se acercó y se sentó frente a ella. Cuando lo hizo, su ayudante Alex Triston puso unos papeles sobre la mesa. Encima de ellos había dos palabras escritas: "Contrato expirado". Alex la miró y dijo: "Srta. Richard, su contrato de tres años con el Sr. RK ha concluido. Ahora solo falta que ambos firmen y lo envíen". Escuchó como él había cambiado su forma de dirigirse a ella, incluso antes de que firmara, por lo que una sonrisa burlona se dibujó en su rostro. Ella estaba segura de que, él no se atrevería a tomarla tan a la ligera, si no fuera porque alguien se lo había ordenado. Por supuesto, ese alguien no era otro que su marido. RK tomó la pluma y firmó sin detenerse ni pensarlo. Cuando terminó, la miró y le dijo: "Puedes quedarte aquí por una semana y buscar una casa..." Ella lo miró a los ojos, los cuales estaban tranquilos como un lago... No había arrepentimiento, tristeza, vacilación... Nada. Era como si él no sintiera nada con respecto a su relación, la cual repentinamente había sufrido un gran cambio... Sin embargo, cuando ese pensamiento se le vino a la mente, se reprendió a sí misma... "Stella, ¿eres una tonta?" "¿Cómo puedes esperar arrepentimiento y tristeza de un hombre con un corazón de piedra?" No obstante, no podía controlar sus emociones... Porque ella lo había amado durante muchos años. No dijo nada y se limitó a observar a esa persona con la que había vivido durante tres años. Había visto su cara todos los días, y aún ahora, cuando lo contemplaba, le seguía pareciendo muy guapo... Pero... Era el hombre que le había roto el corazón en mil pedazos. No quería mostrarse débil delante de él, así que hizo todo lo posible por no llorar. La mano que sostenía la pluma le temblaba... Miró los papeles, vio su hermosa y fuerte caligrafía y firmó. Pero al igual que su corazón, su letra también parecía maltrecha. Ella estaba rota por dentro, pero su rostro no lo demostraba. Después de firmar, respiró hondo y dijo: "Estoy muy agradecida con el Sr. Kingston por dejar que me quede una semana, pero después de que expire nuestro contrato no creo que deba permanecer aquí. Me iré inmediatamente..." Cuando terminó de hablar, miró a Mia y le preguntó: "Mia ¿puedes ayudarme a empacar mis cosas?" Ella la miró, se dio cuenta de lo mucho que intentaba no llorar y le dolió el corazón. No quería hacerlo, pero tenía que ser así. Stella subió para recoger sus cosas y RK la observó, pero nadie podía leer sus emociones. Ella miró la habitación donde había estado viviendo durante tres años y sus ojos se empañaron... No pudo contener las lágrimas. Sabía que su matrimonio terminaría algún día, pero no sabía por qué sentía tanto dolor en su corazón... No tenía muchas cosas que guardar. Se limitó a empacar y no tocó nada de lo que él le había comprado. Ni siquiera una prenda... Mia la miró y no supo qué decir... Stella se secó las lágrimas y le dijo: "Mia no te preocupes. Estoy bien. Es solo que no soy la mujer correcta para él". Después de decir eso, tomó su bolso y bajó las escaleras. **** En la planta inferior... RK seguía sentado en el sofá y la miraba, pero ella no deseaba verlo y estaba dispuesta a marcharse... "¿A dónde vas?" De repente sonó la fría voz de aquel hombre. Ella se detuvo y lo miró... Desde el principio, ella no estaba en buenos términos con su familia y después de su matrimonio, era mucho más difícil tratar con ellos... En cuanto a él, ya se habían divorciado, así que no se sentía obligada a decirle a dónde iba... "No creo que mi paradero tenga algo que ver con el Sr. Kingston. Creo que ahora que ya estamos divorciados y no tenemos nada que ver el uno con el otro, usted debe concentrarse en su futura esposa, y no en su exmujer..." Ella no entendía el comportamiento hipócrita de ese hombre. Cuando estaban juntos y ella estaba en casa ardiendo en fiebre ni siquiera había mostrado preocupación por ella... En ese momento, él estaba ocupado con sus negocios y ganando dinero... No le había importado que su esposa se estuviera muriendo. De repente, ella no supo por qué, o si era una ilusión, pero sintió que después de decir eso sobre una futura esposa, la temperatura a su alrededor bajó mucho... Sintió frío en todo su cuerpo y decidió irse... "Detente... " Capítulo 3 No quiero a ese niño Stella lo escuchó y se detuvo. Albergaba un poco de esperanza en su corazón. Los ojos del hombre eran oscuros y fríos. Estos se llenaron de algunos pensamientos misteriosos y una capa de niebla los envolvió. De repente, dijo: "No quiero a ese niño. No olvides abortar". RK miró a la mujer que tenía delante y se quedó pensando... Sentía que ella era pura y hermosa, por eso no quería que lidiara con su carga. La mano de Stella, la cual cargaba su equipaje, tembló y la pequeña esperanza que tenía se desvaneció... Él le había roto el corazón tantas veces, no sabía por qué, pero todavía le dolía con la misma intensidad cada vez que sucedía... "Booooom". Sus palabras explotaron en su cabeza como una bomba. Apretó la bolsa que sostenía. Y sintió como si alguien la hubiera apuñalado... De repente se rio de sí misma... Se sintió como una tonta. ¿Cómo podía esperar algo de un hombre tan frío con su hijo...? Quería gritarle, pero al final no dijo nada... Él le había dicho una vez que le gustaban los niños y por, pero... Era como si le gustaran, pero no para tenerlos con ELLA... Le dolía mucho el corazón, pero no quería que él viera sus lágrimas. Se dio la vuelta y quedó de espaldas a él. Respiró hondo y dijo: "Sr. Kingston no lo piense demasiado. Yo tampoco lo quiero. Ya había decidido abortarlo". Estaba a punto de irse, pero se paró y dijo: "Una cosa más, espero que no nos volvamos a ver en esta vida..." Después de decir eso, se fue. Al principio, ella no quería dejar ese lugar, pero ahora... Sentía que se estaba sofocando... Sujetó su bolso con fuerza y se marchó sin mirar atrás. RK miró la espalda de la mujer, la cual luchaba por mantenerse derecha y no tambalearse... Sus ojos se oscurecieron y se llenaron de algunas emociones ilegibles... Hasta que la figura de la mujer desapareció de su vista, su espalda tensa se relajó y dijo... "Conduce..." Cuando el hombre dio la orden, el conductor no esperó ni un segundo y pisó el acelerador. Entonces, el coche negro se alejó y desapareció... *Fin del flashback* "Lo siento, no te vi..." De repente un hombre chocó con ella, quien estaba de pie en el pasillo. Los documentos se le cayeron al suelo. Sin embargo, debido a esto ella también volvió a la realidad... "No, lo siento", le dijo, lo ayudó a recogerlos y entró en el ascensor. Cuando la puerta se abrió, Jack Paul, quien estaba afuera, la saludó... La miro con una sonrisa y le dijo: "Stella llegaste. ¿Cómo estás? Eres nueva aquí, si necesitas algo no dudes en decírmelo..." Ella lo miró y asintió. "Estoy bien, gracias". Mientras hablaban, caminaron hasta su despacho y se sentaron. Él la miró y le dijo: "Estoy muy contento de que hayas aceptado mi oferta y hayas vuelto". Le dio una carpeta roja y le dijo: "Estoy seguro de que has oído que alguien quiere comprar nuestra empresa. En esta carpeta están los informes que hice, échales un vistazo". Ella la tomó y asintió. Él continuó: "Hay muchas empresas que quieren comprar la nuestra, pero entre todas ellas están los Grupos RK. No obstante, el precio que nos ofrecieron fue demasiado bajo..." Hizo una pausa y dijo: "Esta vez te pedí que volvieras para que pudieras darle la vuelta a la situación..." "Grupos RK... René Kingston..." Sus manos temblaron mientras sostenía los documentos. Los recuerdos que estaban en lo más profundo de su hermético corazón invadieron su mente... su mente... Ella se tranquilizó y dijo: "Haré lo que pueda". "Está bien". Jack se rio y dijo: "Ahora que has aceptado esta tarea ya no estoy preocupado". Capítulo 4 ¿Por qué vale setenta millones? Al día siguiente, en una cafetería... Stella ya había organizado todo y le pidió al director de negociación de los Grupos RK que se reunieran en una cafetería. Mientras lo esperaba, un hombre vestido con un traje negro y gafas de montura dorada se acercó. Pero cuando… llegó y la vio, se sorprendió. Ella también se quedó estupefacta al mirar a la persona que tenía delante. Porque, quien estaba frente a ella era el asistente de RK, Alex Triston. Por un momento, ambos se quedaron callados. Fue ella quien tomó la iniciativa y dijo: "Cuánto tiempo sin vernos". Él escuchó sus palabras y recobró la compostura. Asintió y se sentó. Ella no perdió el tiempo y fue directo al grano. "Sr. Triston aquí están los documentos, si le parece bien, por favor, fírmelos". Mientras lo decía, los colocó delante de él. Él vio el impactante precio de setenta millones y se escandalizó. "Srta. Richard, los Grupos RK solo pueden ofrecer cuarenta millones. El precio propuesto por su empresa es extremadamente alto". Desde el principio, ella no quería firmar ese contrato. Nunca permitirá que ese hombre se convierta en su jefe. Ella sentía que estaba perdiendo su tiempo, debería buscar alguna otra compañía. "Está bien, pero no podemos firmar". Dijo recogiendo sus cosas y decidida a irse. Alex vio que estaba a punto de marcharse y que no estaba interesada en el trato por lo que se asustó. Se le acercó y la detuvo. "Srta. por favor espere, déjeme llamar y preguntar sobre el precio una vez más". Ella se detuvo y asintió. "Por supuesto". Él caminó hacia un lado y llamó. **** En los Grupos RK, oficina del director general... RK estaba sentado en la cabecera y escuchaba el informe del departamento de marketing cuando su teléfono sonó. Lo miró y colgó. No le gustaba que lo molestaran en el trabajo. Sin embargo, al cabo de unos segundos, volvió a sonar. Los que estaban en la oficina vieron su fría expresión y temblaron. Tomó el teléfono y preguntó: "¿Qué sucede?" Su voz era fría. Alex le informó de toda la situación. "Diles, que eso no va a suceder setenta millones es demasiado. No lo valen". Cuando terminó de hablar, se dispuso a colgar... Pero su asistente le dijo algo que hizo que se detuviera a pensar por un momento. Sus dedos golpearon la mesa y después de un minuto respondió: "De acuerdo, aceptemos setenta millones". Después hizo una pausa y añadió: "Dile que iré a la empresa y que quiero que me explique personalmente por qué vale setenta millones". Después colgó. En sus profundos ojos azules había emociones desconocidas. La gente del departamento de marketing escuchó sus palabras y se sorprendieron. "El director general va a firmar personalmente el contrato". "¿Era esa negociación digna de su visita?". Además, sabían que Raksham no necesitaba involucrarse personalmente en ese trato. Todos ellos cuestionaban la situación. **** Alex no estaba hablando demasiado lejos así que ella pudo oír una parte de su conversación. Ella lo escuchó decir su nombre directamente, a la persona al otro lado del teléfono. Tres minutos después... "¡Srta. Richard, espere! El Sr. Kingston dijo que no tiene ningún problema con el precio. El acuerdo se fijará según los términos de su empresa, firmemos rápidamente para que nadie se eche para atrás". Cuando terminó de hablar, sacó los documentos, firmó y le dio el bolígrafo. Ella se sorprendió un poco al ver su actitud arrogante, era como si ya hubiera comprado la empresa. Miró el bolígrafo aturdida. No se imaginaba que el acuerdo entre los dos fuera a salir tan bien y sin esfuerzo. Ella sintió que había dejado clara su postura al no querer bajar el precio y que se había mantenido bastante firme en su decisión. Pero quien iba a decirlo. RK se había mostrado mucho más firme que ella respecto a la adquisición de la compañía. Incluso aceptó firmar el contrato pagando el precio que ella había establecido. "A él no le gustaba cambiar de decisión pasara lo que pasara. Entonces, ¿por qué lo había hecho?" "¿Era porque, después de vivir con el amor de su vida, él había cambiado?" Pensó... Pero sin importar qué... Ahora, ¿qué podía hacer? Tomó el bolígrafo y firmó. A ella no le importaba nada que tuviera que ver con él...de todos modos, ella no iba a quedarse allí. de todos modos, ella no iba a quedarse allí. Normalmente, ella no querría que él se convirtiera en su jefe, pero... ¿Qué podía hacer? Debía terminar ese trabajo y marcharse rápidamente. Alex guardó los documentos, le dio la mano y dijo: "Srta. Richard a partir de ahora somos compañeros de trabajo en la misma empresa. En el futuro, ¡por favor, cuide de nosotros!" Ella solo le dedicó una sonrisa forzada. Solo su corazón y Dios sabían cuánto deseaba que aquel hombre fuera su jefe. Él la miró y añadió: "Por favor, vuelva rápido a su empresa, el Sr. Kingston estará allí dentro de un rato. Ha dicho que quiere que usted... le explique personalmente por qué vale setenta millones". Tampoco sabía por qué su jefe quería que ella se lo dijera personalmente, teniendo en cuenta lo que había pasado entre ellos. Pero como asistente, solo podía hacer lo que él dijera. ***** De regreso en la empresa... Ella estaba sentada dentro de su coche, pero su mente estaba llena de pensamientos de cómo en el futuro RK se convertirá en su jefe. "¡Ahhh! Stella, eres la mejor. Acabas de cerrar el contrato en cuanto apareciste". El que hablaba era la asistente del director de la empresa. "No sabes, antes de que vinieras, el Sr. Paul había enviado a mucha gente a negociar con el Sr. Kingston, pero él solo bajaba el precio". La abrazó y le dijo alegremente: "Stella eres nuestra estrella de la suerte". Ella bajó la cabeza y no dijo nada, porque eso no era lo que ella quería. Lily continuó: "Acabas de llegar, así que no debes conocer muy bien la ciudad". Mientras decía eso se acercó a su oído y dijo: "Déjame decirte que el Sr. Kingston es el hombre más guapo de ciudad X. No solo es apuesto, sino también rico y competente. Es el hombre de los sueños de muchas mujeres del mundo..." Al oír sus palabras, Stella se quedó sin palabras. "He oído que antes tenía una prometida... Pero la dejó hace seis años", comentó Lily. "¿No se casó con la hermana de esa chica?" Ella no podía creer que aún no se hubieran casado. ¿No se había divorciado de ella porque quería casarse con su hermana? Pensó que ya deberían haberlo hecho, tenido hijos y vivido felices el uno con el otro. "Stella, aquí estás..." Cuando Jack se enteró de que ella había llegado a un acuerdo con los Grupos RK, acudió personalmente a recibirla con una gran sonrisa en la cara. "Stella, no me has decepcionado... Rápido ve a la sala de reuniones y siéntate un rato. El Sr. Kingston llegará pronto y vendrás conmigo para darle la bienvenida..." "No quiero ir..." Inconscientemente, esas palabras salieron de la boca de Stella. Cuando se dio cuenta de lo que había dicho, hizo una pausa y dijo: "Sr. Paul, lamento mi comportamiento, pero no quiero ir..." Su voz era firme. "Como usted sabe yo acabo de regresar a causa de este contrato. Ahora que todo está en marcha, quiero volver a Francia y trabajar en la oficina central de la empresa como antes". Después de su divorcio y de lo ocurrido hace seis años... no quería volver a ver a ese hombre. Sus palabras... "No quiero a ese niño..." Todavía resonaban en su mente. Después de regresar... no quería verlo. Ese hombre de sangre fría y corazón de piedra ya le había roto el corazón mil veces, y no quería volver a experimentar ese dolor. Tal vez en el fondo no era capaz de olvidarlo por completo o tal vez había algo más... Sin embargo, estaba segura de una cosa: no quería encontrarse con él. Si aún quedaba un poco de amor en su interior, quería eliminarlo lo antes posible y mantenerse alejada de él. Jack la miró y le dijo: "No es que no quiera que vuelvas, pero ahora sabes que la compañía fue comprada por el Sr. RK, y si te vas del país o no... Será decisión de él..." ¿Qué? Hace seis años, su matrimonio había estado en sus manos, y ahora su trabajo... Ella se resistía a dejar que él decidiera su futuro... Se sentía como si hubiera caído en una trampa. Ella quería permanecer lo más lejos posible de él. Jack la miró a la cara y supo que no se encontraba de buen humor por lo que le dijo: "De acuerdo, entonces vete y descansa un poco. Después de que el Sr. RK se haga cargo de la empresa, puedes solicitar tu permiso de nuevo..." "Solicítaselo..." Ahora, él decidiría si se iba o no. Cuando pensó en aquello, sintió como si su cabeza estuviera a punto de explotar... Ahora mismo, ella no quería nada... Solo deseaba irse de ese lugar. Sabía que él llegaría en cualquier momento y que existía la posibilidad de encontrarse con él. Así que, al menos por ahora, lo mejor para ella era marcharse lo más rápido posible, para poder evitarlo... No dijo nada y se dispuso a retirarse. Pero justo cuando dio el primer paso, oyó a alguien... "Sr. Rk..." ...... ==== Stella Richard se casó con Rene Kingston en lugar de su hermana Sophia por algunas razones. Pero desde el principio, ella sabe que su matrimonio era solo un contrato por tiempo límite y una vez que se cumplió el tiempo, ella tenía que irse. Para RK, este matrimonio fue solo una carga, pero para ella fue un regalo de Dios. Porque RK era el hombre al que había amado toda su juventud... Entonces, mientras tanto de su matrimonio, Stella hizo todo lo posible para que este matrimonio funcionara. Pero el día que descubrió que estaba embarazada, su esposo le dio el papel de divorcio y le dijo... "No quiero a este niño. No olvides abortar". Estas palabras salen de su boca, como una bomba para Stella, y cambiaron su vida... Ella firmó su nombre en el papel de divorcio y salió de la casa, porque ella no quiere estar con un hombre tan frío. Seis años después, RK compró la empresa en la que trabajaba Stella. Pero Stella hizo todo lo posible por no tener nada que ver con él, porque ella tenía un hijo y no quería que él se enterara de él... Pero un día, cuando Stella recogió a su hijo de la escuela, él la vio... RK su mirada se posó en el niño a su lado, su rostro se veía igual que cuando era joven... ¿Qué sucederá en adelante? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5& LEARN_MORE https://fbweb.manobook.com/14128375-fb_contact-spc Beloved Books https://www.facebook.com/61565799023858/ 569 0 0 1969-12-31 18:00 0 0 0 0 0 0 Learn more 0 fbweb.manobook.com IMAGE https://fbweb.manobook.com/14128375-fb_contact-spcp23_2-240914-core1.html?adid={{ad.id}}&char=060236&accid=911653190288373&rawadid=120212759142880521 1969-12-31 18:00 https://scontent-iad3-1.xx.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461527275_2196978814021087_5217621948801199244_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=108&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=F17QBuBH7mUQ7kNvgFtuyoo&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent-iad3-1.xx&_nc_gid=Acfs8YIi8qKylrqC6ebOSzU&oh=00_AYDqrcDACLIodYe_cmAZcslpxbX3bbnsX5ZRdQq3K4eFTQ&oe=671B774B PERSON_PROFILE 0 0 0 Beloved Books 0 0 1969-12-31 18:00 View Edit
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Yes 2024-10-20 21:25 active 1671 0 Coming to Kickstarter soon Are you a Game Master or RPG fan? Fabled gives you the tools to build, customize, and run your dream campaigns—without limits. Bring your stories to life today! LEARN_MORE https://fabled.gg/?utm_source=facebook&utm_medium= Fabled.gg https://www.facebook.com/fabledgg/ 234 0 0 1969-12-31 18:00 0 0 0 0 0 0 Learn More 0 fabled.gg DCO Roleplaying without limits https://fabled.gg/?utm_source=facebook&utm_medium=landing_page&utm_campaign=miniatures-character-sheets 1969-12-31 18:00 https://scontent-iad3-2.xx.fbcdn.net/v/t39.35426-6/462620202_8677576495635843_3484655580489695901_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=105&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=AOwcOpl3Sk4Q7kNvgF_U9sA&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent-iad3-2.xx&_nc_gid=A5l7xstFBaqqpQwOrTkjFNU&oh=00_AYBm5IkvCjipG7xGZ7S_zcTnXjezSzGu2eFZ5Xp9uZ_zww&oe=671B6957 PERSON_PROFILE 0 0 0 Fabled.gg 0 0 1969-12-31 18:00 View Edit
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No 2024-10-20 21:24 active 1671 0 Enamorarme de ella después del divorcio Seis años después, en su primer día de trabajo tras regresar al país, se cruza con su exmarido, que inesperadamente se convierte en su nuevo jefe. Mientras ella quiere huir, él persiste en perseguirla, ella no quería que él supiera que había dado a luz a su hijo... ===== Stella Richard salió del aeropuerto y paró un taxi. Le dio la dirección al conductor y entró en el coche. Mientras el taxi avanzaba, ella contempló a través de la ventana aquella ciudad que le resultaba tan familiar... Después de seis años, había regresado, pero la experiencia y los recuerdos que había intentado olvidar todos estos años, empezaron a invadir su mente... Ella sacudió la cabeza y ahuyentó esos pensamientos. En esta ocasión, no había vuelto para pensar o develar esos viejos e inútiles recuerdos. Había vuelto porque su jefe se lo había pedido. Él le había dicho que su compañía estaba en un callejón sin salida, y quería que ella volviera y resolviera la crisis. Al principio, ella no había querido regresar, pero después de pensarlo un poco, decidió hacerlo... Dado que hace seis años había sido su jefe quien la había ayudado en el momento más difícil de su vida, y quería devolverle el favor... En cuanto a otras cosas, ya no le importaban... En la compañía... Cuando llegó, vio que la mayoría de los empleados estaban hablando del mismo tema... Mientras pasaba a su lado, escuchó unas palabras... "Oí que muchas empresas quieren comprar la nuestra..." "¡En serio! Significa que tendremos un nuevo jefe". "Solo espero que ese nuevo jefe sea guapo, como el director ejecutivo de un drama coreano..." "¡Oye! ¿Sabes quién quiere comprarla?" Stella escuchaba todas sus conversaciones y no le importaban los chismes. Sabía que a esa gente no le importaba quién iba a comprar la empresa o cuál sería el precio... Lo único que querían era chismorrear. Pero a ella... A ella le importaba... y estaba allí para conseguir un buen trato. "Por supuesto, será la de Kingston, Grupos RK. En la ciudad, ¿quién es más poderoso que RK y se atrevería a ir en contra de ellos...?" Stella quien estaba a punto de dar un paso se detuvo... Porque escuchó un nombre muy familiar y otro desconocido... "Los Kingston..." "Grupos RK..." De repente, los recuerdos que había sellado en algún rincón de su mente empezaron a resurgir como una tormenta. Su cabeza se llenó de ellos como una inundación. Se sintió mareada. Sintió como si aún estuviera encerrada en la Mansión RK, rodeada de frías paredes... Pensó que hacía tiempo que lo había olvidado, pero al parecer solo era ilusión suya... **** Flashback... Hace seis años... En la Mansión RK... Stella cruzó la puerta y se dirigió a la sala de estar, su rostro no tenía buen aspecto. Ella se veía seria y aturdida... Su pequeña cara lucía un poco pálida. "Señora, ¿qué le ha pasado? ¿Por qué se ve tan pálida y débil?" La que habló fue Mia. Ella llevaba años trabajando para Kingston y siempre había tratado a Stella como a una hija. Al verla en ese estado se preocupó. Su mirada se posó en los documentos que Stella sostenía y le preguntó... "¿Está todo bien?" Stella la miró, forzó una sonrisa y respondió... "No es nada, estoy bien". "Pero tu cara no tiene buen aspecto. ¿Qué tal si te preparo algo? Tu plato favorito, Aaloo Poori...", dijo Mia. "Mia... No te preocupes, estoy bien, es solo que..." Stella miró los papeles y dijo: "No he menstruado en dos meses, y cuando fui al hospital..." No terminó la frase y la miró. Sus ojos estaban llenos de ilusión y preocupación... Ambas se miraron. Mia comprendió lo que quería decir. Estaba embarazada. Pero ella también conocía la relación que existía entre el Sr. RK y Stella. No sabía qué decir... Al final, se limitó a felicitarla... Stella no dijo nada y volvió a mirar los papeles. No sabía qué decir... Llevaba tres años casada con Rene Kingston. Sin embargo, no se habían casado por amor... Su matrimonio era un simple contrato, cuyo tiempo límite era de tres años. Porque la mujer que él amaba era su hermana... Él había estado a punto de casarse con su hermana Sophia, pero por alguna razón, ella la reemplazó. Así que desde el día en que se casaron, él le dijo que su matrimonio era solo un contrato y nada más... Para él era un mero convenio, pero para ella era un hermoso regalo de Dios. Porque solo ella sabía lo feliz que se había sentido cuando supo que se iba a casar con el... La persona a la que había amado durante toda su juventud. Todos esos años ella se esforzó al máximo en su matrimonio con la esperanza, de que tal vez así, este funcionaría. Tal vez él no se divorciaría de ella. Tal vez, él también querría quedarse con ella... Tal vez, él daría una oportunidad a su relación porque bien del bebé... Ella seguía pensando en eso cuando, de repente, una voz se oyó desde la puerta y rompió todas sus esperanzas e ilusiones... "No quiero a ese niño..." Aquella voz era fría y dura. Stella y Mia miraron en la dirección de la voz. RK estaba en la puerta y la miraba. Su rostro era frío e inexpresivo. No podían saber lo que estaba pensando. Tenía una cara muy atractiva y ojos azules. Eran como las profundidades del océano. Silos mirabas... ...Te podrías ahogar en ellos. Capítulo 2 No soy la mujer correcta RK entró y se colocó delante de Stella. Él parecía un rey que ocupaba la posición más alta del mundo y miraba a la gente como si no fueran insignificantes. Era alto y tenía un aura poderosa. Ella estaba sentada en el sofá, y estaba rodeada por esta. Ella se quedó allí mirándolo, porque sus palabras la habían dejado estupefacta. Nunca pensó que tuviera la sangre tan fría como para no pensárselo dos veces antes de decir algo así. No había vacilado cuando dijo que no quería a ese niño. Ella lo observó, intentó calmarse y contener las lágrimas. No quería parecer débil ante aquel frío hombre. Los dos se miraron sin decir nada... Al cabo de un rato, él se acercó y se sentó frente a ella. Cuando lo hizo, su ayudante Alex Triston puso unos papeles sobre la mesa. Encima de ellos había dos palabras escritas: "Contrato expirado". Alex la miró y dijo: "Srta. Richard, su contrato de tres años con el Sr. RK ha concluido. Ahora solo falta que ambos firmen y lo envíen". Escuchó como él había cambiado su forma de dirigirse a ella, incluso antes de que firmara, por lo que una sonrisa burlona se dibujó en su rostro. Ella estaba segura de que, él no se atrevería a tomarla tan a la ligera, si no fuera porque alguien se lo había ordenado. Por supuesto, ese alguien no era otro que su marido. RK tomó la pluma y firmó sin detenerse ni pensarlo. Cuando terminó, la miró y le dijo: "Puedes quedarte aquí por una semana y buscar una casa..." Ella lo miró a los ojos, los cuales estaban tranquilos como un lago... No había arrepentimiento, tristeza, vacilación... Nada. Era como si él no sintiera nada con respecto a su relación, la cual repentinamente había sufrido un gran cambio... Sin embargo, cuando ese pensamiento se le vino a la mente, se reprendió a sí misma... "Stella, ¿eres una tonta?" "¿Cómo puedes esperar arrepentimiento y tristeza de un hombre con un corazón de piedra?" No obstante, no podía controlar sus emociones... Porque ella lo había amado durante muchos años. No dijo nada y se limitó a observar a esa persona con la que había vivido durante tres años. Había visto su cara todos los días, y aún ahora, cuando lo contemplaba, le seguía pareciendo muy guapo... Pero... Era el hombre que le había roto el corazón en mil pedazos. No quería mostrarse débil delante de él, así que hizo todo lo posible por no llorar. La mano que sostenía la pluma le temblaba... Miró los papeles, vio su hermosa y fuerte caligrafía y firmó. Pero al igual que su corazón, su letra también parecía maltrecha. Ella estaba rota por dentro, pero su rostro no lo demostraba. Después de firmar, respiró hondo y dijo: "Estoy muy agradecida con el Sr. Kingston por dejar que me quede una semana, pero después de que expire nuestro contrato no creo que deba permanecer aquí. Me iré inmediatamente..." Cuando terminó de hablar, miró a Mia y le preguntó: "Mia ¿puedes ayudarme a empacar mis cosas?" Ella la miró, se dio cuenta de lo mucho que intentaba no llorar y le dolió el corazón. No quería hacerlo, pero tenía que ser así. Stella subió para recoger sus cosas y RK la observó, pero nadie podía leer sus emociones. Ella miró la habitación donde había estado viviendo durante tres años y sus ojos se empañaron... No pudo contener las lágrimas. Sabía que su matrimonio terminaría algún día, pero no sabía por qué sentía tanto dolor en su corazón... No tenía muchas cosas que guardar. Se limitó a empacar y no tocó nada de lo que él le había comprado. Ni siquiera una prenda... Mia la miró y no supo qué decir... Stella se secó las lágrimas y le dijo: "Mia no te preocupes. Estoy bien. Es solo que no soy la mujer correcta para él". Después de decir eso, tomó su bolso y bajó las escaleras. **** En la planta inferior... RK seguía sentado en el sofá y la miraba, pero ella no deseaba verlo y estaba dispuesta a marcharse... "¿A dónde vas?" De repente sonó la fría voz de aquel hombre. Ella se detuvo y lo miró... Desde el principio, ella no estaba en buenos términos con su familia y después de su matrimonio, era mucho más difícil tratar con ellos... En cuanto a él, ya se habían divorciado, así que no se sentía obligada a decirle a dónde iba... "No creo que mi paradero tenga algo que ver con el Sr. Kingston. Creo que ahora que ya estamos divorciados y no tenemos nada que ver el uno con el otro, usted debe concentrarse en su futura esposa, y no en su exmujer..." Ella no entendía el comportamiento hipócrita de ese hombre. Cuando estaban juntos y ella estaba en casa ardiendo en fiebre ni siquiera había mostrado preocupación por ella... En ese momento, él estaba ocupado con sus negocios y ganando dinero... No le había importado que su esposa se estuviera muriendo. De repente, ella no supo por qué, o si era una ilusión, pero sintió que después de decir eso sobre una futura esposa, la temperatura a su alrededor bajó mucho... Sintió frío en todo su cuerpo y decidió irse... "Detente... " Capítulo 3 No quiero a ese niño Stella lo escuchó y se detuvo. Albergaba un poco de esperanza en su corazón. Los ojos del hombre eran oscuros y fríos. Estos se llenaron de algunos pensamientos misteriosos y una capa de niebla los envolvió. De repente, dijo: "No quiero a ese niño. No olvides abortar". RK miró a la mujer que tenía delante y se quedó pensando... Sentía que ella era pura y hermosa, por eso no quería que lidiara con su carga. La mano de Stella, la cual cargaba su equipaje, tembló y la pequeña esperanza que tenía se desvaneció... Él le había roto el corazón tantas veces, no sabía por qué, pero todavía le dolía con la misma intensidad cada vez que sucedía... "Booooom". Sus palabras explotaron en su cabeza como una bomba. Apretó la bolsa que sostenía. Y sintió como si alguien la hubiera apuñalado... De repente se rio de sí misma... Se sintió como una tonta. ¿Cómo podía esperar algo de un hombre tan frío con su hijo...? Quería gritarle, pero al final no dijo nada... Él le había dicho una vez que le gustaban los niños y por, pero... Era como si le gustaran, pero no para tenerlos con ELLA... Le dolía mucho el corazón, pero no quería que él viera sus lágrimas. Se dio la vuelta y quedó de espaldas a él. Respiró hondo y dijo: "Sr. Kingston no lo piense demasiado. Yo tampoco lo quiero. Ya había decidido abortarlo". Estaba a punto de irse, pero se paró y dijo: "Una cosa más, espero que no nos volvamos a ver en esta vida..." Después de decir eso, se fue. Al principio, ella no quería dejar ese lugar, pero ahora... Sentía que se estaba sofocando... Sujetó su bolso con fuerza y se marchó sin mirar atrás. RK miró la espalda de la mujer, la cual luchaba por mantenerse derecha y no tambalearse... Sus ojos se oscurecieron y se llenaron de algunas emociones ilegibles... Hasta que la figura de la mujer desapareció de su vista, su espalda tensa se relajó y dijo... "Conduce..." Cuando el hombre dio la orden, el conductor no esperó ni un segundo y pisó el acelerador. Entonces, el coche negro se alejó y desapareció... *Fin del flashback* "Lo siento, no te vi..." De repente un hombre chocó con ella, quien estaba de pie en el pasillo. Los documentos se le cayeron al suelo. Sin embargo, debido a esto ella también volvió a la realidad... "No, lo siento", le dijo, lo ayudó a recogerlos y entró en el ascensor. Cuando la puerta se abrió, Jack Paul, quien estaba afuera, la saludó... La miro con una sonrisa y le dijo: "Stella llegaste. ¿Cómo estás? Eres nueva aquí, si necesitas algo no dudes en decírmelo..." Ella lo miró y asintió. "Estoy bien, gracias". Mientras hablaban, caminaron hasta su despacho y se sentaron. Él la miró y le dijo: "Estoy muy contento de que hayas aceptado mi oferta y hayas vuelto". Le dio una carpeta roja y le dijo: "Estoy seguro de que has oído que alguien quiere comprar nuestra empresa. En esta carpeta están los informes que hice, échales un vistazo". Ella la tomó y asintió. Él continuó: "Hay muchas empresas que quieren comprar la nuestra, pero entre todas ellas están los Grupos RK. No obstante, el precio que nos ofrecieron fue demasiado bajo..." Hizo una pausa y dijo: "Esta vez te pedí que volvieras para que pudieras darle la vuelta a la situación..." "Grupos RK... René Kingston..." Sus manos temblaron mientras sostenía los documentos. Los recuerdos que estaban en lo más profundo de su hermético corazón invadieron su mente... su mente... Ella se tranquilizó y dijo: "Haré lo que pueda". "Está bien". Jack se rio y dijo: "Ahora que has aceptado esta tarea ya no estoy preocupado". Capítulo 4 ¿Por qué vale setenta millones? Al día siguiente, en una cafetería... Stella ya había organizado todo y le pidió al director de negociación de los Grupos RK que se reunieran en una cafetería. Mientras lo esperaba, un hombre vestido con un traje negro y gafas de montura dorada se acercó. Pero cuando… llegó y la vio, se sorprendió. Ella también se quedó estupefacta al mirar a la persona que tenía delante. Porque, quien estaba frente a ella era el asistente de RK, Alex Triston. Por un momento, ambos se quedaron callados. Fue ella quien tomó la iniciativa y dijo: "Cuánto tiempo sin vernos". Él escuchó sus palabras y recobró la compostura. Asintió y se sentó. Ella no perdió el tiempo y fue directo al grano. "Sr. Triston aquí están los documentos, si le parece bien, por favor, fírmelos". Mientras lo decía, los colocó delante de él. Él vio el impactante precio de setenta millones y se escandalizó. "Srta. Richard, los Grupos RK solo pueden ofrecer cuarenta millones. El precio propuesto por su empresa es extremadamente alto". Desde el principio, ella no quería firmar ese contrato. Nunca permitirá que ese hombre se convierta en su jefe. Ella sentía que estaba perdiendo su tiempo, debería buscar alguna otra compañía. "Está bien, pero no podemos firmar". Dijo recogiendo sus cosas y decidida a irse. Alex vio que estaba a punto de marcharse y que no estaba interesada en el trato por lo que se asustó. Se le acercó y la detuvo. "Srta. por favor espere, déjeme llamar y preguntar sobre el precio una vez más". Ella se detuvo y asintió. "Por supuesto". Él caminó hacia un lado y llamó. **** En los Grupos RK, oficina del director general... RK estaba sentado en la cabecera y escuchaba el informe del departamento de marketing cuando su teléfono sonó. Lo miró y colgó. No le gustaba que lo molestaran en el trabajo. Sin embargo, al cabo de unos segundos, volvió a sonar. Los que estaban en la oficina vieron su fría expresión y temblaron. Tomó el teléfono y preguntó: "¿Qué sucede?" Su voz era fría. Alex le informó de toda la situación. "Diles, que eso no va a suceder setenta millones es demasiado. No lo valen". Cuando terminó de hablar, se dispuso a colgar... Pero su asistente le dijo algo que hizo que se detuviera a pensar por un momento. Sus dedos golpearon la mesa y después de un minuto respondió: "De acuerdo, aceptemos setenta millones". Después hizo una pausa y añadió: "Dile que iré a la empresa y que quiero que me explique personalmente por qué vale setenta millones". Después colgó. En sus profundos ojos azules había emociones desconocidas. La gente del departamento de marketing escuchó sus palabras y se sorprendieron. "El director general va a firmar personalmente el contrato". "¿Era esa negociación digna de su visita?". Además, sabían que Raksham no necesitaba involucrarse personalmente en ese trato. Todos ellos cuestionaban la situación. **** Alex no estaba hablando demasiado lejos así que ella pudo oír una parte de su conversación. Ella lo escuchó decir su nombre directamente, a la persona al otro lado del teléfono. Tres minutos después... "¡Srta. Richard, espere! El Sr. Kingston dijo que no tiene ningún problema con el precio. El acuerdo se fijará según los términos de su empresa, firmemos rápidamente para que nadie se eche para atrás". Cuando terminó de hablar, sacó los documentos, firmó y le dio el bolígrafo. Ella se sorprendió un poco al ver su actitud arrogante, era como si ya hubiera comprado la empresa. Miró el bolígrafo aturdida. No se imaginaba que el acuerdo entre los dos fuera a salir tan bien y sin esfuerzo. Ella sintió que había dejado clara su postura al no querer bajar el precio y que se había mantenido bastante firme en su decisión. Pero quien iba a decirlo. RK se había mostrado mucho más firme que ella respecto a la adquisición de la compañía. Incluso aceptó firmar el contrato pagando el precio que ella había establecido. "A él no le gustaba cambiar de decisión pasara lo que pasara. Entonces, ¿por qué lo había hecho?" "¿Era porque, después de vivir con el amor de su vida, él había cambiado?" Pensó... Pero sin importar qué... Ahora, ¿qué podía hacer? Tomó el bolígrafo y firmó. A ella no le importaba nada que tuviera que ver con él...de todos modos, ella no iba a quedarse allí. de todos modos, ella no iba a quedarse allí. Normalmente, ella no querría que él se convirtiera en su jefe, pero... ¿Qué podía hacer? Debía terminar ese trabajo y marcharse rápidamente. Alex guardó los documentos, le dio la mano y dijo: "Srta. Richard a partir de ahora somos compañeros de trabajo en la misma empresa. En el futuro, ¡por favor, cuide de nosotros!" Ella solo le dedicó una sonrisa forzada. Solo su corazón y Dios sabían cuánto deseaba que aquel hombre fuera su jefe. Él la miró y añadió: "Por favor, vuelva rápido a su empresa, el Sr. Kingston estará allí dentro de un rato. Ha dicho que quiere que usted... le explique personalmente por qué vale setenta millones". Tampoco sabía por qué su jefe quería que ella se lo dijera personalmente, teniendo en cuenta lo que había pasado entre ellos. Pero como asistente, solo podía hacer lo que él dijera. ***** De regreso en la empresa... Ella estaba sentada dentro de su coche, pero su mente estaba llena de pensamientos de cómo en el futuro RK se convertirá en su jefe. "¡Ahhh! Stella, eres la mejor. Acabas de cerrar el contrato en cuanto apareciste". El que hablaba era la asistente del director de la empresa. "No sabes, antes de que vinieras, el Sr. Paul había enviado a mucha gente a negociar con el Sr. Kingston, pero él solo bajaba el precio". La abrazó y le dijo alegremente: "Stella eres nuestra estrella de la suerte". Ella bajó la cabeza y no dijo nada, porque eso no era lo que ella quería. Lily continuó: "Acabas de llegar, así que no debes conocer muy bien la ciudad". Mientras decía eso se acercó a su oído y dijo: "Déjame decirte que el Sr. Kingston es el hombre más guapo de ciudad X. No solo es apuesto, sino también rico y competente. Es el hombre de los sueños de muchas mujeres del mundo..." Al oír sus palabras, Stella se quedó sin palabras. "He oído que antes tenía una prometida... Pero la dejó hace seis años", comentó Lily. "¿No se casó con la hermana de esa chica?" Ella no podía creer que aún no se hubieran casado. ¿No se había divorciado de ella porque quería casarse con su hermana? Pensó que ya deberían haberlo hecho, tenido hijos y vivido felices el uno con el otro. "Stella, aquí estás..." Cuando Jack se enteró de que ella había llegado a un acuerdo con los Grupos RK, acudió personalmente a recibirla con una gran sonrisa en la cara. "Stella, no me has decepcionado... Rápido ve a la sala de reuniones y siéntate un rato. El Sr. Kingston llegará pronto y vendrás conmigo para darle la bienvenida..." "No quiero ir..." Inconscientemente, esas palabras salieron de la boca de Stella. Cuando se dio cuenta de lo que había dicho, hizo una pausa y dijo: "Sr. Paul, lamento mi comportamiento, pero no quiero ir..." Su voz era firme. "Como usted sabe yo acabo de regresar a causa de este contrato. Ahora que todo está en marcha, quiero volver a Francia y trabajar en la oficina central de la empresa como antes". Después de su divorcio y de lo ocurrido hace seis años... no quería volver a ver a ese hombre. Sus palabras... "No quiero a ese niño..." Todavía resonaban en su mente. Después de regresar... no quería verlo. Ese hombre de sangre fría y corazón de piedra ya le había roto el corazón mil veces, y no quería volver a experimentar ese dolor. Tal vez en el fondo no era capaz de olvidarlo por completo o tal vez había algo más... Sin embargo, estaba segura de una cosa: no quería encontrarse con él. Si aún quedaba un poco de amor en su interior, quería eliminarlo lo antes posible y mantenerse alejada de él. Jack la miró y le dijo: "No es que no quiera que vuelvas, pero ahora sabes que la compañía fue comprada por el Sr. RK, y si te vas del país o no... Será decisión de él..." ¿Qué? Hace seis años, su matrimonio había estado en sus manos, y ahora su trabajo... Ella se resistía a dejar que él decidiera su futuro... Se sentía como si hubiera caído en una trampa. Ella quería permanecer lo más lejos posible de él. Jack la miró a la cara y supo que no se encontraba de buen humor por lo que le dijo: "De acuerdo, entonces vete y descansa un poco. Después de que el Sr. RK se haga cargo de la empresa, puedes solicitar tu permiso de nuevo..." "Solicítaselo..." Ahora, él decidiría si se iba o no. Cuando pensó en aquello, sintió como si su cabeza estuviera a punto de explotar... Ahora mismo, ella no quería nada... Solo deseaba irse de ese lugar. Sabía que él llegaría en cualquier momento y que existía la posibilidad de encontrarse con él. Así que, al menos por ahora, lo mejor para ella era marcharse lo más rápido posible, para poder evitarlo... No dijo nada y se dispuso a retirarse. Pero justo cuando dio el primer paso, oyó a alguien... "Sr. Rk..." ...... ==== Stella Richard se casó con Rene Kingston en lugar de su hermana Sophia por algunas razones. Pero desde el principio, ella sabe que su matrimonio era solo un contrato por tiempo límite y una vez que se cumplió el tiempo, ella tenía que irse. Para RK, este matrimonio fue solo una carga, pero para ella fue un regalo de Dios. Porque RK era el hombre al que había amado toda su juventud... Entonces, mientras tanto de su matrimonio, Stella hizo todo lo posible para que este matrimonio funcionara. Pero el día que descubrió que estaba embarazada, su esposo le dio el papel de divorcio y le dijo... "No quiero a este niño. No olvides abortar". Estas palabras salen de su boca, como una bomba para Stella, y cambiaron su vida... Ella firmó su nombre en el papel de divorcio y salió de la casa, porque ella no quiere estar con un hombre tan frío. Seis años después, RK compró la empresa en la que trabajaba Stella. Pero Stella hizo todo lo posible por no tener nada que ver con él, porque ella tenía un hijo y no quería que él se enterara de él... Pero un día, cuando Stella recogió a su hijo de la escuela, él la vio... RK su mirada se posó en el niño a su lado, su rostro se veía igual que cuando era joven... ¿Qué sucederá en adelante? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5& LEARN_MORE https://fbweb.manobook.com/14128375-fb_contact-spc Beloved Books https://www.facebook.com/61565799023858/ 569 0 0 1969-12-31 18:00 0 0 0 0 0 0 Learn more 0 fbweb.manobook.com IMAGE https://fbweb.manobook.com/14128375-fb_contact-spcp23_2-240914-core1.html?adid={{ad.id}}&char=060236&accid=911653190288373&rawadid=120212759085960521 1969-12-31 18:00 https://scontent-iad3-2.xx.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461420766_406992802161143_8752140860126448598_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=BNhE4r4pQawQ7kNvgG1S64Q&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent-iad3-2.xx&_nc_gid=AO0euvZH90Fp4vw8d5rJMzD&oh=00_AYDo8RVxqCtpOIHB18irTlulfvdnLBqc94ydZgJxBBMcNg&oe=671B7537 PERSON_PROFILE 0 0 0 Beloved Books 0 0 1969-12-31 18:00 View Edit
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Yes 2024-10-20 21:24 active 1671 0 Enamorarme de ella después del divorcio Seis años después, en su primer día de trabajo tras regresar al país, se cruza con su exmarido, que inesperadamente se convierte en su nuevo jefe. Mientras ella quiere huir, él persiste en perseguirla, ella no quería que él supiera que había dado a luz a su hijo... ===== Stella Richard salió del aeropuerto y paró un taxi. Le dio la dirección al conductor y entró en el coche. Mientras el taxi avanzaba, ella contempló a través de la ventana aquella ciudad que le resultaba tan familiar... Después de seis años, había regresado, pero la experiencia y los recuerdos que había intentado olvidar todos estos años, empezaron a invadir su mente... Ella sacudió la cabeza y ahuyentó esos pensamientos. En esta ocasión, no había vuelto para pensar o develar esos viejos e inútiles recuerdos. Había vuelto porque su jefe se lo había pedido. Él le había dicho que su compañía estaba en un callejón sin salida, y quería que ella volviera y resolviera la crisis. Al principio, ella no había querido regresar, pero después de pensarlo un poco, decidió hacerlo... Dado que hace seis años había sido su jefe quien la había ayudado en el momento más difícil de su vida, y quería devolverle el favor... En cuanto a otras cosas, ya no le importaban... En la compañía... Cuando llegó, vio que la mayoría de los empleados estaban hablando del mismo tema... Mientras pasaba a su lado, escuchó unas palabras... "Oí que muchas empresas quieren comprar la nuestra..." "¡En serio! Significa que tendremos un nuevo jefe". "Solo espero que ese nuevo jefe sea guapo, como el director ejecutivo de un drama coreano..." "¡Oye! ¿Sabes quién quiere comprarla?" Stella escuchaba todas sus conversaciones y no le importaban los chismes. Sabía que a esa gente no le importaba quién iba a comprar la empresa o cuál sería el precio... Lo único que querían era chismorrear. Pero a ella... A ella le importaba... y estaba allí para conseguir un buen trato. "Por supuesto, será la de Kingston, Grupos RK. En la ciudad, ¿quién es más poderoso que RK y se atrevería a ir en contra de ellos...?" Stella quien estaba a punto de dar un paso se detuvo... Porque escuchó un nombre muy familiar y otro desconocido... "Los Kingston..." "Grupos RK..." De repente, los recuerdos que había sellado en algún rincón de su mente empezaron a resurgir como una tormenta. Su cabeza se llenó de ellos como una inundación. Se sintió mareada. Sintió como si aún estuviera encerrada en la Mansión RK, rodeada de frías paredes... Pensó que hacía tiempo que lo había olvidado, pero al parecer solo era ilusión suya... **** Flashback... Hace seis años... En la Mansión RK... Stella cruzó la puerta y se dirigió a la sala de estar, su rostro no tenía buen aspecto. Ella se veía seria y aturdida... Su pequeña cara lucía un poco pálida. "Señora, ¿qué le ha pasado? ¿Por qué se ve tan pálida y débil?" La que habló fue Mia. Ella llevaba años trabajando para Kingston y siempre había tratado a Stella como a una hija. Al verla en ese estado se preocupó. Su mirada se posó en los documentos que Stella sostenía y le preguntó... "¿Está todo bien?" Stella la miró, forzó una sonrisa y respondió... "No es nada, estoy bien". "Pero tu cara no tiene buen aspecto. ¿Qué tal si te preparo algo? Tu plato favorito, Aaloo Poori...", dijo Mia. "Mia... No te preocupes, estoy bien, es solo que..." Stella miró los papeles y dijo: "No he menstruado en dos meses, y cuando fui al hospital..." No terminó la frase y la miró. Sus ojos estaban llenos de ilusión y preocupación... Ambas se miraron. Mia comprendió lo que quería decir. Estaba embarazada. Pero ella también conocía la relación que existía entre el Sr. RK y Stella. No sabía qué decir... Al final, se limitó a felicitarla... Stella no dijo nada y volvió a mirar los papeles. No sabía qué decir... Llevaba tres años casada con Rene Kingston. Sin embargo, no se habían casado por amor... Su matrimonio era un simple contrato, cuyo tiempo límite era de tres años. Porque la mujer que él amaba era su hermana... Él había estado a punto de casarse con su hermana Sophia, pero por alguna razón, ella la reemplazó. Así que desde el día en que se casaron, él le dijo que su matrimonio era solo un contrato y nada más... Para él era un mero convenio, pero para ella era un hermoso regalo de Dios. Porque solo ella sabía lo feliz que se había sentido cuando supo que se iba a casar con el... La persona a la que había amado durante toda su juventud. Todos esos años ella se esforzó al máximo en su matrimonio con la esperanza, de que tal vez así, este funcionaría. Tal vez él no se divorciaría de ella. Tal vez, él también querría quedarse con ella... Tal vez, él daría una oportunidad a su relación porque bien del bebé... Ella seguía pensando en eso cuando, de repente, una voz se oyó desde la puerta y rompió todas sus esperanzas e ilusiones... "No quiero a ese niño..." Aquella voz era fría y dura. Stella y Mia miraron en la dirección de la voz. RK estaba en la puerta y la miraba. Su rostro era frío e inexpresivo. No podían saber lo que estaba pensando. Tenía una cara muy atractiva y ojos azules. Eran como las profundidades del océano. Silos mirabas... ...Te podrías ahogar en ellos. Capítulo 2 No soy la mujer correcta RK entró y se colocó delante de Stella. Él parecía un rey que ocupaba la posición más alta del mundo y miraba a la gente como si no fueran insignificantes. Era alto y tenía un aura poderosa. Ella estaba sentada en el sofá, y estaba rodeada por esta. Ella se quedó allí mirándolo, porque sus palabras la habían dejado estupefacta. Nunca pensó que tuviera la sangre tan fría como para no pensárselo dos veces antes de decir algo así. No había vacilado cuando dijo que no quería a ese niño. Ella lo observó, intentó calmarse y contener las lágrimas. No quería parecer débil ante aquel frío hombre. Los dos se miraron sin decir nada... Al cabo de un rato, él se acercó y se sentó frente a ella. Cuando lo hizo, su ayudante Alex Triston puso unos papeles sobre la mesa. Encima de ellos había dos palabras escritas: "Contrato expirado". Alex la miró y dijo: "Srta. Richard, su contrato de tres años con el Sr. RK ha concluido. Ahora solo falta que ambos firmen y lo envíen". Escuchó como él había cambiado su forma de dirigirse a ella, incluso antes de que firmara, por lo que una sonrisa burlona se dibujó en su rostro. Ella estaba segura de que, él no se atrevería a tomarla tan a la ligera, si no fuera porque alguien se lo había ordenado. Por supuesto, ese alguien no era otro que su marido. RK tomó la pluma y firmó sin detenerse ni pensarlo. Cuando terminó, la miró y le dijo: "Puedes quedarte aquí por una semana y buscar una casa..." Ella lo miró a los ojos, los cuales estaban tranquilos como un lago... No había arrepentimiento, tristeza, vacilación... Nada. Era como si él no sintiera nada con respecto a su relación, la cual repentinamente había sufrido un gran cambio... Sin embargo, cuando ese pensamiento se le vino a la mente, se reprendió a sí misma... "Stella, ¿eres una tonta?" "¿Cómo puedes esperar arrepentimiento y tristeza de un hombre con un corazón de piedra?" No obstante, no podía controlar sus emociones... Porque ella lo había amado durante muchos años. No dijo nada y se limitó a observar a esa persona con la que había vivido durante tres años. Había visto su cara todos los días, y aún ahora, cuando lo contemplaba, le seguía pareciendo muy guapo... Pero... Era el hombre que le había roto el corazón en mil pedazos. No quería mostrarse débil delante de él, así que hizo todo lo posible por no llorar. La mano que sostenía la pluma le temblaba... Miró los papeles, vio su hermosa y fuerte caligrafía y firmó. Pero al igual que su corazón, su letra también parecía maltrecha. Ella estaba rota por dentro, pero su rostro no lo demostraba. Después de firmar, respiró hondo y dijo: "Estoy muy agradecida con el Sr. Kingston por dejar que me quede una semana, pero después de que expire nuestro contrato no creo que deba permanecer aquí. Me iré inmediatamente..." Cuando terminó de hablar, miró a Mia y le preguntó: "Mia ¿puedes ayudarme a empacar mis cosas?" Ella la miró, se dio cuenta de lo mucho que intentaba no llorar y le dolió el corazón. No quería hacerlo, pero tenía que ser así. Stella subió para recoger sus cosas y RK la observó, pero nadie podía leer sus emociones. Ella miró la habitación donde había estado viviendo durante tres años y sus ojos se empañaron... No pudo contener las lágrimas. Sabía que su matrimonio terminaría algún día, pero no sabía por qué sentía tanto dolor en su corazón... No tenía muchas cosas que guardar. Se limitó a empacar y no tocó nada de lo que él le había comprado. Ni siquiera una prenda... Mia la miró y no supo qué decir... Stella se secó las lágrimas y le dijo: "Mia no te preocupes. Estoy bien. Es solo que no soy la mujer correcta para él". Después de decir eso, tomó su bolso y bajó las escaleras. **** En la planta inferior... RK seguía sentado en el sofá y la miraba, pero ella no deseaba verlo y estaba dispuesta a marcharse... "¿A dónde vas?" De repente sonó la fría voz de aquel hombre. Ella se detuvo y lo miró... Desde el principio, ella no estaba en buenos términos con su familia y después de su matrimonio, era mucho más difícil tratar con ellos... En cuanto a él, ya se habían divorciado, así que no se sentía obligada a decirle a dónde iba... "No creo que mi paradero tenga algo que ver con el Sr. Kingston. Creo que ahora que ya estamos divorciados y no tenemos nada que ver el uno con el otro, usted debe concentrarse en su futura esposa, y no en su exmujer..." Ella no entendía el comportamiento hipócrita de ese hombre. Cuando estaban juntos y ella estaba en casa ardiendo en fiebre ni siquiera había mostrado preocupación por ella... En ese momento, él estaba ocupado con sus negocios y ganando dinero... No le había importado que su esposa se estuviera muriendo. De repente, ella no supo por qué, o si era una ilusión, pero sintió que después de decir eso sobre una futura esposa, la temperatura a su alrededor bajó mucho... Sintió frío en todo su cuerpo y decidió irse... "Detente... " Capítulo 3 No quiero a ese niño Stella lo escuchó y se detuvo. Albergaba un poco de esperanza en su corazón. Los ojos del hombre eran oscuros y fríos. Estos se llenaron de algunos pensamientos misteriosos y una capa de niebla los envolvió. De repente, dijo: "No quiero a ese niño. No olvides abortar". RK miró a la mujer que tenía delante y se quedó pensando... Sentía que ella era pura y hermosa, por eso no quería que lidiara con su carga. La mano de Stella, la cual cargaba su equipaje, tembló y la pequeña esperanza que tenía se desvaneció... Él le había roto el corazón tantas veces, no sabía por qué, pero todavía le dolía con la misma intensidad cada vez que sucedía... "Booooom". Sus palabras explotaron en su cabeza como una bomba. Apretó la bolsa que sostenía. Y sintió como si alguien la hubiera apuñalado... De repente se rio de sí misma... Se sintió como una tonta. ¿Cómo podía esperar algo de un hombre tan frío con su hijo...? Quería gritarle, pero al final no dijo nada... Él le había dicho una vez que le gustaban los niños y por, pero... Era como si le gustaran, pero no para tenerlos con ELLA... Le dolía mucho el corazón, pero no quería que él viera sus lágrimas. Se dio la vuelta y quedó de espaldas a él. Respiró hondo y dijo: "Sr. Kingston no lo piense demasiado. Yo tampoco lo quiero. Ya había decidido abortarlo". Estaba a punto de irse, pero se paró y dijo: "Una cosa más, espero que no nos volvamos a ver en esta vida..." Después de decir eso, se fue. Al principio, ella no quería dejar ese lugar, pero ahora... Sentía que se estaba sofocando... Sujetó su bolso con fuerza y se marchó sin mirar atrás. RK miró la espalda de la mujer, la cual luchaba por mantenerse derecha y no tambalearse... Sus ojos se oscurecieron y se llenaron de algunas emociones ilegibles... Hasta que la figura de la mujer desapareció de su vista, su espalda tensa se relajó y dijo... "Conduce..." Cuando el hombre dio la orden, el conductor no esperó ni un segundo y pisó el acelerador. Entonces, el coche negro se alejó y desapareció... *Fin del flashback* "Lo siento, no te vi..." De repente un hombre chocó con ella, quien estaba de pie en el pasillo. Los documentos se le cayeron al suelo. Sin embargo, debido a esto ella también volvió a la realidad... "No, lo siento", le dijo, lo ayudó a recogerlos y entró en el ascensor. Cuando la puerta se abrió, Jack Paul, quien estaba afuera, la saludó... La miro con una sonrisa y le dijo: "Stella llegaste. ¿Cómo estás? Eres nueva aquí, si necesitas algo no dudes en decírmelo..." Ella lo miró y asintió. "Estoy bien, gracias". Mientras hablaban, caminaron hasta su despacho y se sentaron. Él la miró y le dijo: "Estoy muy contento de que hayas aceptado mi oferta y hayas vuelto". Le dio una carpeta roja y le dijo: "Estoy seguro de que has oído que alguien quiere comprar nuestra empresa. En esta carpeta están los informes que hice, échales un vistazo". Ella la tomó y asintió. Él continuó: "Hay muchas empresas que quieren comprar la nuestra, pero entre todas ellas están los Grupos RK. No obstante, el precio que nos ofrecieron fue demasiado bajo..." Hizo una pausa y dijo: "Esta vez te pedí que volvieras para que pudieras darle la vuelta a la situación..." "Grupos RK... René Kingston..." Sus manos temblaron mientras sostenía los documentos. Los recuerdos que estaban en lo más profundo de su hermético corazón invadieron su mente... su mente... Ella se tranquilizó y dijo: "Haré lo que pueda". "Está bien". Jack se rio y dijo: "Ahora que has aceptado esta tarea ya no estoy preocupado". Capítulo 4 ¿Por qué vale setenta millones? Al día siguiente, en una cafetería... Stella ya había organizado todo y le pidió al director de negociación de los Grupos RK que se reunieran en una cafetería. Mientras lo esperaba, un hombre vestido con un traje negro y gafas de montura dorada se acercó. Pero cuando… llegó y la vio, se sorprendió. Ella también se quedó estupefacta al mirar a la persona que tenía delante. Porque, quien estaba frente a ella era el asistente de RK, Alex Triston. Por un momento, ambos se quedaron callados. Fue ella quien tomó la iniciativa y dijo: "Cuánto tiempo sin vernos". Él escuchó sus palabras y recobró la compostura. Asintió y se sentó. Ella no perdió el tiempo y fue directo al grano. "Sr. Triston aquí están los documentos, si le parece bien, por favor, fírmelos". Mientras lo decía, los colocó delante de él. Él vio el impactante precio de setenta millones y se escandalizó. "Srta. Richard, los Grupos RK solo pueden ofrecer cuarenta millones. El precio propuesto por su empresa es extremadamente alto". Desde el principio, ella no quería firmar ese contrato. Nunca permitirá que ese hombre se convierta en su jefe. Ella sentía que estaba perdiendo su tiempo, debería buscar alguna otra compañía. "Está bien, pero no podemos firmar". Dijo recogiendo sus cosas y decidida a irse. Alex vio que estaba a punto de marcharse y que no estaba interesada en el trato por lo que se asustó. Se le acercó y la detuvo. "Srta. por favor espere, déjeme llamar y preguntar sobre el precio una vez más". Ella se detuvo y asintió. "Por supuesto". Él caminó hacia un lado y llamó. **** En los Grupos RK, oficina del director general... RK estaba sentado en la cabecera y escuchaba el informe del departamento de marketing cuando su teléfono sonó. Lo miró y colgó. No le gustaba que lo molestaran en el trabajo. Sin embargo, al cabo de unos segundos, volvió a sonar. Los que estaban en la oficina vieron su fría expresión y temblaron. Tomó el teléfono y preguntó: "¿Qué sucede?" Su voz era fría. Alex le informó de toda la situación. "Diles, que eso no va a suceder setenta millones es demasiado. No lo valen". Cuando terminó de hablar, se dispuso a colgar... Pero su asistente le dijo algo que hizo que se detuviera a pensar por un momento. Sus dedos golpearon la mesa y después de un minuto respondió: "De acuerdo, aceptemos setenta millones". Después hizo una pausa y añadió: "Dile que iré a la empresa y que quiero que me explique personalmente por qué vale setenta millones". Después colgó. En sus profundos ojos azules había emociones desconocidas. La gente del departamento de marketing escuchó sus palabras y se sorprendieron. "El director general va a firmar personalmente el contrato". "¿Era esa negociación digna de su visita?". Además, sabían que Raksham no necesitaba involucrarse personalmente en ese trato. Todos ellos cuestionaban la situación. **** Alex no estaba hablando demasiado lejos así que ella pudo oír una parte de su conversación. Ella lo escuchó decir su nombre directamente, a la persona al otro lado del teléfono. Tres minutos después... "¡Srta. Richard, espere! El Sr. Kingston dijo que no tiene ningún problema con el precio. El acuerdo se fijará según los términos de su empresa, firmemos rápidamente para que nadie se eche para atrás". Cuando terminó de hablar, sacó los documentos, firmó y le dio el bolígrafo. Ella se sorprendió un poco al ver su actitud arrogante, era como si ya hubiera comprado la empresa. Miró el bolígrafo aturdida. No se imaginaba que el acuerdo entre los dos fuera a salir tan bien y sin esfuerzo. Ella sintió que había dejado clara su postura al no querer bajar el precio y que se había mantenido bastante firme en su decisión. Pero quien iba a decirlo. RK se había mostrado mucho más firme que ella respecto a la adquisición de la compañía. Incluso aceptó firmar el contrato pagando el precio que ella había establecido. "A él no le gustaba cambiar de decisión pasara lo que pasara. Entonces, ¿por qué lo había hecho?" "¿Era porque, después de vivir con el amor de su vida, él había cambiado?" Pensó... Pero sin importar qué... Ahora, ¿qué podía hacer? Tomó el bolígrafo y firmó. A ella no le importaba nada que tuviera que ver con él...de todos modos, ella no iba a quedarse allí. de todos modos, ella no iba a quedarse allí. Normalmente, ella no querría que él se convirtiera en su jefe, pero... ¿Qué podía hacer? Debía terminar ese trabajo y marcharse rápidamente. Alex guardó los documentos, le dio la mano y dijo: "Srta. Richard a partir de ahora somos compañeros de trabajo en la misma empresa. En el futuro, ¡por favor, cuide de nosotros!" Ella solo le dedicó una sonrisa forzada. Solo su corazón y Dios sabían cuánto deseaba que aquel hombre fuera su jefe. Él la miró y añadió: "Por favor, vuelva rápido a su empresa, el Sr. Kingston estará allí dentro de un rato. Ha dicho que quiere que usted... le explique personalmente por qué vale setenta millones". Tampoco sabía por qué su jefe quería que ella se lo dijera personalmente, teniendo en cuenta lo que había pasado entre ellos. Pero como asistente, solo podía hacer lo que él dijera. ***** De regreso en la empresa... Ella estaba sentada dentro de su coche, pero su mente estaba llena de pensamientos de cómo en el futuro RK se convertirá en su jefe. "¡Ahhh! Stella, eres la mejor. Acabas de cerrar el contrato en cuanto apareciste". El que hablaba era la asistente del director de la empresa. "No sabes, antes de que vinieras, el Sr. Paul había enviado a mucha gente a negociar con el Sr. Kingston, pero él solo bajaba el precio". La abrazó y le dijo alegremente: "Stella eres nuestra estrella de la suerte". Ella bajó la cabeza y no dijo nada, porque eso no era lo que ella quería. Lily continuó: "Acabas de llegar, así que no debes conocer muy bien la ciudad". Mientras decía eso se acercó a su oído y dijo: "Déjame decirte que el Sr. Kingston es el hombre más guapo de ciudad X. No solo es apuesto, sino también rico y competente. Es el hombre de los sueños de muchas mujeres del mundo..." Al oír sus palabras, Stella se quedó sin palabras. "He oído que antes tenía una prometida... Pero la dejó hace seis años", comentó Lily. "¿No se casó con la hermana de esa chica?" Ella no podía creer que aún no se hubieran casado. ¿No se había divorciado de ella porque quería casarse con su hermana? Pensó que ya deberían haberlo hecho, tenido hijos y vivido felices el uno con el otro. "Stella, aquí estás..." Cuando Jack se enteró de que ella había llegado a un acuerdo con los Grupos RK, acudió personalmente a recibirla con una gran sonrisa en la cara. "Stella, no me has decepcionado... Rápido ve a la sala de reuniones y siéntate un rato. El Sr. Kingston llegará pronto y vendrás conmigo para darle la bienvenida..." "No quiero ir..." Inconscientemente, esas palabras salieron de la boca de Stella. Cuando se dio cuenta de lo que había dicho, hizo una pausa y dijo: "Sr. Paul, lamento mi comportamiento, pero no quiero ir..." Su voz era firme. "Como usted sabe yo acabo de regresar a causa de este contrato. Ahora que todo está en marcha, quiero volver a Francia y trabajar en la oficina central de la empresa como antes". Después de su divorcio y de lo ocurrido hace seis años... no quería volver a ver a ese hombre. Sus palabras... "No quiero a ese niño..." Todavía resonaban en su mente. Después de regresar... no quería verlo. Ese hombre de sangre fría y corazón de piedra ya le había roto el corazón mil veces, y no quería volver a experimentar ese dolor. Tal vez en el fondo no era capaz de olvidarlo por completo o tal vez había algo más... Sin embargo, estaba segura de una cosa: no quería encontrarse con él. Si aún quedaba un poco de amor en su interior, quería eliminarlo lo antes posible y mantenerse alejada de él. Jack la miró y le dijo: "No es que no quiera que vuelvas, pero ahora sabes que la compañía fue comprada por el Sr. RK, y si te vas del país o no... Será decisión de él..." ¿Qué? Hace seis años, su matrimonio había estado en sus manos, y ahora su trabajo... Ella se resistía a dejar que él decidiera su futuro... Se sentía como si hubiera caído en una trampa. Ella quería permanecer lo más lejos posible de él. Jack la miró a la cara y supo que no se encontraba de buen humor por lo que le dijo: "De acuerdo, entonces vete y descansa un poco. Después de que el Sr. RK se haga cargo de la empresa, puedes solicitar tu permiso de nuevo..." "Solicítaselo..." Ahora, él decidiría si se iba o no. Cuando pensó en aquello, sintió como si su cabeza estuviera a punto de explotar... Ahora mismo, ella no quería nada... Solo deseaba irse de ese lugar. Sabía que él llegaría en cualquier momento y que existía la posibilidad de encontrarse con él. Así que, al menos por ahora, lo mejor para ella era marcharse lo más rápido posible, para poder evitarlo... No dijo nada y se dispuso a retirarse. Pero justo cuando dio el primer paso, oyó a alguien... "Sr. Rk..." ...... ==== Stella Richard se casó con Rene Kingston en lugar de su hermana Sophia por algunas razones. Pero desde el principio, ella sabe que su matrimonio era solo un contrato por tiempo límite y una vez que se cumplió el tiempo, ella tenía que irse. Para RK, este matrimonio fue solo una carga, pero para ella fue un regalo de Dios. Porque RK era el hombre al que había amado toda su juventud... Entonces, mientras tanto de su matrimonio, Stella hizo todo lo posible para que este matrimonio funcionara. Pero el día que descubrió que estaba embarazada, su esposo le dio el papel de divorcio y le dijo... "No quiero a este niño. No olvides abortar". Estas palabras salen de su boca, como una bomba para Stella, y cambiaron su vida... Ella firmó su nombre en el papel de divorcio y salió de la casa, porque ella no quiere estar con un hombre tan frío. Seis años después, RK compró la empresa en la que trabajaba Stella. Pero Stella hizo todo lo posible por no tener nada que ver con él, porque ella tenía un hijo y no quería que él se enterara de él... Pero un día, cuando Stella recogió a su hijo de la escuela, él la vio... RK su mirada se posó en el niño a su lado, su rostro se veía igual que cuando era joven... ¿Qué sucederá en adelante? Los capítulos disponibles son limitados aquí, haga click el botón abajo para instalar APP y disfrutar leyendo más contenidos maravillosos. (Al abrir el APP, directo accederá a este libro) &5& LEARN_MORE https://fbweb.manobook.com/14128375-fb_contact-spc Beloved Books https://www.facebook.com/61565799023858/ 569 0 0 1969-12-31 18:00 0 0 0 0 0 0 Learn more 0 fbweb.manobook.com IMAGE https://fbweb.manobook.com/14128375-fb_contact-spcp23_2-240914-core1.html?adid={{ad.id}}&char=060236&accid=911653190288373&rawadid=120212758919870521 1969-12-31 18:00 https://scontent-iad3-2.xx.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461307313_1229513941651428_3410692349844528883_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=103&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=Xt_Il3_co8UQ7kNvgHupmb2&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent-iad3-2.xx&_nc_gid=AO0euvZH90Fp4vw8d5rJMzD&oh=00_AYDZe-FrNf3lvT2ik5dzhG-Nbo6pB5SwTmQAOQR0LZ0SAg&oe=671B7425 PERSON_PROFILE 0 0 0 Beloved Books 0 0 1969-12-31 18:00 View Edit
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Yes 2024-10-20 21:24 active 1671 0 Comeback Of The Adored Heiress As the real heiress returns, onlookers mock at how the fake heiress will end. She, however, comes back as the daughter of a top billionaire, taking on the role of a judge in the real heiress competition, terminating her foster parents'contract, backed by business tycoons, and stunning everyone! ===== "Madisyn, for years, we've raised you, never imagining you capable of such cruelty. This house can no longer bear your presence. You must leave immediately." Declared the imposing woman before Madisyn Chapman, her gaze laden with disdain and a bitter chill, her elegant attire contrasting sharply with the harshness of her words. "Mom, please, it was an accident. I lost my footing and tumbled down the stairs on my own. Madisyn had no part in this," said a young girl from her seat on the sofa. Just half an hour prior, Jenna Chapman, the biological daughter of the Chapmans, had suffered a fall on the staircase. At that time, Madisyn had been alone on the upper floor. Everyone believed Madisyn had pushed Jenna... Now, the looks that the Chapmans shot at Madisyn were filled with venom and disgust, a stark contrast to their attitude just a week prior, when they had professed their reluctance to ever part with her. Madisyn looked down at the floor, a fleeting shadow of irony passing through her eyes. Once, Madisyn was the sole daughter of the Chapmans. Though she never basked in parental favoritism, she lacked for nothing, her basic needs always met. The facade shattered when Jeffry Chapman, whom she had known as her father, met with a grave accident necessitating an urgent bl**d transfusion. The subsequent tests unveiled a startling truth--Madisyn was not his biological child. Jeffry then harnessed his extensive network to uncover the whereabouts of his true daughter, Jenna. The Chapman family was a prestigious household in Gemond, and news like this naturally spread quickly. To manage the public narrative and preserve their esteemed reputation, they declared an unwavering commitment to Madisyn, the girl they had raised, asserting their intention to treat her as their own for a while longer before she returned to her biological family. Behind closed doors, however, their plans were starkly different. They wanted to quickly send Madisyn away at once. Upon Jenna's arrival, the Chapman family blamed Madisyn for Jenna's years of hardship, relegating Madisyn from her room to a mere storage space, diminishing her status drastically. She was tasked with menial chores, her status far beneath even those of the household servants. Jenna, however, still wanted Madisyn gone. She had crafted several schemes against Madisyn, yet her parents turned a blind eye, their disdain for Madisyn thinly veiled. These tribulations stripped away any illusions Madisyn had about her former family, fueling a resolve to confront the injustices imposed upon her. As the tensions reached a boiling point, she faced Jenna, her voice resolute as she said, "I'll leave, but not before setting the record straight, Jenna!" Jenna's composure wavered under the intensity of Madisyn's icy stare, her body trembling slightly. Was this the same Madisyn who had once submitted quietly to every slight? A dark glint flickered in Jenna's eyes. She was the rightful heiress to the Chapman family assets, not this usurper, Madisyn, who had been living in luxury undeserved. She had to drive this impostor out! "Madisyn, I have no idea what you're going on about!" Jenna's voice dripped with feigned confusion. "Ever since I reclaimed my rightful place, receiving the affection rightfully owed to me by our parents, I've sensed your discontent. Despite your actions, I've remained tolerant. But my legs... how could you? Dancing is my soul's expression. Had I known you coveted the national competition spot so desperately, I would not have contested it." Her insinuation was clear: Madisyn had sabotaged her out of it. The gaze of Jenna's mother, Phyllis Chapman, hardened at Jenna's words, her voice laced with disdain. "Jenna, you possesses a remarkable talent that Madisyn could never hope to match. That competition spot was yours by right. And you, Madisyn!" She turned sharply towards Madisyn, adding, "Pack your belongings and leave immediately!" Madisyn's usually somber expression seemed only to fuel her contempt. Meanwhile, Jenna, ever the docile and talented daughter, shone brightly in her eyes--a true Chapman. Amidst the unfolding drama, Jeffry finally broke his silence, his voice heavy with disappointment. "Madisyn, our agreement was to keep you until the public scrutiny waned, yet here we are, facing your deep-seated resentment towards Jenna. We have no choice but to return you to your true family today." Jenna's eyes glittered with a triumphant gleam as her father pronounced Madisyn's imminent departure. In stark contrast, Madisyn's face remained an unreadable mask as she went up the stairs to gather her possessions. Her prolonged stay on the upper floor kindled a flicker of anxiety in Jenna. "What if she attempts to take everything with her?" After all, everything of value in the house rightfully belonged to her--how could she allow a fake to leave with any part of her wealth? Eventually, Madisyn reappeared, descending the staircase slowly, her movements deliberate. She carried a small, unassuming black bag. As her gaze swept coolly across the living room, it unsettled Jeffry enough for him to divert his eyes. Phyllis's eyebrows knitted together at the sight of Madisyn's minimal luggage. "Is that all you've packed? What's in there? Show me," she demanded, suspicion lacing her tone. Jeffry, however, raised a hand to halt his wife's interrogation. "Let her be." It was probably just the bank card he gave her, which had a mere hundred thousand dollars left on it. Unfazed, Madisyn placed her bag squarely on the table, her expression stoic. "Inspect it if you must." Phyllis, unable to mask her distrust, scoffed. "Maybe she has packed something valuable," she muttered as she unzipped the bag. Peering inside, she found nothing more than a notebook, a few seeds, and a small stack of cash--hardly the valuables she had feared. Phyllis, her face flushed with embarrassment from her baseless accusation, straightened up. "I'll let the driver take you there," she said crisply. Jeffry, the weight of the situation bearing down on him, reached into his pocket and pulled out a card. "Madisyn, when you return, listen to your parents. They're farmers, yes... but they are good, simple people. You should help them." Madisyn looked at the offered card with her beautiful eyes, her expression calm. "Everyone has their own destiny to fulfill," she replied quietly, pushing the card back towards Jeffry. "But before I leave, there needs to be clarity. Jenna, how did you truly fall down those stairs? This is your last chance to tell the truth." Jenna seethed internally, infuriated by Madisyn's serene composure, which seemed to elevate her above everyone else despite her humble origins. Madisyn was not from a wealthy family! She was just two farmers' daughter! "Madisyn, what are you implying? That I threw myself down the stairs?" Jenna retorted. "My legs are my life; they are essential for my dancing. Why would I ever get them injured?" As she spoke, Jenna's emotions crescendoed, and she dissolved into theatrical tears, collapsing into Phyllis's arms. Suddenly, Jennainstinctively leaped to her feet because of a shattered vase. Silence enveloped the room as everyone, including Phyllis and Jeffry, turned their shocked gazes towards her. Jenna's sudden agility was startling--didn't she say she couldn't stand up because of her injuries? Chapter 2 The Richest Man In Gemond Realizing her mistake, Jenna collapsed onto the sofa, clutching at her legs with exaggerated distress. "Ah, my legs! They hurt so much!" Jeffry's response was not of anger but of a guilt directed towards Madisyn. "Madisyn, please understand, Jenna is still very young. Don't hold this against her..." Madisyn had heard this excuse too many times. "Of course, I wouldn't retaliate. After all, it picks up such behavior from its owners, right?" With a final sneer that cut through the tense air, Madisyn shouldered her modest bag and strode towards the door, her steps resolute and unwavering. She did not look back at the family she was leaving behind. The trio she left in her wake seethed in fury. Outside, the driver waited, oblivious to the turmoil that had unfolded within the walls of the Chapman family's house. Since Jenna's return, respect for Madisyn from the household staff had waned significantly--even the driver withheld the customary greeting as she approached. Ignoring his presence, Madisyn strode past him, her posture straight with resolve. The driver, catching up to her with a hint of urgency in his steps, called out, "Madisyn, I have been told to drive you to your destination." Madisyn halted, turning slightly to deliver her response, her tone icy, "No need. From this moment, I want nothing to do with the Chapman family." With those final words, she hailed a cab and told the driver the address Jeffry had previously sent to her phone. The destination was a humble, rundown village, far from the opulence she had known. Upon arriving, she noticed the disrepair of her biological parents' home, the air filled with muffled cries that pulled at her heart. Stepping inside, she saw many people. A stark contrast presented itself: a man in a clean, elegant suit, surrounded by bodyguards, stood in front of a weeping couple clad in simple peasant garb. As Madisyn absorbed the surreal tableau, the man turned, his eyes filled with redness and disbelief. He rushed towards her, arms open wide. "My daughter, it's really you! I can't believe that you're really alive!" The tall, imposing man's voice broke with emotion. Madisyn stood bewildered. Who was this man and why was he acting like that? Madisyn absorbed the teary gazes of the peasant couple before her. Her voice, shaky with confusion, finally broke the silence. "Mom, Dad, what's happening?" The male farmer sighed heavily, his voice weary with the weight of untold truths. "Madisyn, we are not your real parents. Jenna is the rightful daughter of the Chapmans, but you... you are not ours. Our baby was stillborn." He paused, motioning towards the well-dressed man. "This man is your real father." Madisyn's eyes flickered to the stranger, noting the undeniable similarities in their features. The man produced a document from his briefcase, his hand trembling slightly. "Madisyn, when I first saw you at the hospital, something about you struck me, though I dismissed it then," he explained, his voice choked with emotion. "After hearing about the Chapmans' reunion with their real daughter, I had to know if perhaps, there had been a mistake. This paternity test confirms my suspicions--you are indeed my daughter." Taking the report, Madisyn saw the undeniable proof in black and white. In fact, even without it, their similar features spoke volumes. Madisyn's response was a silence filled with tumultuous thoughts. This revelation, this new twist in her already complex narrative, overwhelmed her. The man continued, "It's a lot to take in, I know. But this is the truth. The night you were born, there was a tragic error at the hospital. Due to a nurse's negligence, three families had their lives unknowingly intertwined. This couple's child was declared stillborn and mistakenly given to us, you ended up with the Chapmans, and Jenna was brought here." "You have no idea how much this affected your mother. She's waiting anxiously at the hotel, hoping to finally meet you." His eyes moistening. Moved by his sincerity, Madisyn nodded slowly, her gaze shifting back to the farmers. The suited man's voice softened as he promised, "This was all an accident. They too are victims in this. I intend to offer compensation to help them." The male farmer waved his hand dismissively, his voice firm. "We don't need; knowing the truth is enough for us." The farmer's voice carried a tinge of weariness mixed with a subtle disillusionment as he spoke. His relationship with Jenna, the girl he and his wife had raised as their own, had soured after she reunited with her biological family; she had ceased all communication with them. "You should go home now. It's not often a family finds their way back to each other; don't waste your time lingering here," he said, his expression a mixture of sadness and detachment as he guided Madisyn and the suited man to the door. Madisyn followed the suited man towards a gleaming Rolls-Royce parked by the curb. The opulence of the vehicle was a stark contrast to the modest home she had just exited. "Madisyn, I am Glenn Johns, your father. From here on out, I'm here for you--whatever you need, don't hesitate to ask," the suited man said, his voice soft but firm. The realization dawned slowly--Glenn Johns was not just a wealthy man; he was the CEO of the Johns Group--the richest man in Gemond. The implications of her newfound lineage began to settle in, heavy and profound. Madisyn nodded slowly. The Alpenglow Hotel was the most luxurious hotel in Gemond. Jenna, draped in a flowing Chanel dress, embodied elegance as she entered the grand lobby with her parents. The occasion was momentous; Phyllis had just learned that Lynda Johns, vice president of the Dance Association and a judge for the national competition, was in town. Phyllis had quickly seen the opportunity--being under Lynda's tutelage could secure Jenna the championship. With this in mind, she had Jenna swiftly put on her finest attire and rushed her to the hotel. However, upon their arrival, a surprise awaited them. Across the lobby, Madisyn stood, her attire simple--a T-shirt and jeans--yet she carried herself with a poised grace that seemed to draw the eye. Beside her was a man in a suit, his presence striking, though his features were obscured from Phyllis's view. "Madisyn? What the hell is she doing here?" Phyllis murmured under her breath, her tone a mix of confusion and annoyance. Chapter 3 Her Real Family "The news about Ms. Johns's arrival must have been leaked," Jenna said with a facade of innocence, her voice low and tinged with curiosity. "It seems Madisyn is also keen on learning from Ms. Johns. Perhaps she doesn't know yet that Madisyn has been kicked out of our home. It looks like we might both end up as her students!" Phyllis's face clouded over with concern at Jenna's words. She hurried forward, her intent clear--to intercept Madisyn before she could make any influential connections. However, Madisyn was already moving swiftly toward the Room of Emerald, the hotel's most exclusive and private room. Phyllis was perplexed. Why would Madisyn head to the Room of Emerald? Jenna, catching up, shared her mother's surprise. "Mom, that room isn't just open to anyone. It seems Madisyn is more connected than we thought. She must have some very impressive friends." "What sort of friends could she possibly have?" Phyllis muttered bitterly, her mind racing with unfavorable assumptions. Disgust momentarily overtook her as she grappled with these thoughts, but there was little time to dwell. With a sense of urgency, Phyllis pulled out her phone and dialed Lynda. "Apologies, I'm currently handling an urgent matter." Lynda's voice was detached and brisk over the phone before she promptly ended the call. Despondency overwhelmed Jenna, her spirits plummeting as she masked her face with her hands, tears trickling between her fingers. Jeffry encircled her with his arms, his voice imbued with gentle assurance. "Don't worry, Jenna. There'll be more opportunities. We'll find another way." Meanwhile, Lynda placed her phone back on the cushion beside her. Her brother Glenn had orchestrated an immediate family gathering following the discovery of his long-lost daughter. "Madisyn must have been through a lot over the years," said Kristine Johns, sitting elegantly beside Lynda. She had striking features, exquisite makeup, and was dressed in a luxurious gown. Though she projected the image of a refined lady, her expression betrayed a deep-seated concern. Lynda responded thoughtfully, "I heard her former family had treated her quite well. She might not have faced the hardships we imagine." Kristine's reply was laced with conviction. "It's crucial that we extend our warmth and support to her." Lynda affectionately stroked Kristine's head, taking pride in her student's good character. Kristine was adopted by the Johns family. Her acceptance of Madisyn highlighted her generous spirit and kindness. She was not concerned that Madisyn's return would threaten her status. In the corner, Elaine Johns sat quietly, her gaze fixed on the door, eager and expectant. Kristine caught the intensity of Elaine's gaze, feeling a stir of unease. Finally, the door opened, the young woman who entered looked gorgeous, her aloof and exquisite features mirroring Elaine's strikingly enough to affirm their kinship. Kristine felt an inexplicable hollowness at the sight. Elaine, unable to contain her emotions any longer, surged forward. "My daughter!" she exclaimed as she enveloped Madisyn in a tight embrace, her tears flowing freely. Madisyn stood momentarily stunned by the intensity of the welcome, her hands hesitantly patting Elaine's back. A newfound warmth blossomed within her--a familial warmth. "Let Madisyn sit down first." Glenn's voice was gentle. As they settled onto the sofa, Elaine clung to Madisyn, trying to steady her voice through her tears. "Madisyn, I'm so sorry it took us this long to find you. You must have endured so much." "I... It's okay. I'm alright." Elaine's tears, warm and earnest, dripped onto Madisyn's hand, leaving her somewhat at a loss. Touched by such a heartfelt display, she gently reassured Elaine, "Don't cry, Mom. We're together now." The term "Mom" seemed to spark a profound joy in Elaine, her voice quivering as she responded, "Yes, you're back. And I promise to make everything right." Glenn observed the exchange with a bright smile, his eagerness palpable as he looked at Madisyn. Feeling the weight of his gaze, she turned to him. "Um... Dad." "We're so happy to be reunited with you, my Madisyn." Glenn beamed, his face alight with happiness, a rare expression of pure delight. "Let me introduce you to our family. This is your Aunt Lynda." Lynda observed Madisyn, offering a slight nod in acknowledgment. Madisyn returned the gesture with polite warmth. Then, it was Kristine. Kristine's smile was radiant as she addressed Madisyn. "I've been waiting so long to finally say this--I have a sister to brag about now!" Elaine chimed in, her voice tinged with a hint of hesitation, "This is Kristine. Her father was a close friend of your dad's. Kristine lost her parents when she was very young, and we took her in. If this makes you uncomfortable..." "It's fine." Madisyn cut her off gently, understanding the implication. Glenn pulled out his phone. "It's been tough for you all these years, Madisyn. Let's start by exchanging numbers," he suggested. Elaine quickly followed suit, producing her own phone. "And exchange numbers with me as well," she added eagerly. After Madisyn compliantly exchanged numbers with them, her phone buzzed with two notifications. Her father had sent her ten million dollars through Venmo, and her mother did the same. Glenn grinned, his voice filled with a casual generosity. "Here's a little pocket money from Dad and mother. If it's not enough, just let me know." Elaine's warmth didn't falter. "And I've picked out some clothes for you. You can try them on when we get home!" This whirlwind of generosity was unfamiliar to Madisyn, yet it enveloped her in a warmth she had never known. However, Kristine felt both unease and shock. Glenn and Elaine had just casually transferred twenty million dollars to Madisyn--a sum that dwarfed her own relatively modest monthly allowance. Was this because Madisyn was their biological child and she was adopted? Chapter 4 Her Brother Throughout the meal, Elaine and Glenn took turns heaping food onto Madisyn's plate, the food piled high looking like a small mountain. By the time Madisyn finished it all, her stomach was full. It was a novel and heartwarming barrage of affection, expressed through every dish her parents offered. The sudden ring of Glenn's phone cut through the moment. He glanced at the caller ID and a broad smile spread across his face. "Madisyn, it's one of your elder brothers on the line, the youngest among them. He's eager to meet you." He accepted the video call, and a voice brimming with enthusiasm burst forth. "Did you find her? I can't wait to see her!" Glenn glanced at Madisyn, who gave a shy nod, prompting Glenn to angle the phone towards her. "Here she is--your little sister, Madisyn." "Yeah, we're definitely related!" The face on the screen lit up with a mischievous grin. Madisyn's heart skipped a beat as she recognized him-- Waylon, a famous award-winning movie star. Her world seemed to expand in an instant, her family connections sprawling into realms she had never imagined. "Hi," Madisyn said, her voice a soft whisper. Waylon Johns's excitement surged through the phone. "Madisyn, I'm stuck on set right now, so I can't come back, but I'll send you something special soon!" His affection was palpable. Despite their newly discovered biological tie, Waylon's warmth felt genuine and immediate. Waylon and his brothers had long hoped for a younger sister. Although they had Kristine, she was adopted by their parents when she was not an infant anymore, and she was not blood-related to them, making them not that close. Waylon then turned to the aloof and noble man beside him. "Andrew, meet my sister. Isn't she adorable?" Andrew Klein, known for his reserved and imposing presence, glanced at the screen. The moment he saw the girl on the screen, his previously casual glance instantly froze. Madisyn's long soft hair flowed down her shoulders and her delicate features, remarkably mirroring the Johns family traits, were very captivating. Madisyn maintained her poise as the video call continued, but Kristine's reaction was less controlled. At the mention of "Andrew", her body stiffened, her eyes locked on the screen where Andrew appeared as striking as ever. His aloof disposition made her suspect he wouldn't spare much attention for Madisyn. "Hi." Andrew's greeting was brief, his voice low. Kristine felt a pang of discomfort, her nails digging into her palm. She reassured herself silently that Andrew's greeting was nothing more than a formality. Madisyn gave a polite nod in response, her demeanor calm and detached. Then, Waylon continued to chatter away on the phone with Madisyn until Glenn stepped in, reminding him not to keep Madisyn from her meal. Even though his father hung up on him, Waylon was visibly delighted, turning back to Andrew with a grin. "That's my long-lost younger sister. Isn't she adorable? I need to finish up here fast and head back to meet her." He threw a casual invitation Andrew's way. "Andrew, want to come back with me?" He knew it was a long shot; Andrew typically avoided visits to the Johns family's residence due to Kristine's overt affection. There had been an old arrangement of a potential marriage between the Johns family and the Klein family, but it was merely a verbal agreement made by the elders. The Kleins, a prominent family from Ansport, were leagues apart from the Johns family of Gemond in status and influence, a gap that Kristine seemed to ignore as she clung to the idea of marrying Andrew. Andrew, his gaze intense and distant, replied nonchalantly, "Sure, it's been a while since I last saw your parents." Waylon blinked, taken aback by Andrew's unexpected acceptance. Was he being serious? Chapter 5 The Arrogant Fool Once the meal concluded, the Johns family all made their way to their expansive mansion, dwarfing the simpler villa of the Chapman family in both scale and splendor. The estate exuded a regal elegance, mirroring a castle in its grandeur. Elaine eagerly escorted Madisyn through the vast corridors to a specially prepared room. The room was a vision of feminine grace, adorned with delicate hues and thoughtful embellishments, striking Madisyn mute with its overly girlish ambiance. With a flourish, Elaine flung open the wardrobe doors. Madisyn's eyes widened at the array inside-- rows of exquisite, opulent dresses that sparkled under the soft lighting. "These are just the beginning. There's more to arrive tomorrow," Elaine announced. "Thank you, Mom, but--isn't this a bit much?" Madisyn inquired. Elaine laughed lightly, dismissing the worry. "Oh, never! A girl can never have too many dresses. This afternoon, we're going shopping so you can add anything else you like!" she declared with a generous smile. Madisyn, though overwhelmed, felt a deep warmth from the gestures surrounding her. Elaine had intended to wait a few days before changing Madisyn's name. However, Madisyn, feeling the genuine love from Elaine and Glenn, saw no reason to delay. That very afternoon, they visited the local City Hall, where Madisyn officially adopted the surname Johns, becoming Madisyn Johns. With the legal formalities complete, Elaine squeezed Madisyn's hand, her voice filled with excitement. "Sweetheart, let's dive into some shopping and see what catches your eye." Glenn watched the two with a tender gaze, regret in his tone. "You two enjoy yourselves. I've got some work this afternoon and can't come along. Here's ten million--treat yourselves to whatever delights you find." The Moonshine Mall was the top-ranked luxury shopping mall in Gemond. Elaine led Madisyn to the chic Chanel boutique, eyes alight with excitement as she envisioned Madisyn in each piece. She quickly picked out a collection of garments. "Sweetheart, try these on. If they suit you, we'll take them all." Madisyn, feeling somewhat overwhelmed yet compliant, nodded and gathered the clothes. As she was about to head to the fitting room, she noticed Phyllis and Jenna approaching. Jenna, clearly in a foul mood, had been brought by Phyllis to indulge in some retail therapy. Her surprise at seeing Madisyn was evident. "Madisyn?" she blurted out, her voice ringing with disbelief. Elaine, turning at the voice, recognized the pair instantly. She softened, knowing the Chapman family's significant role in Madisyn's upbringing. Glenn had already agreed to work with the Chapman family's company for their part in raising Madisyn, and he had returned to the company earlier just to meet with Jeffry to discuss the cooperation. As Elaine readied a warm greeting, even planning to cover Phyllis's and Jenna's shopping expenses as a gesture of goodwill, Jenna's tone shifted sharply. "Madisyn, what are you doing here? This is a Chanel boutique. Can you even afford anything?" Phyllis scrutinized Madisyn in confusion, her face darkening as she recalled the scene she had seen at the Alpenglow Hotel earlier that day. "Madisyn, why aren't you with your poor parents? Buying luxury goods here, where did you get such money?" These harsh words cut through the boutique's refined air, leaving Elaine shocked and momentarily speechless. Madisyn, her face set in a mask of icy detachment, responded without a hint of warmth, "My affairs are no longer your concern." Madisyn's view of the Chapman family had crystallized in that moment, reflecting years of unreciprocated loyalty. She had elevated their modest enterprise to a publicly traded powerhouse, believing she had repaid the debt of gratitude for raising her. Yet, the Chapmans were unaware of her help. Elaine's expression turned stern as she absorbed the harshness of Phyllis's words. The family she had envisioned as part of Madisyn's past was far from the reality presented before her. They treated Madisyn not with familial concern, but with outright hostility. "Excuse me, I gather this young woman was once a daughter to you, but why are you treating her like this now?" Elaine interjected, unable to hold back her dismay. With an audience now present, Phyllis exhaled deeply, her face a mask of sorrowful resignation. "Indeed, she was a daughter to me once. But I must caution you, madam, not to be deceived by her facade. She's crafted numerous lies and even stolen money from our family. She's a disgrace!" She continued, her voice laden with feigned distress, "My disappointment was profound, leaving me no choice but to distance her from our family, despite the years we spent nurturing her." Phyllis was determined to paint Madisyn in the worst possible light, ensuring that no wealthy lady would think well of Madisyn, lest word spread that she was too harsh on this fake daughter. To make her words more convincing, she even dabbed at her eyes, simulating tears to underscore her supposed despair. Phyllis was actively discrediting her before her own mother. Madisyn's expression hardened, a dangerous spark igniting in her gaze... ...... ==== Madisyn was stunned to discover that she was not her parents' biological child. Due to the real daughter's scheming, she was kicked out and became a laughingstock. Thought to be born to peasants, Madisyn was shocked to find that her real father was the richest man in the city, and her brothers were renowned figures in their respective fields. They showered her with love, only to learn that Madisyn had a thriving business of her own... What happens next? Available chapters here are limited, click the button below to install the App and enjoy more exciting chapters (Automatically jump to this novel when you open the app) &5& LEARN_MORE https://fbweb.moboreader.net/60743322-fb_contact-e Beloved Books https://www.facebook.com/61565799023858/ 569 0 0 1969-12-31 18:00 0 0 0 0 0 0 Learn more 0 fbweb.moboreader.net IMAGE https://fbweb.moboreader.net/60743322-fb_contact-enp65_2-c2-0827-core2.html?adid={{ad.id}}&char=060236&accid=1758242218037720&rawadid=120211955111890227 1969-12-31 18:00 https://scontent-iad3-2.xx.fbcdn.net/v/t39.35426-6/461516300_571142745342471_1360506266809776409_n.jpg?stp=dst-jpg_s60x60&_nc_cat=106&ccb=1-7&_nc_sid=c53f8f&_nc_ohc=n_Zx0YrDoQkQ7kNvgHSvr7O&_nc_zt=14&_nc_ht=scontent-iad3-2.xx&_nc_gid=AO0euvZH90Fp4vw8d5rJMzD&oh=00_AYCUKBau6R4QG-qKeLEsXTX4-eEu1mKMw7MjJRCNC5nBfw&oe=671B67C3 PERSON_PROFILE 0 0 0 Beloved Books 0 0 1969-12-31 18:00 View Edit
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